A mediados del 2016, Shirley Meléndez ingresó al Hospital Guillermo Almenara Yrigoyen para ser operada por cálculos renales. Sin embargo, aquella visita se convirtió en una pesadilla pues ocasionó que luego se le tuvieran que amputar las manos y piernas producto de una negligencia. En conversación exitosa, la agraviada relató los sucesos en los que señaló que el hospital brindó una mala y desinteresada atención a su caso.
“Ingresé al Hospital Almenara en el año 2016 para ser operada de cálculos renales. Luego de las operaciones me dijeron que no tenía cálculos, no me hicieron exámenes y me dieron de alta”, detalló Meléndez. Horas más tarde empezó a sentir molestias en el riñón por lo que acudió nuevamente al centro de salud donde había sido atendida, pero ahí le hicieron esperar doce horas para finalmente ser atendida, según la declaración de la paciente.
El personal del hospital recién tomó cartas en el asunto cuando vio que Meléndez no podía sostenerse más, es ahí donde se percatan que tiene una infección generalizada y necesitaron inducirla a un coma. La afectada relató que los médicos se percataron que se habían olvidado de retirar tres cálculos, los mismos que habían obstruido su riñón durante horas. “Con toda la orina contaminando se generó un septicemia que luego se complicó en un schock séptica”, narró Meléndez.
El resultado de este caso es que las extremidades se necrosaron, lo que obligó a los médicos a tener que amputar sus piernas y manos. “Me tuvieron abandonada durante horas en el pasadizo de emergencias con un riñón obstruido y la orina que me contaminaba por dentro, lo que me causó una septicemia que luego se convirtió en un shock séptico y causó que mis extremidades se necrosen. Ahora estoy amputada de ambas pies y manos”, detalló.
“Si antes de darme de alta, me hubiesen tomado un examen para ver si salió bien la operación, no estaría acá. Una paciente con obstrucción renal debe recibir tratamiento en los próximos 10 minutos, pero eso no se hizo”, lamentó Shirley.
LARGA BATALLA LEGAL
Desde que sucedió el caso en el 2016, Shirley Meléndez ha impulsado una batalla legal para recibir justicia. Además, la agraviada ha pedido una indemnización al hospital. Durante el proceso, los médicos acusados de negligencia, han señalado que tomaron la decisión de amputar las extremidades tras la complicación del cuadro de obstrucción renal. “¿Por qué se llegó a ese nivel de infección? Porque a ella la dejaron 12 horas abandonadas en un pasillo”, comentó el abogado de la agraviada, Jorge Albertini.
Shirley exige apoyo económico para pagar las prótesis, que deben ser cambiadas una vez al año y, adicional a ello, requieren de constante mantenimiento. También pide tener la opción de recibir atención médica en otro centro de salud, ya que estas deben ser en el Hospital Almenara. “Estoy condicionada a llevar mis atenciones y el tratamiento psicológico en el Hospital Almenara, o sea en el mismo centro donde he sido víctima de negligencia”, señaló.
Meléndez recalcó que el constante retorno al lugar donde perdió sus extremidades resulta ser una experiencia traumática. Además, señaló que constantemente sufre ataques de pánico causados por la pérdida de manos y piernas.
En agosto de 2016, la Superintendecia Nacional de Salud (Susalud) se pronunció sobre la denuncia de Meléndez. El informe final emitido por Susalud concluye que existen “evidencias suficientes para la configuración de una presunta infracción”. El documento añade que la Intendencia de Fiscalización y Sanción de SuSalud “evaluará la posibilidad de iniciar un procedimiento administrativo contra quienes tengan responsabilidad”.
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