El pasado fin de semana, se habían vertido más de 6 mil barriles de crudo al océano en la refinería La Pampilla de Repsol. Ante ello han surgido varias dudas sobre si es la primera o está dentro de las pocas veces que ha pasado en el país, pero lo cierto es que desde hace muchos años se vienen realizando trabajos de extracción y exploración de lugares de hidrocrburos, donde estos sucesos ocurrirían casi diariamente.
Un informe publicado por La sombra de hidrocarburos en el Perú, menciona que desde el año 1997 hasta el primer trimestre del año 2021, se han producido 1002 derrames, equivalente a 87.370.82 barriles de productos asociados a la extracción de hidrocarburos y se les suma una cantidad considerable de gas vertido.
El documento también añade que de todo estos sucesos 566 ocurrieron en la selva, 404 en la costa marítima y 5 en la zona andina del Perú. Además, otros 27 sucesos en Piura, Lambayeque y Cajamarca.
CAUSA
Con respecto a las causas por las que se han producido estos sucesos, el estudio indica que predominan fallas operativas y corrosión. Además las responsabilidades serían atribuibles a las empresas operadoras, privadas y públicas, tanto de transporte como de explotación y exploración.
Cabe destacar que los derrames por corrosión y fallas operativas suman más del 70% del total de barriles derramados en tierra peruana.
Por otro lado, el Oleoducto Norperuano (ONP) registra casi 36.000 barriles (35.818) desde 1997 y el de Transportadora de Gas del Perú (TGP) menciona 24.678.44 barriles vertidos.
“Estos datos provienen de OEFA y Osinergmin, la cantidad podría ser mucho mayor si existiera data complementaria de la población, de monitores ambientales, como los monitores ambientales independientes que hay en el Lote 192 y en el Lote 8, quienes recogen información muy aparte de las empresas operadoras de estos lotes”, señala Mario Zúñiga, autor del informe que se publicará en La sombra de hidrocarburos en el Perú.
Menciona también que el país cuenta con institucionalidad ambiental y normas legales para enfrentar estos hechos, pero los procesos son muy lentos y están en función a las empresas que suelen judicializar las fiscalizadoras para que puedan evadir su responsabilidad.
“Por norma, la empresa tiene 3 meses para limpiar el lugar, y si lo hacen mal, OEFA le sigue un procedimiento para que realice un plan de rehabilitación. La empresa podría demorarse 18 meses para hacerlo. De ahí, el Estado tiene 70 días para evaluar ese plan. Luego, la empresa dispone de 18 meses para remediar. En la selva hay más de 2.000 sitios impactados y se han aprobado 12 planes de rehabilitación después de más de dos años, y no se inicia el proceso de remediación”, cuestiona Zúñiga.
No obstante, el Estado ha reconocido 3.231 pasivos ambientales (dejados por empresas que ya no operan), más de 2000 sitios impactados (daño ambiental no reparado por empresas que operan) y 1.002 emergencias ambientales (derrames).
DEFENSORÍA DLE PUEBLO MENCIONA QUE ACCIONES DE REPSOL SON INSUFICIENTES
La Defensoría del Pueblo se presentó en las zonas donde la refinería La Pampilla de Repsol para verificar las acciones que se vienen llevando a cabo en la zona con el fin de recuperar la zona impactada. Una de las observaciones publicadas por la entidad pública fue que existe un número reducido de personas dedicadas a las labores de limpieza.
Delcy Heredi, jefa de la Oficina Defensorial del Callao, informó que se apreció que el personal de serenazgo y salvataje estuvo dedicado a evitar el ingreso de bañistas a las playas, así como cincuenta trabajadores enfocados en la limpieza de las orillas afectadas. “Sin embargo, se pudo comprobar que el número de personas dedicadas a esta tarea continúa siendo muy limitado debido a la magnitud del desastre”, señala el comunicado difundido.
Defensoría “exige a Repsol que garantice la entrega de elementos de bioseguridad y de protección solar al personal que viene desarrollando dicha tarea, a fin de evitar contagios de COVID-19 y daños en la salud como resultado de la exposición prolongada al sol”.
Por otro lado, la entidad pública también se acercó a la playa Ancón con el mismo motivo.
SEGUIR LEYENDO