Con la llegada de la variante ómicron al Perú, el sistema de salud está en alerta. En las últimas horas, los infectados con esta cepa pasaron de 12 a 47, lo que ha obligado al gobierno a tomar algunas decisiones para las fiestas de fin de año.
Recordemos que hace un año, las aglomeraciones por las fiestas de Navidad y Año Nuevo terminaron desencadenando la segunda ola del COVID-19 que cobró la vida de 90 mil peruanos. Este recuerdo reciente sirve como ejemplo para corregir errores.
El ministro de Salud Hernando Cevallos anunció que para este 24 y 31 de diciembre el toque de queda iniciará a las 11 p.m. hasta las 4 a.m. del día siguiente. Hizo un llamado a los peruanos a acatar este nuevo horario a fin lamentar más adelante una tercera ola que podría superar la capacidad de respuesta del sistema de salud peruano.
“Reunámonos con nuestra familia más cercana, con la que compartimos todos los días y ese es el sentido de la Navidad, pero no reuniones más grandes”, aconsejó el titular de Salud.
Este nuevo cambio de horario del toque de queda para Navidad y Año Nuevo también mantiene la prohibición de fiestas, reuniones familiares y eventos sociales de todo tipo en las fechas de fin de año.
De acuerdo al Decreto Supremo Nº 179-2021-PCM, el sábado 25 de diciembre del 2021 y el sábado 1 de enero del 2022 será contra la ley organizar cualquier tipo de evento a nivel nacional, incluidos los que se hagan en domicilios propios de reuniones familiares. Anunciaron que la Policía Nacional del Perú y las Fuerzas Armadas recorrerán las principales calles de todo el Perú a fin de intervenir a los infractores. Este nuevo horario deberá ser cumplido a nivel nacional y ya no por regiones de nivel de alerta extremo o moderado.
A propósito de estas restricciones, la Fiscalía de la Nación - Ministerio Público, a través de las Fiscalías Especializadas en Prevención del Delito, recordó en sus redes sociales que “está prohibido organizar reuniones sociales y fiestas de fin de año para evitar la COVID-19. Respeta las medidas sanitarias impuestas por la autoridad”.
Indicó que organizar reuniones sociales y fiestas de fin de año pese a la prohibición por la COVID-19, violando las medidas sanitarias impuestas por la autoridad, es delito. Y señaló que las penas que pueden enfrentar son de 6 meses a 3 años de pena privativa de la libertad.
RESTRICCIONES EN LAS PLAYAS
El ministro Cevallos dio a conocer que para los días 25 y 26 de diciembre y 1 y 2 de enero queda prohibida la venta y consumo de bebidas alcohólicas y de alimentos en playas, piscinas públicas y ríos. Además de esta disposición, remarcó que quienes concurran a las playas deben hacerlo con su carnet de vacunación donde se consignen las dos dosis contra el COVID-19.
“La mayoría de estas medidas ya eran conocidas, de lo que se trata es que se preserven las condiciones sanitarias para evitar contagios. La decisión del gobierno es priorizar la salud, más allá de las reuniones sociales. El núcleo familiar se puede reunir con los cuidados necesarios, pero evitemos aglomeraciones”, señaló.
En esa línea, indicó que se ha decidido ampliar el estado de emergencia a nivel nacional a partir del sábado 1° de enero del 2022.
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