Los mejores libros de peruanos este 2021, según gestores literarios

Victoria Delgado, Romina Silman, Gianfranco Hereña, Bélen Santos, Sebastián Uribe, Perla Ruiz y Jaime Cabrera nos contaron cuáles fueron sus libros preferidos de escritores y escritoras nacionales este año.

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Infobae se comunicó con varios gestores literarios para que comenten cuáles habían sido sus tres o cuatro libros favoritos de escritores y escritoras nacionales este año. Hubo un consenso con las novelas El intervalo del diablo, de Alfredo Cossío (Colmillo Blanco) y El año del viento, de Karina Pacheco (Seix Barral), el libro de cuentos La vida de las marionetas, de Fiorella Moreno (Alastor) y el poemario Un sonido amarillo (Álbum del Universo Bakterial), de Rosa Granda.

ROMINA SILMAN - LEER ES BONITO

Geografía de la oscuridad, Katya Adaui (Páginas de espuma)

La ambigüedad dolorosa de los vínculos filiales. Nuestra casa, nuestro hogar, nuestro supuesto lugar seguro es al mismo tiempo el espacio que nos marca y nos sentencia. Con un lenguaje vivo, poético y concreto, una voz propia y original, Adaui desencadena una mirada y humor nostálgico hacia el pasado y la geografía compleja de la familia.

Lecciones de origami, Augusto Effio (Reedición, Peisa)

El microcosmos de San Cristóbal nos recuerda que somos el producto de donde crecimos, nuestro lugar de origen nos define y nos explica. Difícil llegar a la perfección de un cuento. Los lectores no le damos tregua ni permiso para equivocarse. Pero Augusto Effio lo hace multiplicado por seis. Lecciones de origami es de esos libros que parecen hechos de filigrana.

La vida de las marionetas, Fiorella Moreno (Alastor)

Fiorella Moreno nos presenta un libro de relatos de gran lirismo y prolijidad. Recorremos la vida de Anna desde diferentes miradas y lugares. Cada episodio se convierte en un símbolo de la desintegración de la familia y, junto a ella, de la identidad. La estructura y el lenguaje nos revelan a una autora con mucha pericia y destreza.

La vida de las marionetas,
La vida de las marionetas, de Fiorella Moreno. Foto: Alastor Editores

VICTORIA DELGADO - LIBROS PARA BUDDY

El intervalo del diablo, Alfredo de Cossío (Colmillo Blanco)

Esta novela cuenta la vida de Marco, más conocido como “Satana”, el guitarrista de una banda peruana de black metal noruego, que es hijo de un cantante de música chicha apodado “El tunche” y que en su momento fue un referente, pero en la cúspide de su carrera y en pleno auge de la música popular, desapareció sin dejar rastro. La ausencia del padre, la búsqueda de un lugar en la sociedad y sentir que tiene una familia hace que siga a Helvete, su único amigo y líder de “Ultrainferno”.

La historia nos lleva desde las tocadas subterráneas de grupos de rock —que fue una de las partes que más disfruté— hasta los cuestionamientos y contradicciones de Marco. La música y los propios conflictos hacen de esta novela una buenísima historia para leer.

En la última noche yo te amé, Paul Montjoy Forty (Caja Negra)

Una novela de suspenso ubicada en Lima a finales de la década de los años ochenta. En un hotel de lujo es encontrado el cuerpo de una mujer. La causa de esta muerte habría sido un suicidio. Las investigaciones policiales no arrojan muchos detalles hasta que el periódico Tribuna Libre logra relacionar este fallecimiento con un poderoso hombre de negocios.

Este crimen es la excusa perfecta para tener una mirada sobre lo que fue el Perú a inicios de los años 90 con la corrupción, programas y canales de televisión vendidos al régimen dictatorial de Alberto Fujimori y el caos que sembraba el terrorismo sin que se tomen realmente las medidas correctivas. Una novela adictiva con un trasfondo muy interesante.

Alguna vez esto dolió, María Alejandra López (Colmillo Blanco)

Este es un poemario que disfruté mucho, con temas que abordan el amor, el desamor, los conflictos internos, la madurez y todo lo que ello conlleva. Poemas que reflejan todo eso que dejamos o que nos cuesta soltar. Aun cuando no soy una experta en poesía regreso a estos versos porque me hacen sentir que encuentro una voz conocida.

Alguna vez esto dolió, de
Alguna vez esto dolió, de María Alejandra López. Foto: Colmillo Blanco

GIANFRANCO HEREÑA - EL BUEN LIBRERO

El año del viento, Karina Pacheco (Seix Barral)

Muchas cosas no han cambiado en un país extremadamente centralista que vive de espaldas a sus problemas. En El año del viento, Karina Pacheco demuestra todas las armas que la convierten en una narradora que ha alcanzado su madurez estética y literaria. Con ello, me refiero a que logra que la historia de estas dos niñas separadas por el conflicto armado interno logren atravesar épocas y que las narraciones se crucen en una serie de situaciones que nos dejan colgando con una pregunta: ¿qué tanto más seguiremos abriendo las grietas de nuestra democracia?

Dos testimonios que conviene leer no solo desde el revisionismo histórico sino desde la empatía, ya que cada una de ellas mantendrá una visión particular a propósito de la guerra interna y esta nos llevará a sus diferentes cosmovisiones.

Barrio laberinto, Leonardo Ledesma Watson (Alfaguara)

Algo que destaco siempre en una buena lectura es la capacidad de ser conciso. Leonardo Ledesma Watson lo logra. Sus cuentos, como golpes directo al rostro y a la conciencia, nos retratan la vida de seres en cuyo contexto se ha normalizado la violencia que es retratada como cotidiana y donde descubrimos arquetipos tan bien descritos que uno se siente a salvo como lector, ya que como testigo presencial, no puede sino indignarse y salir con una serie de cuestionamientos.

El escritor debe de ser de esos autores a los cuales, además, he descubierto este año y que mejor impresión me dejan. Barrio Laberinto es, sin duda, una lectura ligera con un certero golpe que dejan las historias bien escritas.

Gauguin en la avenida Emancipación, Helio Ramos (Colmillo Blanco)

La crónica tiende a ser un género en el que cada vez se experimenta menos y, en ese sentido, Colmillo Blanco viene anotando ya dos hits. Lo hizo el año pasado con el libro de Luis Miranda (El pintor de Lavoes) y lo hace ahora con esta gran publicación de Helio Ramos, destacado periodista cuya visión y buena pluma quedan evidenciadas.

Este libro apela a un lenguaje exquisito para referirse a sus retratados y demuestran que el periodista logra adentrarse en el mundo interno de cada uno de ellos. Así, podemos ir desde Flora Tristán hasta Muhammad Ali en ese peligroso sendero que significa hacer de las palabras un paladeo constante. No caeremos rendidos a la lona del tedio ni de lo rebuscado sino que cada página se torna refrescante y la realidad más llevadera con una prosa que merece destacarse. Sin dudas, de lo mejor del año.

Barrio laberinto, de Leonardo Ledesma
Barrio laberinto, de Leonardo Ledesma Watson. Foto: Alfaguara

BELÉN SANTOS - ALTERNATIVA CORRECTA

El intervalo del diablo, Alfredo de Cossío (Colmillo Blanco)

Brutal. Un libro que mezcla la magia negra con los rituales de la música. Esta escena de la herencia familiar de un joven de una familia disfuncional que sigue viviendo su época rebelde y, como todo muchacho, cree ser especial.

Todo inicia en una tocada de la música subte. Su banda y él alucinan ser prodigios, pero todo se pone raro cuando en una tocada acuchillan a su amigo y unas sombras comienzan a seguirlo. Consecuentemente ha vuelto el recuerdo de su padre, un chichero reconocido que dicen que tocaba como los demonios. La historia entreteje misterio y psicología. Hay una sensación de vacío y persecusión.

Ya no llores palomita, Sócrates Zuzunaga (Quimérica)

Un excelente libro para traer la nostalgia, magia, crueldad de los andes y también para hablar de la diferencia social, machismo, racismo y clasismo. Lo más ilógico, pero genial del libro es que cuando te chocas con un personaje por el que deberías sentir tristeza o, por lo menos, empatía, lo que causa es cólera, porque lo que él o ella hacen también está mal. La historia arranca con un amor de niños, inocente, y triste a la vez porque a esta joven pareja los persigue la muerte.

Todo empeora cuando a ella le toca vivir la crueldad e injusticia de ser mujer y para callar la boca de todos, tendrán que aceptar el regalo de su patrón. Una novela al nivel de cualquier drama o telenovela de época.

El mundo invisible, Víctor García Belaúnde, Héctor Aponte y Daniel Barona (Sociedad Secular Humanista del Perú)

Tres entendidos en el tema nos develan la verdad de la ciencia. De manera anécdotica, curiosa y rebelde enseñan que la ciencia está en cada paso que damos, incluso en el paradero.

El esfuerzo que hacen para explicarnos lo que sucede y sucederá con nuestra existencia resulta realmente atractivo, sobre todo, cuando lees que la religión está equivocada, que tu miedo a los fantasmas no podría ser más ilógico y que los viajes astrales no funcionan. No leerlo sería una ofensa a la ciencia y a tu materia gris.

El intervalo del diablo, de
El intervalo del diablo, de Alfredo de Cossío. Foto: Alternativa Correcta

SEBASTIÁN URIBE - UN PERRO ROMÁNTICO

Un sonido amarillo, Rosa Granda (Álbum del Universo Bakterial)

“de golpe las cosas están/como un signo claramente legible/esa pequeña cadena de símbolos que se rebela”. Artefacto visual que conduce a una experiencia poética que explora al máximo las posibilidades del lenguaje y la imagen. Bello montaje.

El hombre más triste. Retrato del poeta César Vallejo, Daniel Titinger (Ediciones UDP)

¿Se puede humanizar al poeta más humano de todos? Después de años de ser un rumor, por fin se publicó este perfil de Vallejo en el que Titinger expone las luces y sombras del poeta, y realza la figura de Georgette y la compleja relación que tuvieron.

No hay más ciudad, Francisco Izquierdo-Quea (Animal de invierno)

Con pasajes que recuerdan mucho a la narrativa de Alejandro Zambra —con cierto humor, pero sin caer en el constante sambenito de la sensiblería efectista de la narrativa peruana actual— Francisco Izquierdo-Quea esboza un retrato de aquellas relaciones afectivas que evitan el agobio contemporáneo de la extrema individualización. Refleja cómo la amistad y el amor fungen de antídotos al fracaso insular, incluso en su rememoración, cuando ya todo está o parece perdido.

Un sonido amarillo, de Rosa
Un sonido amarillo, de Rosa Granda. Foto: Álbum del Universo Bakterial

PERLA RUIZ - PERLAS DE PAPEL

Y líbranos del mal, Santiago Roncagliolo (Seix Barral)

El autor nos hace, junto a Jimmy, el protagonista, cómplices de todos los crímenes cometidos y descubrimos de la mano de este cómo es que se crea un monstruo, y la manipulación y el desconocimiento son utilizados para aprovecharse de aquellos más débiles.

El año del viento, Karina Pacheco (Seix Barral)

Un libro lleno de nostalgia e idealización de un pasado que, al ser visto a través de los ojos de una niña, es hermoso, pero desde la adultez resulta ser enigmático, lleno del dolor y crudeza por todo lo perdido a causa del terrorismo.

Seis capítulos perdidos y otros extravíos, Fernando Ampuero (Tusquets)

Una recopilación de cuentos, relatos y capítulos, algunos reales y otros no, que nos hacen viajar a través de la mente del escritor y nos llevan desde anécdotas con otros intelectuales, a pasajes bíblicos, el infierno y mucho más.

El año del viento, de
El año del viento, de Karina Pacheco. Foto: Librería El Virrey

JAIME CABRERA - LEE POR GUSTO

“El tiempo —ese implacable e ineludible juez— dirá si estos son los mejores libros del año, pero en todo caso quiero presentar algunas lecturas que siguen resonando en mí. Las considero dignas de destacar tanto por su trabajo del lenguaje y por la manera en que cada autor o autora abordan los distintos temas que nos presentan”, dijo el gestor del proyecto literario Lee por Gusto antes de mandarnos su lista de libros.

Poesía, varias autoras

Con una diversidad de voces y propuestas, la poesía ha sido el género más potente en este año. Destaco Un sonido amarillo, de Rosa Granda, donde confluyen lo ensayístico y lo audiovisual. Así también, Una animal en mí, de Juliane Angeles, cuyos poemas cuestionan los roles de la mujer desde lo cotidiano, con sencillez y profundidad. Del mismo modo, Roxana Crisólogo ha trabajado el extrañamiento, la incomunicación y la búsqueda de respuestas en Kauneus (la belleza). En Noema, Marina Irkalla explora la mirada y las sensaciones del yo poético que se evidencian a través de un tono marcado por el asombro.

La vida de las marionetas, Fiorella Moreno (Alastor)

Ha sido una gratísima revelación en este 2021. Son siete las historias que tienen como protagonista a Anna. La tensión entre sus personajes, la construcción psicológica de los mismos y el vuelo poético de la narración, hacen de este libro una experiencia inquietante para el lector. Un debut muy auspicioso de una autora joven influenciada por Virginia Woolf y Clarice Lispector.

Huaco retrato, Gabriela Wiener (Literatura Random House)

Conocida como cronista y por el tono desenfadado de sus historias, Gabriela Wiener nos presentó su primera novela, Huaco retrato. En ella parte de una indagación familiar sobre su tatarabuelo paterno de origen austriaco. Ese viaje por el pasado lleva a la narradora a confrontar su identidad mestiza y cuestionar la dominación poscolonial, así como el racismo y la xenofobia imperantes en la actualidad. Partiendo de lo íntimo, Wiener, en realidad, habla de temas muy arraigados en sociedades latinoamericanas.

Algo nuestro sobre la tierra, Joseph Zárate (Literatura Random House)

Joseph Zárate nos presenta las historias y testimonios de un grupo de trabajadores anónimos que realizaron diversas labores relacionadas con la muerte durante el inicio de la pandemia del COVID-19. En Algo nuestro sobre la tierra, el cronista despliega su sensibilidad y excelente pluma para relatarnos aquello que en los medios de comunicación fue presentado de manera anecdótica o simplemente no apareció. Este libro es una muestra de cómo se puede narrar con belleza una experiencia terrible.

Kauneus (la belleza), de Roxana
Kauneus (la belleza), de Roxana Crisólogo. Foto: Intermezzo Tropical

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