El director ejecutivo de Repsol Perú, Jaime Fernández-Cuesta, se presentó en el programa Punto Final para brindar explicaciones sobre lo sucedido en la refinería La Pampilla e informar sobre el trabajo que se viene realizando para la recuperación de las áreas afectadas por el derrame de petróleo. “Nos hemos comprometido a tener las playas limpias antes de fin de febrero”, señaló ante la conductora del programa quien le recordó que la Miriam Alegría, presidenta del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (Oefa), había dado a la empresa un plazo de 10 días para el trabajo de limpieza.
“Estamos asumiendo la responsabilidad de limpiar todas las playas, de limpiar todo el litoral, de atender la fauna marina y, por supuesto, de atender a todas las comunidades afectadas”, señaló Fernández-Cuesta quien también señaló que le “produce dolor y consternación” las imágenes de los animales afectados por el desastre registrado el pasado 15 de enero. “Lamentamos que haya sucedido algo así”, agregó.
Durante su presentación, el representante de Repsol Perú admitió que la empresa no reacción con rapidez pues “no fueron conscientes” de la magnitud del desastre hasta que el petróleo llegó a las playas. “El trabajo de contención se ha hecho en cuanto se fue consciente de la magnitud del evento y cuando empezó a llegar el hidrocarburo a las playas. A partir de entonces nos empezamos a movilizar para limpiar las playas”, expresó. Asimismo, calificó de “error de percepción” su desconocimiento sobre la magnitud del desastre.
“Seguro hemos cometido errores, el tema de la cantidad reportada en un informe preliminar, el no haber sido capaces de ver que habían manchas de petróleo en el mar hasta el día siguiente”, indicó Fernández-Cuesta en alusión al reporte inicial de siete galones de petróleo vertido, que con el paso de las horas se convirtieron en 6.000 barriles.
ORIGEN DEL DESASTRE
El derrame de petróleo se registró pocos días después de informarse de una erupción volcánica en Tonga, la misma que provocó oleajes anómalos en algunas zonas del literal peruano. Repsol atribuyó a este fenómeno el posible origen del desastre; sin embargo, varios ciudadanos que se encontraban en el mar aquel día declararon que por aquella zona de la ciudad no se registró ningún comportamiento extraño en las aguas.
“Algo extraordinario tuvo que pasar para que se rompan dos tuberías. Algo raro estaba sucediendo en el mar del Callao, pues nunca una fuerza súbita, extraordinaria, ha sido capaz de arrancar de cuajo dos tuberías” señaló Fernández-Cuesta en la mencionada entrevista. “Estamos demostrando desde el primer momento que vamos a asumir todas las responsabilidades que acarrea y asumiremos aquellas responsabilidades que los órganos civiles y judiciales determinen”, agregó.
“De momento estamos en las labores de limpieza y atender a las poblaciones afectadas”, señaló el representante de Repsol. Al preguntársele si se ha cuantificado el número de afectados dijo: “Estamos en ello. Las asociaciones pesqueras nos cuentan sus necesidades, nos explican lo que necesitan y les tratamos de dar o les estamos dando lo que necesitan, algunos en términos de vales de comida”.
Al ser consultado sobre los restos tóxicos que quedarían en el mar peruano tras la limpieza, Fernández-Cuesta señaló que “estamos orgullosos de que estén todas las playas manchadas y estamos trabajando para limpiar. Yo creo que no son metales y no hay nada que no se pueda corregir o arreglar medioambientalmente”.
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