El pasado 31 de enero, el Ministerio del Ambiente informó que se paralizaban las operaciones de carga y descarga de hidrocarburos, por parte de la empresa trasnacional Repsol. Ahora, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) - adscrito a este ministerio - autorizó las actividades de carga y descarga de hidrocarburos en los terminales multiboyas N° 1 y 3 de Refinería La Pampilla, de la empresa Repsol, por un período de 10 días.
En un comunicado, la OEFA explicó que esta medida se dispone “con la finalidad de garantizar el abastecimiento de petróleo crudo, Turbo A1 e IFO/Diesel Marino/Bunker”.
Sin embargo, la autorización no implica el levantamiento de la medida administrativa de paralización de las actividades de carga y descarga de hidrocarburos u otros productos en los terminales multiboyas Nº 1, 2 y 3, y en el terminal monoboya T-4.
El organismo enfatizó que continuará realizando la supervisión necesaria para verificar que la Refinería La Pampilla cumpla con las medidas dictadas e informará a la ciudadanía el avance de las mismas.
MEDIDA QUE PARALIZA LAS ACTIVIDADES DE REPSOL
Especialistas de la industria de hidrocarburos clasificaron esta medida, la cual paralizaba en las actividades de la Refinería La Pampilla, como una que afectaría a los usuarios. Esto porque, actualmente, Repsol abastece en un abastece el 40% del mercado interno de combustibles líquidos en el país.
El ex ministro de Energía y Minas Carlos Herrera Descalzi señaló que el cierre de La Pampilla generaría escasez de combustibles, con lo cual los precios subirían por la oferta y demanda.
“La Refinería La Pampilla tiene 55% de la capacidad de refino que hay en el Perú (...) Yo dudo que la capacidad de descarga y la capacidad de almacenamiento, quitando las instalaciones de La Pampilla sean suficientes para atender la demanda del Perú. Si La Pampilla deja de operar, el Perú no tiene la capacidad de combustibles que necesita”, explicó.
Además, 60% el mercado de bunkering para naves, ya que Petroperú no participa de dicho tipo de abastecimiento.
La Asociación Peruana de Agentes Marítimos (APAM) también señaló al diario Gestión que el cierre de la refinería es una decisión apresurada en la que no se han evaluado los daños colaterales. Sumándose, la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (Aetai) también indicó que afectará el suministro de turbo para aviones.
FALTA DE COORDINACIÓN DENTRO DEL EJECUTIVO
Parte del problema que causó esta medida sería que no hubo la coordinación necesaria dentro del mismo Ejecutivo. El diario Gestión informó que el Minam no coordinó debidamente con el Ministerio de Energía y Minas (Minem) para avisarle sobre esta paralización de las actividades de Repsol.
Se recuerda que el lunes 31 de enero Eduardo González, entonces ministro de Energía y Minas (Minem), envió un oficio para coordinar directamente para “tomar las previsiones para garantizar el abastecimiento del mercado interno”.
De esta forma, se llegó a la conclusión que el Minam no le informó al Minem que iban a paralizar todas las acciones de la refinería La Pampilla para prevenir el desabastecimiento de combustible en el Perú. Además, el titular del Minem le recordó que esa planta abastece el 40% del mercado interno.
“Cualquier suspensión de sus actividades generará inevitablemente una afectación directa del abastecimiento nacional de combustibles, cuya repercusión será notaria a partir de los siguientes días producida la paralización, afectando de esta forma varios sectores que dependen de dichos combustibles, poniendo en riesgo la estabilidad económica y política del país”, se lee en el documento.
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