Este domingo, amanecimos con una noticia que generó muchas críticas en las redes sociales, luego de que un joven reaccionara de manera negativa ante la policía y los serenos que lo estaban interviniendo durante el toque de queda.
Lejos de respetar las ordenanzas del Gobierno; ante la emergencia sanitaria que vivimos por el alto flujo de contagios por la COVID-19 en nuestro país, este joven, solo atinó a faltarle el respeto y amenazar a los serenos e incluso a los agentes de la policía nacional.
Este incidente registrado en el distrito de Miraflores, nos deja en claro que existen muchas personas que por el estatus social, por tener diversos cargos, o porque simplemente no quieren acatar órdenes, se enfrentan a la autoridad y en muchas ocasiones, agreden física y verbalmente.
Para ello, Infobae Perú conversó con el especialista en Seguridad Ciudadana, César Ortiz Anderson de Aprosec, quien comentó acerca de este y otros casos sonados en nuestro país, en donde se ha minimizado el rol de las autoridades.
“Hay que tener en cuenta que debido a la pandemia, la crisis política y social han acelerado e incrementado la anomia social en la población. Todo se rige a través de ejemplos y el ejemplo de este Gobierno, se puede decir que es de mentiras y falta de transparencia. Las personas en un número cada vez mayor, sobre todo la juventud, ya no respetan las normas, ni las leyes. Hoy, además, ante la delincuencia que vivimos la gente cada vez cree menos en las instituciones”, expresó Ortiz.
“Si al policía no lo respetan, qué podemos esperar de los serenos que ni siquiera tienen un marco legal para actuar. En mi opinión, el Congreso de la República debería, al más breve plazo, debatir y aprobar una ley para los miembros del serenazgo, con facultades operativas muy precisas en su reglamento”, sostuvo.
Algo que también deja en claro el especialista es que los miembros que conforman las brigadas del serenazgo deberían recibir continúa capacitación, sobre todo ahora que la delincuencia está más avezada.
“Opino que un grupo operativo del serenazgo debería estar bien entrenado, capacitado y supervisado para el uso de armas no letales; la situación de inseguridad hoy lo amerita”, afirmó.
Recordemos que en el mes de noviembre del 2021, un ciudadano venezolano agredió a “puño limpio” a un policía en el distrito del Cercado de Lima, luego que la autoridad le pidiera que sacara su moto porque obstaculizaba el tránsito en la zona.
Lejos de que el extranjero accediera al pedido de la policía, este decidió golpear a la autoridad. Tras largos minutos de la gresca, el efectivo logró ser socorrido por otro agente y el venezolano fue conducido a la dependencia policial.
Solo en este caso, se vio que la fiscalía actuó de manera rápida y eficaz ante la falta de respeto y agresión física contra el policía. A este ciudadano extranjero le dieron 6 meses de prisión preventiva.
¿Pero qué sucede con el resto? En muchas ocasiones, las personas que suelen agredir a la autoridad solo reciben una sanción mínima.
“La impunidad que hoy se ve por parte del Estado sólo hace que esa actitud del no respeto a la autoridad se multiplique. Cuidado porque la violencia en general se podría imponer y viviremos la ley de la selva en las ciudades”, expresó Ortiz Anderson a Infobae Perú.
“Se debería sancionar ya las faltas, sabemos que son muchos los hogares donde los padres de familia no han sabido, querido o podido darle una adecuada crianza a sus hijos y de allí parte el problema una juventud sin valores”, opinó.
Como lo comentamos líneas arriba, en algunos casos, las personas creen que por tener ciertas influencias también pueden minimizar el trabajo de las autoridades, tal es el caso de la periodista Milagros Leiva, quien durante una intervención policial en toque de queda, se resistió a presentar sus papeles y llamó de inmediato al general Del Aire para que no la intervinieran y no acatar el mandato del agente del orden.
Antes de culminar, el especialista, aseguró que mucho tiene que ver la educación que viene de casa, los valores y sobre todo el respeto hacia los demás.
“En pandemia lamentablemente ha sido muy complicado la crianza, incluso los adolescentes consumían drogas en su propio hogar y los padres no intervenían, preferían su tranquilidad”, concluyó.
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