Tenía toda una vida por delante cuando un delincuente acabó con sus sueños de convertirse en un gran profesional en la salud, luego de asesinarlo con dos balazos.
Acababa de cumplir 18 años y se encontraba estudiando psicología en la universidad, pero nuevamente la inseguridad ciudadana cobra una vida inocente, solo por un nefasto objetivo: robarle su celular.
Adrián Vilela se encontraba caminando por las calles de Los Olivos, cuando de pronto un sujeto intentó arrebatarle su equipo celular y el joven al poner resistencia este malhechor le disparó dos veces, impactando el primer balazo en el abdomen. Ya tirado en el suelo, herido por el primer balazo, el delincuente decide a muy corta distancia dispararle en la cabeza.
“Él era un buen joven, cariñoso, de casa. Trabajaba para ayudarse con los algunas cosas de la universidad. Yo siempre voy a estar orgullosa de él, del gran hombre que crie”, asegura la madre del joven.
A su turno, el padre de Adrián se sumó al llamado de las autoridades para exigir justicia por el asesinato tan cruel hacia su hijo, un joven que solo quería terminar de estudiar y convertirse en un gran profesional.
El día del asesinato, Adrián decidió salir a comer helados con una amiga, pasaban más de las 9 de la noche y su familia empezó a preocuparse porque no había señales del joven. En su desesperación, el padre de Adrián decide salir a buscarlo en su auto porque algo intuía, pero no lo logró encontrarlo.
De pronto, una llamada de la policía nacional, fue la estocada final para la familia. Adrián había sido víctima de la delincuencia y producto de eso sufrió dos disparos, le dijo el oficial a cargo del caso.
Inmediatamente, el joven fue llevado al hospital Cayetano Heredia en donde le informaron a la familia, que el estado de Adrián era muy delicado, ya que la masa encefálica estaba expuesta producto al disparo en la cabeza.
“El doctor fue claro con nosotros: Si mi hijo hacía un cuadro de paro cardíaco, era el final y fue así, entré a despedirme de mi hijo y minutos después, dejó de respirar y era el fin”, contó muy acongojado el padre de Adrián.
Vecinos de la zona se unieron al pedido de los padres de Adrián y también exigen justicia para que pronto den con el paradero del asesino.
Por otro lado, los moradores de la urbanización Villasol, aseguran que los delincuentes se han apoderado de las calles y que las autoridades no hacen nada por frenar la ola de robos en la zona.
Asimismo, pidieron más respaldo municipal y policial para salva guardar la integridad de los vecinos de este lugar.
“Estamos cansados de la delincuencia, todos los días roban, asaltan y siempre con la misma modalidad, vienen con armas de fuego y si no les das lo que ellos quieren, te matan”, expresó una vecina del lugar.
“La policía ya no puede hacer nada, parece que todo se ha salido de control, ya esto se ha convertido en tierra de nadie. No puede ser que todos los días estemos expuestos a que nos maten o nos roben”, agregó otro morador de la zona.
Según el especialista en seguridad ciudadana, César Ortiz Anderson, señaló que cuando una persona está siendo apuntada por una pistola, es mejor no resistirse al robo y sobre todo no intentar forcejear con el delincuente, porque el ladrón va con una finalidad: robar o matar.
Asimismo, indicó que la prevención es importante. Si alguien va a salir cerca de casa a dar una vuelta, a comprar el pan, al mercado, es mejor no llevar celular ni cargar mucho dinero y siempre estar al tanto de las personas al rededor.
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