Durante cinco horas, la fiscalía allanó la vivienda de Pedro Salinas, periodista quien a través de sus publicaciones ha denunciado diferentes abusos por parte de la congregación religiosa Sodalicio de Vida Cristiana (SVC). El registro de su domicilio ubicado en Mala tenía como objetivo, según una publicación del periodista, confiscar su computadora donde viene trabajando una nueva publicación sobre la cuestionada agrupación católica.
“El objetivo, según resolución, era incautar mi teléfono y mi computadora (esta última no se la llevaron, pero casi). Por ende, estoy, en este instante, absolutamente incomunicado”, escribió en su cuenta de Twitter el periodista. “En mi caso, han pretendido confiscarme la computadora en el momento -¡qué coincidencia!- que estoy ad portas de terminar mi último libro sobre el Sodalicio, el cual contiene información novedosa y actualizada sobre esta “sociedad de vida apostólica”.
Salinas considera que el allanamiento a su vivienda es un intento más por amedrentarle desde que en 2015 publicara junto a su colega Paola Ugaz el libro ‘Mitad monjes, mitad soldados’, que recoge los testimonios de víctimas de abusos físicos, psicológicos y sexuales cometidos presuntamente por el Sodalicio.
“Mal inicio de año para la prensa peruana. Todo parece indicar que se ha institucionalizado el uso artero de la administración de justicia contra la libertad de expresión y a favor de la mordaza”, escribió en Twitter luego de recordar que el lunes 10 se leerá la sentencia del caso “Plata como cancha” en la que el periodista Christopher Acosta podría ser considerado culpable por difamación contra el excandidato presidencial y líder de Alianza para el Progreso, César Acuña.
CASO ACTUAL
Esta investigación parte de una denuncia presentada por Edgardo Palomino, quien en 2020 fue candidato a congresista por el partido de Rafael López-Aliaga (Renovación Popular) y que, según Salinas y Ugaz, desde 2018 ha presentado más de cien acusaciones contra ellos “basadas en hechos absolutamente falsos”.
“Esta denuncia pretende involucrarme en un hecho irregular a raíz de una consultoría comunicacional que hice en el 2018 al Ministerio Público. Esta consultoría fue totalmente regular y transparente, y está justificada con documentos”, escribió Salinas. También relató que en un inicio se pretendió incluir en la investigación al Fiscal de la Nación, Pedro Sánchez; sin embargo, este tuvo que ser excluido al no encontrársele vínculo alguno con el caso.
“Ahora, han vuelto a reciclar el caso, ya sin Pablo Sánchez en la foto, y sin haber sido notificado se violó mi privacidad sin ningún sustento ni argumento. Porque así fue. Cuando pregunté a los “interventores” qué buscaban, su respuesta fue: “Solo recibimos órdenes””, detalló Salinas sobre el operativo para luego calificarlo de grosero y casi rutinario el uso de la justicia como herramienta para amedrentar periodistas.
Salinas también recordó el seguimiento que se le ha realizado a su colega Paola Ugaz. “No han dejado de inventarle mentiras desde el año 2018, cuando empieza un asedio sistemático contra ella y contra mí. Y, aunque el Sodalicio lo niegue, hay firmes sospechas de que algunos de sus miembros estarían detrás de esta persecución”, agregó.
Sobre su abogado, el reconocido jurista José Ugaz, dijo que se solicitó su exclusión como defensa de los periodistas por haber participado en un conversatorio sobre el caso Sodalicio. “Una cosa más, y no menos importante: El fiscal Matamoros Curipaco, asumiendo la posición de la defensa de Luis Fernando Figari, pretende cerrar el Caso Sodalicio para que no se investigue más, truncando así la investigación de la fiscalía de Criminalidad Organizada”, resaltó Salinas.
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