Luego de poco más de seis meses, Pedro Francke dejó el cargo de ministro de Economía y Finanzas en Perú. Desde la campaña de segunda vuelta se le vio dando declaraciones a favor de Pedro Castillo, para luego trabajar juntos desde el inicio de su gobierno. Se le reconoció un papel moderado en sus políticas económicas.
El economista de izquierda fue entrevistado por BBC y dejó algunas impresiones del gobierno peruano y de lo que podría venir.
Reconoció que Castillo ha tenido muchas dificultades para tener un gabinete sólido que dé confianza y al que apoye con firmeza. Y viendo la cantidad de ministros y gabinetes que han pasado, tiene la impresión de que ha costado un poquito afirmarse en un rumbo al mandatario.
Respecto a la relación que tenía el exministro con Castillo, comentó: “Es una persona que tiene mucha empatía, muy simpático y bromista. Al comienzo me costó un poquito porque de repente te soltaba una broma y uno se quedaba sorprendido”.
Agregó que por un lado entona confianza, “pero por lo menos en el tema económico tiene una cierta dificultad en conocer los temas más a fondo, en poder tener una discusión más profunda sobre los temas económicos Tiene un cierto déficit, por decirlo económicamente”.
Francke le atribuye ese desconocimiento a que es lo que uno puede esperar en un maestro rural que ha vivido en un pequeño pueblo. Mientras que la economía tiene lados teóricos que no son tan fáciles para todo el mundo y requieren un cierto entrenamiento, una cierta atención.
SOBRE EL GABINETE EN LA SOMBRA
El economista comentó sobre los rumores de un gabinete en la sombra en el gobierno de Pedro Castillo. “Hay un grupo de asesores del presidente que ha adquirido mucha preeminencia en los últimos tiempos y que pareciera que son más importantes que el gabinete en su toma de decisiones”, refirió.
Entonces, apunta, los grandes hechos políticos como las entrevistas que dio el presidente la semana pasada, los cambios de gabinetes o el trato con el Congreso parece discutirlos más con sus asesores que con sus ministros. “Y eso a mí no me parece adecuado”, expresó.
Afirmó que ese exceso de asesores le dificultaba reunirse con él. “En el sentido de estar pidiendo una reunión, insistir, pedírsela al secretario general, a la secretaria, al jefe de Gabinete, a asesores… Llegaba a las tres de la tarde y me encontraba con que el presidente ya no estaba”.
RUMBO ECONÓMICO
Francke aseguró que le ha ido “increíblemente bien”, más allá de lo que todo el mundo esperaba. Recordemos que la economía creció un 13% el año pasado, el déficit ha sido particularmente bajo, el riesgo país es muy bajo, el año pasado se batieron récords de inversión pública y privada.
Con estas cifras, ¿qué hace falta? “No sé si del presidente o del gabinete, pero hace falta una visión más clara de cuáles son las principales reformas, las batallas que dar. Hay una falta de claridad, nitidez, rumbo estratégico, de saber cuáles son los grandes temas y también qué se puede lograr. La situación política y social es compleja, y uno tiene que escoger las batallas”, sostuvo.
Sobre las reformas, el exministro respondió que en seis meses no dio el tiempo, y aseguró que una de las graves dificultades del presidente es que en Perú el Poder Ejecutivo lo conforman el gobierno y el Congreso, en un equilibrio de poderes complejo. “Y las fuerzas que eligieron al presidente no tienen ni de lejos mayoría en el Congreso. Estoy convencido que hay que reformar el sistema de pensiones, pero eso pasa necesariamente por el Congreso”.
Finalizó apuntando que en unas condiciones de gobierno como estas, se requiere un esfuerzo muy grande de consenso y es una responsabilidad compartida. “El propio sistema de gobierno en el Perú nos genera un cierto problema”, expresó.
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