El acceso a las playas de Miraflores estuvo restringido debido a las aglomeraciones que se produjeron en Navidad en las playas de Miraflores y Chorrillos para evitar la propagación de la nueva variante Ómicron. El Gobierno mencionó que a partir de este martes 4 de enero los ciudadanos ya podrán ingresar nuevamente a estas.
El jefe de seguridad ciudadana del distrito, Joaquín Abdul Miranda, indicó a RPP Noticias que los ciudadanos acataron la medida emitida.
“El resultado ha sido positivo, hubo un buen comportamiento de parte de la ciudadanía. Los vecinos han cumplido la disposición del municipio”, indicó.
Este indicó que, si bien las playas son un lugar abierto, el riesgo está cuando las personas no respetan los protocolos de bioseguridad.
“La única idea es evitar mas contagios. En una zona abierta como la playa la gente no usa mascarilla por obvias razones”, acotó.
PERSONAS ENTRARON A PLAYAS PESE A RESTRICCIONES DEL GOBIERNO
Como ya se mencionó, las playas se encuentran cerradas hasta el martes 4 de enero. Aún así, muchas personas decidieron asistir a la costa verde y entre ellas dos mujeres, quienes aseguraron ser nadadoras y por ello deben ingresar al mar.
“He entrado 10 minutos, he nadado y he salido”, aseguró.
Mientras que la otra chica se queja de que tiene que presentar el certificado de que es nadadora. “Acaso tengo que estar presentando mi certificado de la selección, así no es”, comentó a Latina.
Sin embargo, ninguna de ellas contaba con los implementos ni la ropa adecuada para nadar, por ello la policía optó por colocarles una papeleta de 340 soles a cada una.
A pesar de este incidente, otras personas decidieron comenzar el año haciendo ejercicio o simplemente sentarse a observar el mar, ya que transitar por las veredas de la Costa Verde sí está permitido.
LA PILETA DE LA COSTA VERDE COMO ALTERNATIVA A LAS PLAYAS
No es la primera vez que sucede y como todos los años en verano, miles de limeños asisten a los balnearios de la Costa Verde, el más popular es Agua Dulce. Este año, debido a que las playas contarán con aforo, mucha gente se quedará sin entrar, por ello optan por utilizar la pileta como una piscina, dejándola sucia.
Estos lugares no poseen la capacidad de una piscina, ni tienen el nivel de sanidad adecuado para los veraneantes. Sin embargo, esto no es impedimento para las personas que llegan al lugar, y que desean saciar el calor limeño.
Algunos usuarios reportaron que esta no sería la primera vez que ocurre la invasión a las piletas, resaltando la labor del Serenazgo del distrito, el cual no se habría acercado a las personas para pedirles que se retiren de la pileta.
¿ES LIMPIO?
En una entrevista con RPP, el abogado Daniel Granda Pastor explicó que una pileta no puede ser considerada un espacio público para refrescarse, porque ese no fue el objetivo con el que fue construida. Por esto, la Municipalidad tiene derecho a prohibir la entrada y a detener a la gente que entra.
“La pileta es un tema de ornato, no tiene destino de piscina. La Municipalidad puede prohibir este tipo de cosas para cuidar un elemento de la comunidad que está destinado al ornato, el embellecimiento de la comunidad. Un ejemplo es el de la pileta de la Plaza de Armas de Lima. No puedes meterte ahí y bañarte, porque está prohibido y por un tema de cultura. La propia Municipalidad pone inspectores para proteger su ornato”.
Según Granda, este tipo de invasión, solo puede considerarse un crimen si se le suma un daño. “Si además de meterte a la pileta, la dañas o la destruyes, ya es un atentado contra un bien público. Allí el procurador de la Municipalidad deberá denunciarte”.
Para Javier Díaz-Albertini, sociólogo, lo ocurrido en Chorrillos revela un tema de fondo: la necesidad de más espacios públicos. “La cuestión no es que esté bien o mal, sino que hay una demanda ciudadana. Es verano, estamos en vacaciones escolares y la gente quiere refrescarse. ¿Cómo solucionamos eso?”.
Mencionó que el deber de las autoridades es resolver este tipo de necesidades. La clave es el diálogo entre ambas partes: municipio y vecinos. “El problema son las autoridades muy rígidas que no responden al pedido de la gente. Esto es un mensaje a la autoridad, una alerta, una demanda. Si hace calor, ¿cómo nos refrescamos? Está la Costa Verde, pero esta tiene pocas zonas donde se puede bañar”.
SEGUIR LEYENDO