Hace varias semanas, el Ministerio de Salud (Minsa) declaró el inicio de la tercera ola en el Perú, donde la variante ómicron viene predominando entre los contagiados que ya representa el 70% de casos de contagio en el mundo según la OMS. Ante ello, muchos buscan hacerse las pruebas de descarte, ya que lo necesitan para el trabajo, tienen síntomas u otros motivos.
Las pruebas de antígeno son una de las más solicitadas debido a su bajo costo y a la rapidez que da el resultado. Estas se encargan de medir la carga viral que presenta tu cuerpo, es decir, la concentración del virus en nuestro organismo, y revela también la etapa donde somos más contagiosos.
Sin embargo, muchas personas que se han contagiado con esta nueva variante pueden dar negativo en sus resultados, te explicaremos a continuación por qué sucede esto y por qué una persona no debe confiarse de una prueba negativa.
ÓMICRON SE DETECTA MEJOR POR LA SALIVA QUE POR LA MUCOSA NASAL
Cuando otras pandemias han estado vigentes en el mundo, la principal manera de detectar el virus en el cuerpo era a través de la nariz y el COVID-19 no ha sido la excepción, pero con la presencia de esta nueva variante el escenario ha cambiado.
Se realizó un estudio en Estados Unidos a 30 personas donde se demostró que la prueba rápida de antígeno con muestra de saliva tenía un pico de carga viral entre uno y dos días antes que cuando se utiliza una muestra nasal.
Además, Sudáfrica descubrió que si bien los hisopos nasales funcionaban mejor que los de saliva cuando se buscaba detectar con pruebas PCR la variante delta, sucedía lo contrario con ómicron. Esto posiblemente se debe a que este linaje se replica más rápido en el tejido de la garganta.
Las muestras de saliva pueden ser de uso potencial debido a que son rápidas y no dependen de profesionales capacitados para extraerlas. Sin embargo, el New York Times menciona que falta más investigación que respalde estos hallazgos y que los fabricantes de pruebas de antígenos caseras actualicen su toma de muestra.
FALSOS NEGATIVOS
Según Michael Mina, epidemiólogo estadounidense, los contagiados con ómicron pueden experimentar síntomas y dar negativo a una prueba de antígeno. Explica que el motivo se debería a la inmunidad generada por la vacuna o la infección previa, que a estas alturas de la pandemia ha alcanzado a gran parte de la población.
Cuando se detectó la variante original de Wuhan, el tiempo de inicio de síntomas era de 5 a 6 días, pero Mina sostiene que dicha “lentitud” era porque estábamos ante un patógeno nuevo y nuestro sistema inmune tardaba en generar una respuesta en su contra.
Ahora, por el contrario, el reconocimiento del coronavirus y la respuesta contra este sucede en un menor tiempo debido a la inmunidad adquirida. Por esa razón, los síntomas se pueden desarrollar incluso antes de que la carga viral sea suficiente para ser detectada con una prueba de antígeno.
En ese sentido, Mina señala que no es un problema de la eficacia de las pruebas de antígenos, sino que las personas ya se encuentran inoculadas y se le suma la variante ómicron, todo eso ha cambiado las reglas del juego.
SALÍ NEGATIVO EN MI PRUEBA, ¿QUÉ HAGO?
La OMS recomienda que si una persona sospecha que tiene COVID-19, lo mejor es aislarse para evitar propagar el virus. De ese modo, se corta la rápida cadena de contagios.
Asimismo, los especialistas recomiendan las pruebas PCR solo si es estrictamente necesario ya que existe una gran demanda en la ola de ómicron. Además que esta prueba detecta el virus incluso en niveles bajos y cuando ya ha dejado de ser infeccioso.
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