A nivel mundial, muchas de las personas con problemas de tiroides aun o han sido diagnosticados. Se dice que el 50% de los pacientes tiroideos no saben que tienen la enfermedad debido a que los síntomas que presentan son demasiado comunes y suelen pasar desapercibidos o concentrarse en otras dolencias físicas.
De acuerdo con el Dr. Luis Huarachí, médico endocrinólogo y miembro de la Sociedad Peruana de Endocrinología, esto se debe a que las personas en la actualidad han normalizado los síntomas como el cansancio, caída del cabello o incluso el aumento de peso, a causa del estrés generado durante el home office o a llevar un estilo de vida poco saludable; sin embargo, se podría tratar de señales sobre algún trastorno de la tiroides.
“Estas alteraciones se presentan en las mujeres con una frecuencia de 5 a 8 veces mayor que en los varones, y en ellas puede generar problemas de fertilidad, obesidad, problemas cardiacos, entre otros”, sostiene el especialista.
¿Cómo saber cuando tengo problemas de tiroides?
Es necesario conocer los problemas de tiroides y así mismo fomentar la identificación oportuna. Es por ello que el especialista brinda detalles de cuáles son los principales trastornos de esta hormona y las señales de alerta que puede presentar un paciente no diagnosticado. Anótalas y tómalas en cuenta.
Hipertiroidismo
Esta condición se produce cuando la glándula tiroides segrega demasiada hormona tiroxina. Esta hormona acelera el metabolismo del cuerpo y causa la pérdida de peso involuntaria, junto a latidos rápidos o irregulares. A eso se le añade los posibles síntomas a presentar como nerviosismo, ansiedad, incremento de la sudoración, irritabilidad y manos temblorosas.
Hipotiroidismo
Este desorden de salud ocurre cuando la glándula tiroides no produce la cantidad suficiente de ciertas hormonas. El resultado de esto conlleva a una fatiga o somnolencia, aumento de peso, sensibilidad al frío, depresión, variaciones menstruales, caída de cabello, uñas frágiles y piel seca.
Son síntomas aparentemente comunes, pero a su vez signos de alerta sobre la presencia de tiroides.
El médico resalta la importancia de que los pacientes medicados cumplan de forma responsable con el tratamiento, incluyendo el turno y horario, debido a que cualquier cambio puede generar una variación en las dosis ya recomendadas.
“Asimismo, se debe tener un adecuado seguimiento y control de la patología. La periodicidad de las consultas es determinada por el médico especialista, de acuerdo con la necesidad de cada caso. Por ejemplo, para pacientes con hipotiroidismo, puede ser cada tres meses; mientras que, en el caso de aquellos con hipertiroidismo o en fases iniciales de cualquiera de las dos enfermedades, puede ser hasta cada 14 días”, afirma.
No obstante, el doctor endocrinólogo explica que el diagnóstico de estas enfermedades se da a través de una evaluación de hormona estimulante de tiroides (THS), el cual sirve para identificar a tiempo cualquier alteración.
“El test se debe realizar desde los 18 años en adelante y si el resultado es negativo, se debe volver a proceder con este examen dentro de 3 años. En el caso de los pacientes mayores de 60 años, se recomienda tomar la prueba cada año”, finaliza.
La tasa más alta de alteraciones a las tiroides se da en las mujeres y las causas aún son desconocidas, pero según el especialista se debería a la gran cantidad de estrógenos. Sin embargo, esta enfermedad no es exclusiva de las féminas, sino que también ataca a los hombres.
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