Una mujer se lanzó desde la azotea en un octavo piso de un edificio multifamiliar La Plazuela de Chorrillos. Una unidad del cuerpo de bomberos llegó al lugar para brindarle atención médica. Según los vecinos se encontraba agobiada por los males de salud que la aquejan.
“Ella lo que decía es que se ha querido matar. Estaba cansada, ella viene sufriendo enfermedades desde hace tiempo”, comentó una vecina de la residencial a las cámaras de Panamericana Televisión.
Los ocupantes del edificio quedaron desconcertados con el impacto de la mujer con el vehículo de color gris que se encontraba estacionado. El auto quedó con el parabrisas y el capot destrozados.
Según indicaron los vecinos, se escuchó un ruido inusual, como si se hubiera reventado una llanta. Alertados, salieron a ver lo ocurrido y encontraron a la mujer. Rápidamente pidieron auxilio para que la asistan.
Eran aproximadamente las 10:20 a.m. cuando se escuchó el ruido. “Arriba en la azotea tenemos videos de las cámaras de seguridad. Primero, se le ve subiendo por la torre, camina por el borde, y ahí es donde se ha trepado por cordeles, luego no se ve, porque el muro la tapa”, explicó una de las testigos.
Las imágenes se encuentran en la comisaría del sector y la mujer está recuperándose, pero su pronóstico aún es reservado.
SUICIDIOS EN LIMA CRECIERON EN PANDEMIA
La pandemia por la covid-19 también ha impactado significativamente en la salud mental de los peruanos, incrementando de 1.3% a 8.6% (555,000) la cifra de personas con el pensamiento de que “sería mejor estar muerto o deseaba estar muerto”
De mismo modo, el porcentaje de personas con ideas de quitarse la vida aumentó de 0.6% a 1.6% (103,000), mientras que las cifras por depresión han crecido de 2.8 a 7.5%, con más frecuencia en las mujeres.
Estas cifras son resultado de un estudio del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM), del Ministerio de Salud (Minsa), realizado en Lima Metropolitana para evaluar el impacto de la covid-19 en la salud mental. La muestra involucró a 1,823 personas adultas de 18 años a más.
Al comentar los datos, Arturo Changana, psiquiatra de emergencia del INSM, señaló que la muerte de familiares a causa del virus, la incertidumbre ante el futuro, las pérdidas económicas y el desempleo son factores condicionantes para el pensamiento e ideas de autoeliminación en tiempos de pandemia.
No obstante, precisó que para presentar una conducta suicida, es decir cuando la persona intenta quitarse la vida o lo concreta, el factor de mayor riesgo es el antecedente de intento suicida previo y la afección de patologías psiquiátricas, siendo la depresión severa su principal causa.
Entre otras causas se encuentran el trastorno límite de la personalidad, la dependencia al alcohol y otros tipos de drogas como la cocaína. En lo que va de la pandemia hasta hoy el Servicio Emergencia del INSM ha realizado 1,542 atenciones por conducta suicida, siendo 872 por intento y 670 por ideación suicida sin intento.
El psiquiatra recomendó a las familias, amistades, compañeros de trabajo y miembros de la comunidad estar alertas ante los cambios conductuales y emocionales que pueda presentar alguno de sus integrantes, más aún en estos tiempos de emergencia sanitaria ante una posible tercera ola.
La tristeza prolongada en forma continua (más de dos semanas), desmotivación, fatiga, pérdida de la capacidad para disfrutar de actividades placenteras, y de planificación, aislamiento social, dificultades para dormir, pérdida del apetito, problemas para concentrarse son las principales señales de una persona con depresión severa.
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