“Siempre en nuestro corazón, Sandrito”, reza el mensaje de Alianza Lima en homenaje a Sandro Baylon, aquella figura victoriana que se apagó hace 22 años en un trágico accidente el 1 de enero del 2000, en Año Nuevo, en una de las curvas de acceso de la Costa Verde. Se había apagado una gran promesa del fútbol peruano a los 22 años.
Después de las celebraciones de la llegada del nuevo milenio se conoció la noticia que enlutó el fútbol peruano: El último potrillo había partido a la eternidad.
Sandro Baylón había pasado el Año Nuevo en su barrio. A las 6 de la mañana, tomó su auto para dirigirse a la playa Santa María, donde lo esperaba su gran amigo y compañero de equipo, Henry Quinteros. Lamentablemente, perdió el control del vehículo, un Toyota Corolla, y se estrelló contra un poste en la Costa Verde.
Las investigaciones indicaron que su celular habría distraído al jugador blanquiazul. La Policía Nacional del Perú (PNP) revisó que en el registro de llamadas de Baylón figuraba una de un segundo de duración, que fue a la hora exacta del accidente; el futbolista desatendió el camino para responder y esto resultó fatal. Se cree que el auto iba a una velocidad de 130 kilómetros por hora.
El 2 de enero del 2000 los restos del futbolista aliancista fueron velados en el estadio Matute, con los hinchas, amigos, familiares y jugadores más cercanos. Llegaron más de 10 mil personas a despedirse del ídolo blanquiazul.
HIPÓTESIS DE SECUESTRO
Llegar al celular de Sandro Baylón no fue fácil. En el accidente no se encontró el móvil y se supuso un intento de secuestro hasta que la PNP dio con el paradero de Gino Alejandro Molina Peralta, un curioso que estaba pasando en la Costa Verde en un taxi y vio el accidente.
Los agentes de la Unidad de Investigación de Accidentes de Tránsito (UIAT) detuvieron al joven de 21 años en su domicilio de Bello Horizonte, en el distrito de Chorrillos, después de estudiar el registro de llamadas desde el celular, perteneciente al jugador, y que habían sido hechas después del accidente por Molina Alejandro.
“Poco antes de llegar a Marbella, un Toyota que venía muy rápido nos pasó por la izquierda y un poco más adelante voló y se dio contra el poste”, contó a la PNP.
El carro había quedado de costado. El taxista se detuvo y con el joven se acercaron al vehículo y lo empujaron para volverlo a su posición original. Molina dijo que la neblina y la llovizna impidieron que vieran a la víctima aprisionada entre los fierros. Pero se robó el celular que estaba tirado en la pista. “Yo no sabía que era de Sandro Baylón”, comentó.
Así, se desestimo la hipótesis de un intento de secuestro que indicaba que otro vehículo había perseguido al Toyota del jugador cerrándole el paso. Sin embargo, con el hallazgo del celular se pudo resolver ese rompecabezas.
CARRERA EXITOSA EN ALIANZA LIMA
Sandro Baylón era rápido para los cruces y tenía gol en el área rival. Fue considerado el mejor jugador del año en 1999 y se consolidó como capitán de la selección peruana Sub-23, que compartió con Mario Gómez, Marko Ciurlizza, Claudio Pizarro, entre otros. Era sobrino del también futbolista de Alianza Lima y mundialista Julio Baylón.
El defensa jugó en Bella Esperanza (el equipo de Segunda División de Alianza Lima) entre 1996 y 1997. Por sus destacadas actuaciones en el campo de juego, Sandro Baylón fue ascendido al primer equipo y logró el campeonato de 1997 después de 18 años sin títulos.
El juvenil también logró el campeonato del Torneo Clausura de 1999. Se conoció, luego del accidente, que el zaguero era pretendido por el Werder Bremen de Alemania, equipo donde jugaría su compañero en la selección peruana Sub-23, Claudio Pizarro.
Todos los 1 de enero, desde su partida, Alianza Lima lo recuerda con mucho cariño. Además, es parte especial del Comando Sur, barra del cuadro blanquiazul.
MURAL DE SANDRO BAYLÓN
A 22 años de su partida, Alianza Lima convocó a artistas urbanos para que hagan un mural de Sandro Baylón en sus instalaciones del estadio Alejandro Villanueva, Matute, para conmemorar al futbolista.
Hicieron la imagen del defensa con las manos juntas a pocos metros del estadio. Fue pintado al lado de Luis ‘Potrillo’ Escobar, emblema del equipo de La Victoria, que perdió la vida en la tragedia aérea del club el 8 de diciembre de 1987.
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