Lima: reportan que niño chileno de 13 años lleva cinco días desaparecido

La última vez que lo vieron fue en las inmediaciones de San Juan de Lurigancho, adonde llegó con un amigo.

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El primer día de enero
El primer día de enero escapó de un centro donde se venía tratando un trastorno.

Un infierno vive Jorge Garrido desde que su hijo Alejandro Garrido Cañete de solo 13 años fue reportado como desaparecido. El niño de nacionalidad chilena desapareció el 1° de enero cuando se escapó de la casa de reposo Divina Esperanza ubicada en Chaclacayo. El adolescente se encontraba allí debido al diagnóstico que tiene de trastorno borderline.

Desde junio del 2021 se encuentra internado en dicho centro. Todo se desarrollaba de manera normal, hasta que el primer día del año decidió fugarse junto con otro paciente. Tomaron la decisión de irse a San Juan de Lurigancho, donde vivía el amigo. Sin embargo, la mamá de este no dejó entrar a Alejandro y desde ese momento no lo volvieron a ver.

Jorge Garrido, relata lo sucedido: “Soy chileno, llevo viviendo dos años en Perú por un tema laboral. Hace cerca de un año atrás tomamos la decisión en conjunto con su madre de venir a vivir a Lima. Alejandro tiene una patología denominada borderline que venía siendo tratada en un internado en Chaclacayo. Su evolución había sido positiva y estábamos conformes con el proceso”, comentó.

Señala que el día de año nuevo la institución realizó una celebración para recibir el Año Nuevo, solo con gente interna. Por las fotos y videos que le llegaron, el adolescente se veía muy feliz. Ese día, le pidieron a la administradora de la institución la posibilidad de dormir juntos todos los adolescentes que estaban en la fiesta.

Cerca de las 5 o 7 de la mañana, los chicos confeccionaron una escalera, y con las mesas que utilizaron en la celebración, hicieron una plataforma para poder fugarse del local.

A partir de ese momento, la información es un poco confusa. “Entendemos que llegan a la casa del segundo interno, y la mamá lo recibe, pero no deja que mi hijo ingrese a la casa y desde allí le perdimos el rastro. Esto ocurrió cerca de las 9 o 10 a.m. Sesde allí no hemos sabido de él. La señora no entregó mucha información, no fue clara en lo que manifestó y eso se lo dijimos a la policía”, explica Garrido.

Luego de eso, iniciaron un proceso de búsqueda y trataron de difundir el caso en todas las redes sociales para poder tener algún indicio del paradero de Alejandro; sin embargo, aún no han tenido nada concreto. Solo tres personas que vieron las publicaciones les comunicaron que vieron a Alejandro en el sector de la plaza Bolognesi y la Av. Brasil, entre Breña y el Cercado de Lima. Por lo que han concentrado la búsqueda en ese sector con amigos y conocidos.

Según explica el padre del menor, Alejandro es un niño inteligente, y su patología no limita en absoluto su capacidad intelectual. Mide 1.70 m. es de contextura delgada, tiene rasgos latinos, pelo negro, ojos oscuros y tez blanca.

La última vez que fue visto tenía un polo negro, un pantalón marrón y unas zapatillas negras de marca Nike. “Cualquier novedad les pido que nos comuniquen. Alejandro es un niño bueno y no se merece tener un final triste, ni familiar ni personal. Si tienen noticias, por favor comunicarse al teléfono 999191383″, señaló.

SOBRE EL TRASTORNO BORDELINE

El trastorno borderline o límite de personalidad (TBP o TLP) es un trastorno de inestabilidad emocional que se caracteriza por la presencia de patrones de percepción, reacción y relación relativamente fijos, inflexibles y, en muchos casos, socialmente desadaptados.

“Aunque la gente tiende a responder siempre más o menos del mismo modo a una situación difícil, la mayoría intenta otros caminos si la primera respuesta es ineficaz. En contraste, las personas con trastornos de la personalidad son tan rígidas que no pueden cambiar para adaptarse a realidades distintas, lo que debilita su capacidad operacional”, explicó la doctora Estefanía Lafogannis, miembro de Asistencia, Docencia e Investigación en Neurocencia (Adineu) y especialista en la materia. “Estos patrones desadaptados de pensamiento y comportamiento se hacen evidentes al principio de la edad adulta o un poco antes”, se explayó.

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