La situación en el partido Perú Libre ya era tirante prácticamente desde que inició el gobierno de Pedro Castillo. Se revelaron con las pujas internas por copar el gobierno con sus militantes: por un lado, el ala dura liderada por el secretario general del partido Vladimir Cerrón y la otra, una facción más moderada que iba tomando fuerza. Mal que bien, hasta este jueves 16 había mantenido la unidad y en las decisiones importantes lograron apoyar en bloque. Pero eso se acabó en el pleno de hoy.
Todo inició con una moción de censura presentada por el congresista Guillermo Bermejo la semana pasada contra la presidenta del Legislativo, María del Carmen Alva. La razón era que habían serias acusaciones desde España que señalaban que la acciopopulista había dado un discurso antigobierno durante su visita oficial al Congreso de España. Sin embargo, la noticia fue perdiendo fuerza. Alva negó los hechos y hubo diputados españoles (de extrema derecha) que descartaron dichas acusaciones.
Cuando en el pleno del jueves se discutió si la moción de censura pasaba a debate, apenas 20 congresistas votaron a favor: 15 de Perú Libre y 5 de Juntos por el Perú. Mientras que 83 legisladores votaron en contra de admitir la moción. Para coronar, Guido Bellido, expremier y congresista de Perú Libre abrazó a Alva luego de la votación.
Con el mal sabor de boca de no haber sido respaldado por su propio partido, Bermejo tuiteó: “Quiero buscar motivos para quedarme en la bancada, y honestamente no los encuentro”.
Horas después, Bermejo publicó en sus redes sociales el oficio remitido a la bancada donde anunció su renuncia irrevocable. Pero no fue la única renuncia del día. Hubo efecto dominó.
Casi en paralelo, Hamlet Echeverría también informaba sobre su salida. Explicaba que si bien se mantenía la lealtad con el gobierno de Castillo, “nuestras convicciones nos impiden continuar en una bancada con liderazgo errático y que se abraza con los principios conservadores de la derecha más rancia”.
En declaraciones a canal N, comentó que su renuncia “se debe a que hay mucha diferencia en un sector de la bancada que tiene una posición alineada a la derecha”.
Antes que acabara el día, la congresista y actual ministra de Trabajo y Promoción del Empleo, Betssy Chávez, también dio un paso al costado de la bancada. “Existen acciones contrarias a la gobernabilidad que desdibujan el principio de unidad. (…) Seguiremos en las filas de la izquierda regional, leal y reflexiva por la que he transitado toda mi vida. (…) Lucharemos contra los golpistas desde donde sea que estos vengan, de la DBA [derecha bruta y achorada] o de la IBR [izquierda bruta y trasnochada]”, se lee en su carta de renuncia.
REACCIONES DESDE DENTRO
Como es evidente, las renuncias en la bancada oficialista generaron reacciones. El vocero del partido, Waldemar Cerrón, comentó: “Vamos a evaluar como bancada [la renuncia de Bermejo] y le vamos a dar una respuesta. Si no hay disciplina en la bancada, nosotros no vamos a ir a ningún lugar”.
Quien también se pronunció fue Guido Bellido, expremier y militante de Perú Libre. “Ustedes habrán visto que han habido diferencias, no había una militancia plena ni coincidencias en el plano político, ideológico y orgánico. Nuestro partido es orgánico, nos guiamos por ciertos principios. Ni la chacota, ni el desorden, ni el individualismo pueden primar. Porque así no podemos sostener un trabajo como el que hemos venido planeando e implementando en este proceso”, sentenció.
“Muchas veces vale más la calidad que la cantidad. De qué sirve si ciertos acuerdos incluso se rompen por ciertas responsabilidades. Es importante que el acuerdo y el consenso en la bancada estén sólidos”, expresó el congresista.
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