‘Vaticano’, el aliado de Pablo Escobar que se convirtió en uno de los narcotraficantes más poderosos y peligrosos del Perú

Demetrio Chávez Peñaherrera salió en libertad en 2016. Tuvo vínculos muy cercanos con los líderes de los carteles de Medellín y Cali.

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Pablo Escobar y 'Vaticano' fueron socios en el narcotráfico. Fotos: AFP/Andina
Pablo Escobar y 'Vaticano' fueron socios en el narcotráfico. Fotos: AFP/Andina

Demetrio Chávez Peñaherrera, el narcotraficante peruano más conocido como ‘Vaticano’, dejó el penal de Miguel Castro Castro, en el distrito de San Juan de Lurigancho, en enero de 2016 cuando cumplió 22 años encarcelado por tráfico de drogas y falsificación de documentos. El hombre fuerte que controló la producción de cocaína en el valle del río Huallaga a finales de la década de los 80 y a principios de los 90 había dejado la cárcel. Conocida fue su relación con Vladimiro Montesinos, asesor presidencial del expresidente Alberto Fujimori, y su gran alianza con el colombiano Pablo Escobar.

El peruano era el mayor proveedor de droga del cartel de Medellín, de Escobar, y el de Cali, de los hermanos Rodríguez Orejuela. Según las investigaciones de la época, ‘Vaticano’ enviaba más de siete toneladas de pasta básica de cocaína a Colombia para su refinación desde Campanilla, un poblado cercano a Tingo María.

“Yo trabajaba tranquilo en Colombia. Pero en enero de 1989 decidí regresar al Perú y asentarme en Uchiza. Ahí me hice patrón de la banda conocida como ‘Topacio’. Desde Uchiza enviaba los cargamentos de droga para el cartel de Medellín. Entonces estaba Pablo Escobar. Cuando llegué a Uchiza había como 50 “firmas” trabajando en el lugar. Yo sólo era uno más”, dijo en una entrevista a La República.

Se desconoce cómo conoció a Pablo Escobar, solo se sabe que en 1989, el capo del cartel de Medellín lo reclutó para la mafia internacional. Sin embargo, un año y medio después comenzó a trabajar con sus rivales: el cartel de Cali de los hermanos Rodríguez Orejuela.

Allí comenzó a traficar entre 300 y 450 toneladas de pasta básica de cocaína por año, el 80% de la producción peruana de la droga en aquellos años. Se convirtió en el máximo capo de la droga de la zona del Huallaga, en la selva del Perú. Su fortuna habría ascendido entre US$400 millones y US$1.000 millones.

NACIMIENTO DE UN NARCO PERUANO

Demetrio Limonier Chávez Peñaherrera nació el 16 de octubre de 1953 en Saposoa, departamento de San Martín, uno de los mayores centros productores de la hoja de coca en el mundo en los años 80 y 90.

Ya en 1979 se le vinculó con un cargamento de cocaína en Maynas (Loreto) y se solicitó su captura inmediata. El 7 de mayo de 1981 tuvo nexos con otro cargamento de droga en el Alto Huallaga (San Martín) y fue acusado de posesión, transporte y comercialización de pasta básica de cocaína.

Poco a poco, el peruano se comenzó a hacer conocido en esta parte del continente. Trabajó para un red de narcotraficante conocida como El Vampiro, pero se separó de esta organización y centró su base de operaciones en Campanilla.

Demetrio Chávez Peñaherrera dejó la prisión en enero de 2016. Foto: Andina
Demetrio Chávez Peñaherrera dejó la prisión en enero de 2016. Foto: Andina

En 1990, ya con una amistad muy cercana con Pablo Escobar, logró fugar de su vivienda cuando los policías llegaron y le incautaron 400 kilos de coca. Sin embargo, en 1991 fue capturado, pero fue dejado en libertad extrañamente en un caso donde estuvieron involucrados el exasesor presidencial Vladimiro Montesinos y altos oficiales de la Policía Nacional del Perú (PNP), Ejército y personal de confianza del Ministerio de Justicia.

‘Vaticano’ fue señalado como el autor intelectual del asesinato del periodista Adolfo Usuiza Urquía, ocurrido en Juanjuí el 23 de agosto de 1992, y tuvo 5 órdenes de captura de 1979, 1989 por la Corte Superior de Loreto y tres de 1993 de juzgados de Lima y Maynas por delitos de narcotráfico.

DETENCIÓN Y EXTRADICIÓN A PERÚ

El 14 de enero de 1994, ‘Vaticano’ fue detenido en la casa 25 del barrio Arrayanes, en el norte de Cali (Colombia). El narcotraficante peruano intentó sobornar a la policía de ese país con 1.000 millones de pesos (más de 250 mil dólares) para que fuera liberado.

“Mil millones o lo que quieran”, dijo Chávez Peñaherrera, según los agentes que lo capturaron en la ciudad colombiana.

Demetrio Chávez Peñaherrera, alias Vaticano, durante su juicio. Foto: Andina
Demetrio Chávez Peñaherrera, alias Vaticano, durante su juicio. Foto: Andina

Al momento de su detención, ‘Vaticano’, que se hacía pasar como Huber Peña Herrera, estaba vistiendo un jean y camiseta a rayas, la cabeza cubierta con una chaqueta y portaba 60 mil dólares (unos 50 millones de pesos colombianos) y un millón y medio de pesos colombianos.

Posteriormente, fue extraditado a Perú donde escucharía su condena de 25 años, pero fue reducida a 22 en 2007, la cual fue computada desde el 14 de enero de 1994. En enero de 2016, salió libre.

POLVO EN EL VIENTO

El periodista y escritor Hugo Coya publicó Polvo en el viento, Vaticano: esplendor y miserias de un narcotraficante, una investigación sobre Demetrio Chávez Peñaherrera y sus vínculos con el poder político peruano y la alta esfera colombiana, así como la relación que tuvo con narcotraficantes colombianos como Pablo Escobar.

“Él creció en el negocio porque en un pueblo de la selva central, Campanilla, desarrolla una variedad de pasta básica de cocaína de altísima pureza y ganó fama en el mundo del narcotráfico porque por cada 1.000 kilos de pasta podía obtener 1.000 kilos de cocaína. Esto llegó a oídos de Pablo Escobar, quien se asocia a él por algunos años, suficiente para que gane millones de dólares. La DEA empezó a perseguirlo, pero él se enteraba antes de que llegaran los agentes y escapaba”, dijo Coya en una entrevista para El País de España en 2016 cuando ‘Vaticano’ dejó la prisión.

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