¿Estás atada a los recuerdos o hay algo detrás de ese vínculo? Una de las decisiones más complejas que se toma cuando terminas una relación es saber qué harás con esa persona: ¿le dejarás de hablar, mantendrás una comunicación con él o ella, eliminarás los recuerdos para empezar desde cero? Hay estudios que nos acercan a la respuesta, sobre todo si ya nos dimos cuenta que queremos seguir formando parte de la vida de esa persona.
¿Es posible ser amiga del ex? Aunque no hay una respuesta correcta, todo dependerá de los involucrados y el entorno en el que convivieron, por ejemplo, si viviste una relación poco saludable, en la que se destacó la violencia, no será nada recomendable que mantengas una conexión con esa persona.
Hay cuatro razones que determinarán si esta amistad está vinculada a sentimientos positivos o negativos, según un estudio, presentado en la reunión anual de la American Psychological Association’s de Washington.
1. Seguridad. En esta observación, ambas personas no quieren perder el lazo de apoyo emocional, consejo y confianza que tenían para sentirse seguros y comprendidos. Ojo, que esto no tiene relación con la dependencia. Se trataría de un paso positivo para el desapego. Saber que puedes contar con esa persona y “que no va a desaparecer por completa”, brinda la sensación de tranquilidad, además de no producir una excesiva ansiedad.
2. Practicidad. No hay mayor misterio que el de permanecer cercano a tu ex por puros fines pragmáticos. Normalmente se dan por vínculos tan fuertes como hijos comunes o cuestiones económicas, y aunque pueda resultar dicha amistad “solo por interés”, los expertos sostienen que es una práctica positiva y de las más duraderas.
3. Cortesía. Querer ser cordial y aceptar la amistad del otro por no dañar sus sentimientos, también es una de las razones que contemplan en la investigación. Esta postura ‘educada’ es una alternativa menos dolorosa que ‘un corte radical’ y evita la confrontación, discusiones y escenarios similares.
4. Sentimientos latentes. Una relación no resuelta o en la que aún hay temas por resolver, definitivamente está asociada a sentimientos negativos. Sin embargo, por irónico que parezca, a veces este tipo de relaciones son las que más se prolongan en el tiempo. Lo ideal sería concluir todos los pendientes para evitar situaciones complicadas.
“Si simplemente se han desenamorado poco a poco y no ha habido terceras personas, es más fácil que sepan gestionar la separación de manera más amistosa”, comentó Francisca Molero, directora del Instituto Iberoamericano de Sexología y codirectora del Institut de Sexología de Barcelona para La Vanguardia.
Según un estudio de la Universidad de Oakland, mantener una relación de amistad con un ex podría revelar una personalidad narcisista e incluso psicópata. Los voluntarios que participaron tuvieron que responder a un cuestionario sobre sus separaciones. Estos eran más propensos a mantener contacto con sus ex y lo hacían por cuestiones de practicidad, como por ejemplo, poder tener de manera asegurada relaciones sexuales. Es decir, tan solo se trata de sacar un posible beneficio al vínculo.
¿CUÁNTO DURA EL PROCESO DE SANACIÓN?
Dependerá de cómo ha sido la historia de la relación y las causas del fin. Un estudio dice que a una persona le toma cerca de tres meses u 11 semanas para sentirse más positiva sobre su separación. “Superar una ruptura es un desafío paradójico, muy difícil por su simplicidad”, comentó a la BBC la periodista Edwina Langley.
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