A pocas horas de cerrar la primera semana del mes de enero 2022, el ministro de salud, Hernando Cevallos, concedió una entrevista en donde se sinceró sobre el sistema sanitario del país.
Como se recuerda, el 04 de enero, el titular del Minsa, anunció la llegada de la tercera ola del país tras incrementarse muy raudamente los contagios por COVID-19 y más aún por la presencia de la variante ómicron en Perú.
Tras ser consultado sobre el estado en el manejo de esta tercera ola, el funcionario del Minsa, señaló que “no estamos preparados para esta nueva ola” que acecha a los peruanos.
“Yo no diría que estamos preparados para una tercera ola. Nuestro sistema sanitario sigue siendo muy precario. Las mejoras que se pueden haber hecho en cuatro o cinco meses, durante esta gestión, no resuelven el olvido de décadas”, sostuvo en entrevista para diario El Comercio.
“Estamos muy por debajo de los indicadores de camas que deberíamos tener, por debajo de la cantidad de profesionales que necesitamos. Está clarísimo que nuestro sistema sanitario es frágil, por más que haya mejorado”, agregó.
El titular del Ministerio de Salud (Minsa) precisó que “cuando comenzó la pandemia no teníamos ni 200 camas uci en todo el país, y ahora tenemos cerca de 2 mil, además de 1 800 camas de alto flujo”.
En este contexto, recalcó que “estamos mejor preparados”, pero “no significa que nuestro sistema sanitario pueda asegurar una cobertura frente a una tercera ola cuya magnitud todavía no podemos calcular”.
Sobre el tema de la vacunación, el ministro Cevallos, enfatizó que aún hay personas que se rehúsan a inocularse contra el COVID-19, ya que tienen muy arraigado sus posturas sobre religión y costumbres; de las cuales no les permiten acceder a esta vacuna.
Sin embargo, el especialista aseguró que los casos más duros para salir de esta enfermedad, justamente los está observando en personas que no se han vacunado, por ello les hizo un llamado a que puedan acceder y no ser parte de esta lamentable estadística.
“Esto ha sucedido en la zona fronteriza de Loreto, en algunos sectores de Puno y Apurímac, en algunas partes de la sierra de Piura. También hay en las ciudades grupos antivacunas que han tenido acogida en la juventud con argumentos que no tienen validez científica, pero son una minoría”, afirmó.
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