Durante las últimas semanas, el presidente de la República, Pedro Castillo, ha venido nombrando a diferentes personas como prefectos regionales; es decir, funcionarios que representan al Ejecutivo en sus respectivas jurisdicciones. Una investigación del diario El Comercio reveló que no necesariamente se ha otorgado este cargo representativo a personas preparadas, sino a gente vinculada con el pasado sindicalista del jefe de Estado.
En la lista se logra apreciar que catorce de los designados son docentes, mientras que trece tienen vínculos con la Fenatep (Federación Nacional de Trabajadores en la Educación del Perú). El docente Juan Oliver Arévalo del Águila, actual prefecto de la región San Martín, fue militante del Partido Nacionalista y actualmente es miembros de la Fenatep. El Comercio reveló que este ciudadano declaró que “la directiva del presidente es estar pegado, con una comunicación fluida con el pueblo”
Cabe recordar que la Fenatep es un grupo sindical derivado del Conare- Sutep, ala considerada como la más radical del magisterio y grupo vinculado al Movadef. Fue esta la organización que estuvo detrás de la huelga magisterial del 2017 que encabezó el hoy presidente Pedro Castillo. Es por aquel entonces que la Fenatep empieza a tomar forma hasta convertirse hoy en una especie de base para el denominado Partido Magisterial y Popular que impulsan los colegas del primer mandatario.
Junto al prefecto de San Martín, la representante del Ejecutivo en Lima comparte ciertas características. Miriam Elizabeth Briones Silva es una docente que hoy se desempeña como prefecto por Lima. Ella fue como parte del equipo de transferencia del Ministerio de Trabajo y se desempeñó como secretaria de Economía de la Fenatep de la región que hoy representa. Destacó en los distritos de Los Olivos y San Martín de Porres como dirigente del Sute.
Otro nombramiento que ha despertado las alarmas es la del prefecto de Apurímac. Se trata de Eliseo Huamaní, miembro fundador del Conare-Sutep que participó de la recordada huelga de maestros donde Pedro Castillo ganó capital político. En la actualidad es parte de la Fenatep e intentó llegar al Congreso de la República en la última elección general. Sin embargo, el dato que ha despertado todas las alarmas es la aparición de su nombre en los planillones de adherentes al Movadef.
La nota publicada por El Comercio señala que Huamaní fue incluido por la Policía en un atestado bajo la imputación de presunto delito de terrorismo en el 2014. Sobre la mencionada vinculación, el imputado ha negado en repetidas ocasiones que dichas acusaciones sean verdaderas. Por ahora, el Ministerio del Interior se encuentra en medio del proceso de designación de subprefectos provinciales y distritales.
TREMENDA OFERTA
El exministro del Interior Ruben Vargas declaró al conocido diario que las prefecturas se han convertido en una “bolsa de trabajo” de los gobiernos de turno. “Ahora estamos viendo a personajes con ese ideario, esa militancia política y propósitos claros que persigue el Movadef. Tiene una lógica política de generar más conflictividad”, advirtió.
Para el exviceministro de Orden Interno, Ricardo Valdés, se trata de una jugada política del presidente “para ir reforzando la base sociopolítica que representa la Fenatep. Amerita un estado de alerta por parte de la sociedad civil y los medios de comunicación para observar el tipo de juego que estarían desarrollando”, declaró al conocido diario.
Por su parte, José Elice, ministro del Interior durante el gobierno de Francisco Sagasti, no descartó que se trate de un pago de favores políticos. “Se corre en riesgo de que en malas manos las prefecturas se conviertan en comisarías políticas”, señaló para luego añadir que las figuras designadas por el presidente deben garantizar neutralidad, sobre todo ahora que acabamos de ingresar a otro año electoral.
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