La vacancia presidencial, a pesar de ser un instrumento político que debiera ser usado en ocasiones excepcionales o que se ajusten a los estipulado por la Constitución, ha aparecido en repetidas ocasiones durante diversas crisis los últimos cinco años. Desde los inicios de nuestra república, se han presentado ocho mociones de vacancia, de las cuales cinco fueron presentadas entre el 2016-2021. Ante ese escenario, la congresista Sigrid Bazán ha presentado un proyecto de ley que busca modificar el proceso de pedido de vacancia presidencial.
Según, el proyecto 1111/2021-CR, el objeto de la propuesta es “modificar el reglamento del Congreso a efectos de establecer mayores garantías al procedimiento para el pedido de vacancia de la Presidencia de la República”, es decir, haría falta cambiar el artículo 89-A, el mismo que detalla el procedimiento que pone fin al mandato de un presidente.
Son tres cambios que pretende concretar la iniciativa legislativa. El primero es que, para presentar la moción de vacancia, ya no se necesite las firmas de al menos el 20% del número legal de congresistas (26), sino que aumente a un mínimo de 40%; es decir, de 52 parlamentarios.
Un segundo cambio es que, para admitir el pedido en el Pleno, ya no se requiera por lo menos el 40% de congresista hábiles, sino el 60% del número legal de parlamentarios (78) o más.
La tercera modificación es con respecto a la votación que declara la vacancia presidencial. Con la norma actual, para sacar al primer mandatario por incapacidad moral permanente se exige el voto favorable de, al menos, dos tercios del numero legal de congresistas (87). Pero el proyecto presentado plantea que ahora se necesite las cuatro quintas partes (104).
FUNDAMENTOS DE LA PROPUESTA
En su exposición de motivos, el proyecto menciona la primera política de estado del Acuerdo Nacional. Este, en su inciso “d” menciona que “establecerá normas que sancionen a quienes violen o colaboren en la violación de la constitucionalidad, los derechos fundamentales y la legalidad”.
Según el proyecto presentado, durante los últimos años se ha entendido de manera errónea el uso de la vacancia presidencial como herramienta de control político, “mas no como la verificación de un hecho objetivo que impida el ejercicio del cargo de Presidente de la República, por lo cual, se ha perpetuado un clima de enfrentamiento”, se deja leer en la propuesta.
En su iniciativa, Bazán señala que la figura de la vacancia presidencial por incapacidad moral permanente no puede ser usada como control político al presidente, ya que hacerlo “contraviene el orden constitucional e incluso la separación de poderes propia de un régimen democrático”. Sin embargo, añade, el bloque opositor al gobierno de turno la ha venido usando “para ejercer presión y afectar la gobernabilidad en el país”.
Indica que, “dada la relevancia de un procedimiento de vacancia presidencial, es necesario que los requisitos para su trámite, admisión y acuerdo sean idóneos y busquen la mayor representatividad posible, más aún si se tiene en cuenta el uso desmedido que ha tenido esta figura en los años recientes”.
La iniciativa presentada por la bancada de Juntos por el Perú, a través de la congresista Bazán, es claramente un intento por parte de un grupo aliado al Ejecutivo de frenar los posibles pedidos de vacancia que se estén preparando desde otros grupos políticos. Si bien algunas agrupaciones han señalado que no es el momento para poner sobre la mesa la discusión de una vacancia, existen voces dentro del parlamento que creen que este es el único camino para poner fin a la crisis política.
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