El mes pasado, la ciudadanía se conmovió por la historia del zorrito Run Run encontrado en Comas. Sobre todo por la situación del tráfico de animales silvestres que persiste en el país. Ahora sucedió el caso de un guanay herido que fue rescatado por personal de la Subgerencia de Salud Pública de la Municipalidad de Surco.
Además, fue entregado Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) para su rehabilitación ¿Cómo encontraron al guanay? Fue gracias a un vecino de la zona quien se percató de la presencia del ave en el interior de una iglesia, ubicada en la cuadra 6 de la avenida Monte de los Olivos. Según la versión de los hechos, lucía desorientado y caminó de forma rápida al notar la presencia de la Brigada de Rescate de Surco.
El guanay es un ave de dos años de edad que habría sido víctima de tráfico de animales silvestres.
“Esta no es una ave doméstica. Está protegida por el Estado. No teníamos forma de entrar a la iglesia ni tampoco un policía que certifique que nuestro ingreso era netamente para salvar al animal. Esperamos varios minutos a que el ave se anime a salir. Sacó su cuello por una rendija y ahí pudimos tomarlo”, contó Pedro Ramos, veterinario municipal de Surco.
Al lograr capturarlo, el guanay fue puesta dentro de un canil y llevada al Parque de la Amistad para ser puesto a disposición de los especialistas de Serfor. La buena noticia es que no tiene heridas de gravedad.
“Normalmente, la gente los saca de su hábitat. Esta es un ave marina. No debería estar en esta parte de Lima. Algunos andan de dos. Si tienen hermanos o hijos, andan juntos, pero este está solo”, manifestó Analí Velásquez, ingeniera ambiental de Serfor que recogió al animal. Una vez recuperado, será liberado para reencontrarse con los de su especie.
MÁS SOBRE EL GUANAY
El Guanay es un ave guanera de la corriente de Humbolt que habita en colonias de cientos de miles de individuos en las islas de la costa peruana donde anida en superficies planas.
Su nombre está asociado al del guano, producto de exportación del Perú del siglo XIX. En 1954 se estimaba su número en 22 millones de individuos tan sólo en la costa central del Perú y actualmente reducido a menos de 900 mil individuos en Perú y menos de 3 millones en todo su hábitat.
Por otro lado, se alimenta de anchoveta y por ello sus números se reducen dramáticamente en los años del Niño. Se zambulle desde el aire a profundidades de 30 metros.
TRÁFICO DE ANIMALES
En noviembre del presente año, Walter Silva, veterinario y especialista en vida silvestre del Servicio Nacional de Bosques y Vida Silvestre (SERFOR) dijo que muchos animales silvestres son traídos por ‘traficantes’ de áreas amazónicas como Loreto, Ucayali y Madre de Dios, para ser comercializados ilegalmente en Lima. “El tráfico de vida silvestre trae estas consecuencias. Se capturan muchos especímenes de crías, matan a los padres y los ejemplares más jóvenes son comercializados ilegalmente en mercados informales”, sostuvo. “En este caso, un zorro comprado como perro doméstico”, agregó.
El veterinario dijo que SERFOR ha realizado 128 intervenciones este año para confiscar animales salvajes en Lima. El comercio ilegal de animales es un delito en Perú y conlleva penas de entre tres y cinco años de prisión, dijo Silva.
Cabe recordar que el Decreto Supremo D.S 019-2015/ Minagri, establece el reglamento de la Ley Forestal y Fauna Silvestre N°29763 para la gestión de la fauna silvestre. Dicha norma precisa que cazar, capturar, colectar, poseer, adquirir, ofrecer para la venta animales silvestres o vender, transformar, almacenar, comercializar, importar o exportar productos de fauna silvestre son infracciones muy graves, plausibles de sanciones y/o multas.
Las penas van desde el decomiso de los animales silvestres o productos generados por ellos hasta el pago de una multa de 22 millones de soles (5,000 UIT)
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