Pedro Castillo es el presidente en Latinoamérica que más cambios de ministros ha tenido en solo 110 días de gobierno

Con la reciente renuncia de Walter Ayala a la cartera de Defensa, ya van sumando 10 ministros que salen por diversos motivos del gobierno de Pedro Castillo, que solo tiene 110 días en el poder y que lo ha convertido en el mandatario que más ministros ha cambiado en sus primeros días como Jefe de Estado, sino también la de toda la región.

Esta inestabilidad fue comparada por los presidentes antecesores a Castillo Terrones, quien hasta el momento ha preferido mantener silencio y no hacer apariciones ante la prensa tras lo últimos escándalos que han involucrado no solo a sus ministros salientes, sino también a su entorno cercano y de confianza como el caso de su secretario personal, quien además de haber tenido injerencia en el proceso de ascenso de las Fuerzas Armadas, le escribió al jefe de la Sunat para presionar sobre algunos pedidos controversiales que no tiene relación con su labor.

La Unidad de Periodismo de Datos del diario El Comercio concluyó que el gobierno de Castillo, en los poco más de tres meses, cambió un ministro cada 11 días en promedio. En comparación con otros presidentes, este también es el caso más dramático que se ha experimentado en los últimos años. En los primeros 110 días:

- El gobierno anterior de Francisco Sagasti cambió a cuatro ministros, dos en el Ministerio del Interior, una en el Ministerio de Salud y una en la Cancillería.

- En el gobierno de Martín Vizcarra, cambiaron a tres ministros: en el Ministerio de Producción, Ministerio de Economía y Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

Por otro lado, en los gobiernos de Pedro Pablo Kuczynski, Ollanta Humala, Alan García y Alejandro Toledo no hubo cambios en el Gabinete hasta los 120 días.

De esta forma, si el actual gobierno mantiene la misma frecuencia de cambios ministeriales, pasados los cinco año del mandato se habría tenido 160 ministros retirados. Esto está muy por sobre del promedio de 50 a 60 cambios en el mismo lapso de tiempo (como fue el caso de Toledo, García y Humala).

COMPARACIÓN CON GABINETES DE OTROS PAÍSES

Al hacer un mapeo de la situación en otros gobiernos de Latinoamérica, se halló que existen muy pocos cambios en el lapso de los primeros 110 días, y la mayoría se experimentan pasando los cuatro meses.

Aquellos que experimentaron cambios muy temprano en su gestión son los de Bolivia (2), Brasil (1) y Ecuador (1). Pero aun así, Castillo se posiciona como el presidente con mayores problemas en la región para consolidar a sus actores políticos en el Poder Ejecutivo.

ACCIONES TARDÍAS Y PRIORIDAD A LA CONFIANZA

En el caso del exministro Ayala, tras el escándalo de los ascensos dentro de las Fuerzas Armadas, este puso su cargo “a disposición”; sin embargo, el presidente no dio una respuesta firme. Entonces Ayala permaneció en el cargo. Luego, cuando este presentó su renuncia irrevocable al Mindef, pasaron 24 horas para que fuera oficializada.

Así, el analista político Andrés Calderón sostiene que el presidente ha manejado de forma tardía las crisis, algo que no se había presenciado en gobiernos pasados.

“En el caso de los predecesores, la mayoría de cambios ministeriales en sus primeros meses se debieron a escándalos sobre los que se tomaron decisiones inmediatas por el costo político que implicaba no atender la situación. Pero al presidente Castillo le cuesta tomar la decisión política más obvia. Posiblemente, eso se deba a que la propia reconfiguración de sus ministros abre pugnas al interior porque hay una correlación de facciones que el mandatario busca conservar”, dijo a El Comercio.

Por otro lado, la politóloga Kathy Zegarra estima que la dificultad que tiene Castillo para formar un Gabinete estable recae en su prioridad para nombrar a personas de su confianza en su entorno; en vez de procurar evaluar sus cualidades.

“En el caso del presidente Castillo, vemos que persiste en mantener a personas que no necesariamente cumplen con ese conjunto importante de cualidades. Y, considerando el poco apoyo que, en general, tiene en el Parlamento, ese criterio solo conlleva a crisis casi continuas dentro de su gestión, que es lo que ha ocurrido”, señaló.

DIFERENCIAS ENTRE VÁSQUEZ Y CASTILLO

Otro aspecto que evidencia el debilitamiento del gobierno de Pedro Castillo es la postura distinta que mantiene con la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez. Esto podría ser una gran amenaza a la vista pública del gobierno, ya que para muchos políticos Vásquez representa una pieza equilibrada en la gestión. “El hecho de que considere necesario publicar sus posturas o reclamos por Twitter ya genera señales de un problema de respaldo”, mencionó Calderón.

Por ejemplo, en el caso del exministro Luis Barranzuela, quien renunció al ministerio del Interior por el escándalo de la fiesta organizada en su domicilio la noche del 31 de octubre. La premier hizo pública su postura de separarlo del Gabiete por Twitter, pero la respuesta del mandatario no fue inmediata.

Por otro lado, Kathy Zegarra sostiene que estas dificultades en coordinación no son exclusivas de Vásquez, sino que también se presentaron en el periodo de Guido Bellido. Aun así, un eventual alejamiento de la premier podría perjudicar grandemente al Gobierno.

“En el escenario hipotético de una salida de Vásquez y, con ello, una nueva crisis de Gabinete, Castillo se quedará peligrosamente solo. No debemos olvidar que Mirtha Vásquez, al hacer sus incomodidades públicas, también está buscando mantener su capital político y que su imagen no se vea afectada. Digamos que las decisiones erráticas del presidente no solo perjudican la imagen de su gobierno, sino que también desafían continuamente las válidas aspiraciones políticas de ese entorno de actores; entre ellos, Mirtha Vásquez”, dijo.

CAMBIOS QUE OPACAN LA GESTIÓN

En estos 110 días de gobierno, el gobierno de Pedro Castillo ha cambiado ministros en las carteras de Presidencia de Consejo de Ministros, Ministerio de Trabajo, Ministerio del Interior, Ministerio de Cultura, Ministerio de Educación, Ministerio de Relaciones Exteriores, Ministerio de Producción, Ministerio de Energía y Minas, y Ministerio de Defensa.

Estos cambios afectan la imagen del Gobierno, porque opacan cualquier otra gestión o actividad que estén elaborando en ese momento. “Sus primeros 100 días han sido, básicamente, de promesas de cambio y escándalos, pero de poquísimos resultados que mostrar. Esto, porque la discusión sigue centrándose en los ministros polémicos, en los filtros que el gobierno no aplica para convocarlos, y en la resistencia a dejarlos ir”, comentó Calderón.

Sin embargo, esto también termina afectando la gestión de las políticas públicas en los mismos sectores. “Cuando existen cambios dentro de los ministerios, los sectores entran en una relativa pausa hasta que llegue el o la reemplazante”, indicó Zegarra.

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