Carlos Lescano, presidente de la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva (Sopemi), resaltó que la mayoría de pacientes en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) son personas entre sus 20 y 40 años que no recibieron ni una dosis de la vacuna contra la COVID-19.
“Dependiendo de la región, el porcentaje entre 70% y 90% de pacientes en UCI no están vacunados. Hacen cuadros más severos y tienen más probabilidades de fallecer (...) la mayoría de los pacientes no vacunados tiene entre 20 y 40 años, y está comenzando a aumentar el número de niños con cuadros respiratorios graves por COVID-19 que entran en las UCI pediátricas”, dijo en entrevista con El Comercio.
En el caso de los pacientes vacunados que llegan a UCI, dijo que la mayoría tienen más de 65 años, son diabéticos, obesos mórbidos, hipertensos o con cualquier otra enfermedad que debilita el sistema inmunológico.
El médico actualmente labora en el Hospital Rebagliati, de EsSalud, y contó que la situación en el hospital es una tal que los intensivistas manejan 84 camas. La mitad está destinada para pacientes COVID-19 y las otras para pacientes con otros males. Todas las camas están ocupadas.
“En el Rebagliati, prácticamente el 100% de nuestras camas UCI están con pacientes. Pero hay que tener en cuenta que este es un hospital de referencia altamente demandado (...). En las áreas de emergencia del hospital también hay camas UCI con pacientes infectados y están ocupadas al 60%”, expresó.
ADQUISIÓN DE CAMAS UCI Y LA PROPUESTA DEL SOPEMI
Carlos Lescano afirma que el Ministerio de Salud (Minsa) se ha demorado en adquirir más camas UCI para combatir la tercera ola.
“Esto ya se había mencionado hace unos meses. Parece que recién están por llegar estos kits de camas de cuidados intensivos. Pero el problema está en que estas camas UCI podrían ser manejadas por médicos que no son intensivistas, porque somos de 700 a 750 cuando deberíamos contar como país con 2.500 a 3.000 de estos especialistas”, expresa.
“Un médico general no puede reemplazar a un intensivista. Sería muy riesgoso que atienda en una UCI sin nuestra tutela. Por eso estamos proponiendo que se adopte un sistema escalonado o piramidal, donde el intensivista comande un equipo de médicos generales y de otras especialidades para atender un mayor número de pacientes”, agrega.
De este modo, Sopemi planteó facilitar las horas extras libres para poder ampliar el tiempo de atención - en EsSalud como horas extra y en hospitales del Minsa como horas complementarias. También “están batallando” para que se permita a los intensivistas trabajar en hasta dos hospitales del Estado, algo que las actuales leyes prohiben.
“Durante la primera y segunda ola se impusieron sanciones a varios intensivistas. Tenemos seis suspendidos de sus labores, algunos hasta por cinco años”, expresa el médico intensivista.
¿PODRÍA LA VARIANTE ÓMICRON AGRAVAR LA SITUACIÓN?
Los casos de la nueva variante del coronavirus parecen solo ir en aumento; sin embargo, Lescano sostiene que no necesariamente implicaría un aumento en las ocupaciones de las camas en UCI.
“La nueva variante ómicron no es tan agresiva, pero sí es muy contagiosa. Se conoce que, de todos los casos, el 2% necesitaría hospitalización en comparación con la variante delta, que es de 20%. Ahora, es tan alta la cantidad de contagios que, en términos absolutos, ómicron podría llevarnos otra vez al colapso del sistema de salud”, afirma.
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