Crimen en Lurín. Durante el 4 de noviembre la policía halló el cuerpo sin vida de la ciudadana estadounidense Rebekah Dawn Bass, en Lurín, distrito en el que vivía. Hasta el momento no se encuentra al culpable, pero surgen nuevos misterios sobre quién podría ser el asesino de de la mujer.
Dawn Bass fue una misionera de la iglesia Fairway Park Baptist Church de California en Estados Unidos; sin embargo, su vocación por ayudar a los demás hizo que su vida continúe en Perú. En el 2014 arribó a Perú junto a su esposo y su menor hijo y fundaron la ONG “Él Refugio de Esperanza” para ayudar a mujeres violentadas y personas en extrema pobreza. Esta ONG fue fundada en el 2019 en una casa de tres pisos en la urbanización Los Suspiros, en Playa Arica, Lurín.
La mujer de 42 años contaba con una alarma antirobos de una empresa conocida de seguridad, que al final no funcionó porque la puerta no habría sido forzada. Según Raúl Rubio gerente de televentas de Verisure, empresa que brindaba el servicio de alarmas a la fallecida reveló para el Semanario “Hildebrandt en sus trece”, que el sistema funciona con un dispositivo magnético que manda una alerta automática al celular cuando la puerta principal es violentada, pero que esto no sucedió, ya que la policía no encontró evidencias de manipulación en la cerradura y además se encontraron naranjas cortadas en dos. El hecho refuerza la hipótesis de que el asesino es una persona cercana y conocida por la familia, pero sobre todo por la víctima.
Sin embargo, lo llamativo del caso es que el jefe de seguridad y personal de confianza de los Bass, Eliézer Pérez Salcedo y el esposo de Rebekah contaban con el aplicativo de seguridad en el celular y ninguno de ellos recibió alguna alarma de emergencia.
SALIDA MORTAL
El día del asesinato, su esposo había salido con su menor hijo, Pérez Salcedo y Rachel Smith, vicepresidenta de la ONG a un concurrido centro comercial en el distrito de Santiago de Surco.
Según la manifestación policial del personal de seguridad, Eliézer Pérez reveló que cerca a la 1:30 p.m. Robert Bass le comentó que estaba llamando a su esposa (la fallecida) y que no le contestaba, lo cual le parecía muy raro. Es ahí que Eliézer coge su celular y pide las fotos de los sensores a la empresa de seguridad y se da cuenta del fatal suceso.
No obstante, el asesino se llevó, previo a la masacre, el BTR de la cámara de seguridad de la empresa, pero lo que recalca Verisure es que al ser desactivado el sistema de esta cámara al usuario le llega una alerta, o sea la alerta debió de llegarles al personal de vigilancia, al esposo y a la difunta.
Los vecinos manifestaron no haber escuchado ningún grito, es más, algunos vecinos que salieron durante la mañana del trágico día dijeron que vieron todo normal en la casa, sin indicios de que algo sucediera.
El venezolano dijo que un sospechoso podría ser un ex trabajador de su misma nacionalidad quien tendría alguna rencilla con la familia por haberlo despedido. Pero la respuesta de Eliézer no convenció a la policía, ya que habría señalado que cuando quiso revisar las cámaras BTR no había forma de hacerlo porque el ladrón ya se la había llevado. Lo otro que encendió las alarmas de la policía es que en su declaración manifestó no haber estado todo el día con la familia en el centro comercial de Surco, sino que hubo un momento en que estuvo entregando paquetes.
EL ROBO
Los o el delincuente sabía dónde encontrar lo que quería. El robo fue de 8 mil dólares que estaban en un mueble de la sala, un iPhone, iPad, una notebook y el celular de la misionera. La casa de tres pisos no fue revisada es su totalidad por los asesinos, quienes además dejaron 100 dólares en el segundo piso.
Otro dato importante a tomar en cuenta es que cuando Rebekah estuvo enferma por COVID-19 la ONG creada por los Bass a través de su cuenta en Facebook, pidió una colecta para su recuperación por el servicio costoso de salud que hay en Perú, pero nunca se supo la división de costos de lo recaudado.
Tras la muerte de Rebekah, la ONG lo volvió a hacer, pidió una colecta para “ayudar a Robert en este difícil momento”. Varias personas colaboraron y se recaudó el monto de 21,405 dólares. Las personas de buena fe mediante los comentarios manifestaban su deseo de ver la transmisión del funeral, pero nadie respondió. El monto mencionado fue destinado únicamente para el esposo, Robert Paul Bass.
¿Quiénes tendrían razones para asesinarla de forma tan cruel? ¿Cómo sabían los ladrones qué cámara sacar y cómo hacerlo? ¿Cómo sabían que Rebekah se encontraba sola aquella mañana?
[Con información del Hildebrandt en sus trece]
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