Pedro Castillo y Avelino Guillén: de un nombramiento aplaudido a una salida entre las sombras

El 04 de noviembre del 2021 se dio a conocer la noticia de que Avelino Guillén asumía el ministerio del Interior tras la salida de Luis Barranzuela, quien solo duró 27 días en el cargo.

En aquel entonces, el optimismo y algarabía por el nuevo ministro era muy amplio. Pedro Castillo a través de sus redes sociales le envió un fraterno saludo dándole la bienvenida a su equipo.

“Bienvenido, apreciado Avelino Guillén. Tu conocimiento, experiencia y trayectoria nos permitirán seguir luchando contra la delincuencia y, además, estaremos más cerca de cumplir los anhelos profundos de nuestro pueblo”, expresó el Mandatario en su cuenta del Twitter.

Esa misma tarde, el ex fiscal supremo Avelino Guillén, juramentó como nuevo ministro del Interior en una ceremonia presidida por el jefe del Estado en Palacio de Gobierno.

Cabe señalar, que fueron varios políticos, congresistas, quienes se mostraron conforme con esta decisión. Sin embargo, poco a poco esta figura comenzó a cambiar en torno a la designación y decisiones que tomaba el reconocido fiscal.

Algo que llamó mucho la atención y fue el inicio de esta “ruptura política”, es cuando se llega a conocer que el actual comandante general de la PNP decide darle de baja a altos efectivos de la institución, motivo por el cual, Guillén se opuso.

Según el informe de IDL Reporteros, el lunes 13 de diciembre, a solo un mes de la designación de Guillén, el comandante general Javier Gallardo, presentó al titular de la cartera del Interior una lista de 20 generales que podrían pasar al retiro en su institución. Sin embargo, el funcionario identificó que al menos cinco de esta lista, estaban considerados entre los mejores de la PNP.

Frente a esta postura, Guillén le devolvió el listado a Gallardo para que lo corrigiera y sacara de la lista a los profesionales de alto rendimiento. Ante esto, el comandante general presentó la nueva lista recién el martes 21 de diciembre, donde solo había retirado a Arriola Delgado.

Desde entonces empezaron estas idas y vueltas entre el ministro y el general PNP, en donde la última palabra la tendría el presidente, Pedro Castillo.

Uno de los primeros cuestionamientos que se le hizo a Avelino Guillén, fue cuando decidió colocar a dos personas vinculadas al Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef) como prefectos regionales.

Tras esto, la congresista Jeny López Morales de Fuerza Popular, solicitó al titular de la comisión de Defensa y Orden Interno del Parlamento, José Williams (Avanza País), citar al ministro del Interior, Guillén, para brinde explicaciones sobre estas designaciones.

Otro punto de quiebre, fue cuando se suspendió la deportación de 41 ciudadanos venezolanos. Avelino Guillén, acla­ró que el traslado de estas personas no se con­cretó este, debido a que el Estado de Vene­zuela no otorgó “la auto­rización respectiva”.

Guillén precisó en conferencia de prensa que la repatriación de 41 ciudadanos venezolanos (31 varones y 10 muje­res) quedó suspendida hasta una nueva fecha.

“El traslado de ciudada­nos venezolanos lamen­tablemente no se pudo materializar única y ex­clusivamente por decisión del Estado venezolano”, indicó durante conferen­cia de prensa de la Pre­sidencia del Consejo de Ministros.

El 21 de enero, se dio a conocer que un grupo de congresistas de diversas bancadas presentaron una moción de interpelación contra el ministro del Interior, para que responda a este poder del Estado sobre diversos temas de seguridad nacional.

Según la moción de orden del día Nº 1771, son 74 preguntas divididas en seis bloques temáticos: inseguridad ciudadana; selección y nombramiento de prefectos y subprefectos; relación con el comandante general de la Policía, Javier Gallardo; así como la ubicación y captura de los presuntos integrantes de la organización criminal “Los Dinámicos del Centro”.

Pese a estos cuestionamientos, seguían los tensos encuentros entre el ministro y el comandante general PNP. En una reciente entrevista con La República, Guillén pensó que el presidente lo respaldara, pero no fue así.

“Esperaba que el presidente de la República respaldara a su ministro, pero prefirió guardar silencio y ponerse de perfil. Ese es un silencio estruendoso, porque dice mucho. Ha expresado una posición de respaldo claro y directo al señor comandante general de la Policía”, mencionó Guillén.

“En el caso de los pases a retiro, estaba disponiendo la salida de oficiales que, a mi criterio, eran valiosos. La Policía no se puede dar el lujo de desprenderse de sus mejores cuadros, que se han formado a lo largo de los años. Es como una selección de fútbol, no puede desprenderse de un futbolista de primer nivel por un capricho, guerra de códigos, argollas u otras situaciones extrañas”, manifestó.

Sin el respaldo del presidente y sin que el mandatario se pronunciara ante las acciones de Gallardo, Guillén decidió dar un paso al costado y fue el viernes 28 de enero que a través de un comunicado dio a conocer esta decisión irrevocable.

“Mi renuncia es de carácter irrevocable. Bajo esa condición he presentado mi renuncia. He esperado durante dos semanas la respuesta del señor presidente y su silencio para mí es un indicativo muy claro y directo de que él está asumiendo una posición de respaldo al señor comandante general de la Policía Nacional”, expresó.

Avelino Guillén no cumplió ni tres meses en el cargo y decidió renunciar a la cartera del Interior en pleno anuncio del levantamiento del toque de queda y de que Lima y Callao sean asignados en estado de emergencia.

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