Aarón Ormeño Hurtado muestra el lado oscuro y la belleza del primer puerto con Amor y sangre en el Callao (Caja Negra, 2021). El escritor se aleja de su primer trabajo Contrabajo y huesos porque para él cada poemario tiene que ser diferente, con versos únicos, que no sean repetitivos ni gastados, esa la forma de arte que aprendió de David Bowie, uno de sus cantantes favoritos.
El poeta quiso dedicar esa magia que ofrece la literatura a varios lugares del Callao, ese lugar donde creció y que tiene 185 años de fundación. Esa mirada personal que no hemos sabido apreciar debido a los asesinatos y robos, a los barrios peligrosos, a la delincuencia.
El escritor chalaco habla en Amor y sangre en el Callao, a través de los versos con personajes, acciones y locaciones. Es su mirada íntima, personal.
“Desde el título ya anuncio cuál es la poética del libro: amor, sangre y Callao. La vida tiene luz y también dolor. Estos conceptos fueron primordiales al momento de empezar a desarrollar el libro”, dice para esta entrevista.
—¿Cuán personal es este poemario? Siento que me estás contando ese Callao íntimo, que has vivido y que muchos, como es mi caso, desconocemos.
—Es un libro personal, pero no íntimo. No estoy contando mi vida. Todo es ficción, salvo los poemas que tienen dedicatoria. En este poemario hago literatura de ciudad. Hablo de lo salvaje y lo bella que es la existencia humana a través de esta localidad portuaria. Es mi visión personal del Callao. No hay objetividad. No es un reportaje ni un documental.
—El atardecer es un bello espectáculo en la avenida Colonial es un verso muy potente porque en esa misma avenida Colonial puedes pasar un robo o una matanza, pero sobrepones todo eso con ese atardecer.
—Hace unos días, un amigo de mi barrio me habló de ese poema. Me dijo que muchos no se dan cuenta del tremendo atardecer que se ve desde la avenida Colonial. Y es cierto, paramos tan distraídos que no disfrutamos de estas cosas de la naturaleza.
—¿Qué influencias tienes para escribir estos poemas? Mientras leí este poemario me acordaba de Un par de vueltas por la realidad de Juan Ramírez Ruiz.
—Los versos de Amor y sangre en el Callao han sido influenciados por los sonidos del mar que se oyen de madrugada en esas calles portuarias. También por la brisa que recorre las veredas y las pistas.
—Hay añoranza sobre el barrio, pero también un Callao violento. Suena un disparo. Nadie se esconde. Quieren saber qué fierro ha parido la bala. Se nota un Callao duro, en carne viva.
Estos poemas los escribí entre balas, brisas y besos. El libro muestra el amor, pero también el lado salvaje de la calle. Se trata de un poemario desarrollado desde los ardores y las frialdades del barrio. En todo momento me alejé de los juicios morales para escribirlo. Es mi Callao personal construido con poesía.
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