Este jueves se sintió un sismo en Lima de 5.5 grados que alertó a los capitalinos. Según un informe elaborado por Lloyd’s sobre el Índice de Riesgo de la Ciudad 2015-2025, se verificó que la capital peruana es la ciudad con mayor riesgo de daños a nivel mundial en caso de que ocurra un terremoto de entre 8.5 y 8.8 grados y cuyos costos podrían superar los 35.5 millones de dólares sin incluir el riesgo de un tsunami.
“Se está acumulando una gran deformación tectónica frente a las costas del Perú que puede dar lugar a un movimiento sísmico superior a la magnitud de 8,5. Si tal terremoto ocurriera cerca de Lima Metropolitana y Callao, las construcciones tendrían que resistir un movimiento telúrico que podría durar hasta cinco minutos”, dijo Adrián Ward representante de Lockton Perú.
Para el especialista la destrucción y el número de muertes que causa un terremoto no solo depende de los parámetros del movimiento (magnitud, distancia, duración y más) y de las condiciones locales del suelo, sino también de la calidad de los edificios afectados y de los planes de respuesta ante catástrofes de los gobiernos.
¿QUÉ HACER PARA PREVENIR DESASTRES?
Por todo ello, en la actualidad existen seguros contra terremotos que podrían ser útiles para todas las personas. Sin embargo, para Ward, las nuevas soluciones de seguros paramétricos diseñadas para eventos sísmicos pueden ofrecer más transparencia y pagos automáticos e inmediatos. Ello a diferencia del que generalmente se ofrece que es como un complemento de la cobertura del seguro contra incendios tradicional o como un componente de una extensión de la póliza.
“Con esta nueva solución, la protección se puede personalizar mediante activadores predefinidos y montos de pago por ubicación. Además, los reembolsos se activan automáticamente cuando se excede la intensidad de un terremoto específico en un lugar determinado. Terceros independientes previamente acordados proporcionan los datos necesarios para activar la cobertura”, sostuvo el ejecutivo.
Asimismo, el representante de la compañía aseguradora señaló que poder asegurar las pérdidas por terremotos enfrenta una serie de desafíos; por eso, algunos gobiernos han establecido acuerdos públicos de reaseguro contra estos fenómenos naturales para respaldar una cobertura de seguro más amplia, en particular dentro de los hogares.
No obstante, sigue existiendo un alto nivel de subaseguro (seguro insuficiente) del riesgo de movimientos sísmicos en la mayor parte del mundo. Esta brecha de protección financiera para el riesgo de terremotos deja a los hogares, empresas y a los gobiernos, vulnerables a las pérdidas derivadas de este tipo de desastres naturales.
Finalmente, el ejecutivo hizo hincapié sobre la importancia de una reconstrucción donde los gobiernos mejoren la calidad y la disponibilidad de mapas sísmicos para identificar con mayor precisión las fallas potencialmente activas.
“Al administrar activamente el riesgo de terremoto, los gobiernos pueden respaldar la asegurabilidad y reducir los costos de respuesta y recuperación de emergencia, reparación de activos públicos y cualquier asistencia financiera o compensación brindada a los afectados. Estos costes pueden tener un impacto importante en las finanzas públicas. Por ello, la implementación de una cultura de prevención y la asegurabilidad de los edificios es fundamental para reducir el riesgo de desastres”, finalizó el especialista en seguros.
Recordemos que el último megaterremoto registrado en Lima y el Callao ocurrió en 1746, por lo que ya van 275 años de silencio sísmico.
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