Jóvenes estudiantes de la PUCP son premiados por elaborar diseño de minisatélite para la agroindustria

Lograron el primer puesto en la categoría Desafío de satélite en el Latin American Space Challenge (LASC) 2021.

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El grupo Chaska, conformado por
El grupo Chaska, conformado por estudiantes de Ingeniería Mecatrónica e Informática de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), obtuvo el primer lugar en la categoría Desafío de satélite en el Latin American Space Challenge (LASC) 2021. Foto: PUCP.

Orgullo peruano. El grupo Chaska, conformado por estudiantes de Ingeniería Mecatrónica e Informática de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), obtuvo el primer lugar en la categoría Desafío de satélite en el Latin American Space Challenge (LASC) 2021.

Este es un evento de ingeniería de cohetes y satélites experimentales de Latinoamérica, con el diseño de un minisatélite destinado a la agroindustria.

En los últimos meses, el equipo estuvo trabajando en un minisatélite enfocado a la agroindustria que pueda ascender hasta 400 metros de altura con la ayuda de un dron y transmitir en tiempo real los datos de temperatura, humedad, presión, radiación ultravioleta y calidad de aire (CO y CO2).

“Era algo nuevo, algo aeroespacial. La primera tarea como grupo fue investigar independientemente estas dos áreas: Arliss y CanSat. Nos reunimos un sábado, y al siguiente teníamos que hacer la presentación de la investigación. Expusimos todo lo que habíamos investigado, los puntos a favor y en contra, y era más factible hacer un CanSat, ya que era la mejor propuesta para comenzar con proyectos aeroespaciales, relató Mayli Tafur, integrante del equipo Chaska para Agencia Andina.

“Nos encaminamos e investigamos cómo empezar a hacer un CanSat: ya sabíamos qué era, pero no sabíamos los pasos, sus divisiones, de qué se compone y todo ello. Nos dividimos en parejas e investigamos la mayor cantidad de competencias que pudiéramos encontrar, porque queríamos investigar y aplicar”, enfatizó Tafur. Una de las mayores motivaciones de todo el equipo era materializar sus conocimientos: ser capaces de crear.

Para organizarse, el equipo se dividió en subgrupos dedicados a la mecánica, electrónica e interfaz. Es así como comienzan la fase de investigación para luego postular a algún concurso. Luego de mucho esfuerzo, llegaron a LASC.

El equipo de Chaska nació en marzo del presente año con el fin de desarrollar un picosatélite CanSat, una simulación de un satélite real integrado en el volumen y forma de una lata de refresco cuya misión puede ser recoger datos o efectuar retornos controlados.
Foto: Andina.
Foto: Andina.

¿CÓMO FUNCIONA EL MINISTATÉLITE?

“Nos encargamos de la parte de visualización de datos; es decir, conectar este satélite miniatura con una interfaz gráfica para poder ver la data censada. Allí trabajamos herramientas de desarrollo web, explicó Marcelo Jara Solano, de la especialidad de Ingeniería Informática, al medio de comunicación peruano.

“Incluso en la etapa de estado del arte, vimos otro tipo de herramientas, y hubo una etapa interactiva donde tuvimos que cambiar de tecnología escogida, porque la que escogimos al inicio no suplió las necesidades que teníamos”, agregó, quien a su vez resalta la pertinencia y pasión con la que cada integrante se comprometió con la sección asignada: “A lo largo de toda la competencia, trabajamos parejo. Nos fue muy bien en la organización”.

Posteriormente, se investigaron los sensores más importantes que se encuentran en el mercado y los que mejores resultados ofrecen debido a que necesitaban que el minisatélite pueda medir datos atmosféricos como presión, temperatura, rayos UV, humedad y fuerzas inerciales.

“Como el minisatélite que diseñamos tiene dimensiones muy pequeñas, requerimos seleccionar bien esos componentes para que todo entre en el sistema mecánico. También realizamos el diseño de las placas de circuito impreso y realizamos las pruebas por prolongación para que el envío de datos por telemetría funcionara correctamente, acotó Luis Lopez, respecto a la etapa de implementación ejecutada luego de toda la investigación previa.

A través de un algoritmo, los datos atmosféricos fueron comparados con una base de datos recopilada a partir de información del Ministerio de Agricultura y Riesgo, y el Senamhi para conocer el cultivo ideal para sembrar en la zona donde el CanSat descendía. Además, diseñaron un mecanismo de autogiro compuesto por álabes y rodamientos que permiten amortiguar el descenso del minisatélite, aprovechando las ráfagas de aire de la caída con un mayor tiempo de sensado.

El grupo Chaska está integrado por Gregory Chahuayla Damas, Marcelo Jara Falconi, Luis Lopez Mollo, Cristhian Mallqui Castro, Jans Solano Vega, Mayli Tafur Gutierrez y Anthony Valladolid Ballón.

(Con información de Agencia Andina)

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