El 2020, el primer año de pandemia, fue un año muy complicado para todos, pero sobre todo para los niños y adolescentes que tuvieron que permanecer en casa. El Ministerio de Salud (Minsa) detectó que 1 de cada 3 niños y adolescentes presentaron problemas conductuales o emocionales, lo que pondría en riesgo su salud mental.
Asimismo, un poco más de la mitad de bebés menores de dos años presentó riesgos en su salud mental: el 15.6 % tuvo dificultades de irritabilidad, inflexibilidad y rutinas.
“Es necesario seguir difundiendo la posibilidad de pedir ayuda a los servicios de salud mental. Los signos de alarma o para saber cuándo atenderlo dependen de cada edad, pero es muy importante estar atentos a los cambios conductuales, a los patrones de conducta propios de la edad y que tenía cada niño previamente”, señaló el dr. Yuri Cutipé, director ejecutivo de Salud Mental del Minsa.
El Minsa realizó un estudio con el apoyo técnico de Unicef ‘La salud mental de niñas, niños y adolescentes en el contexto de la covid-19′, que mide la presencia de problemas de salud mental en la niñez y adolescencia y los principales factores asociados durante el primer año de pandemia.
Durante su intervención en la presentación del Estado Mundial de la Infancia 2021 (EMI), precisó que el principal factor es el encierro: “Es obvio que impacta severamente en la vida emocional de toda la familia, además las consecuencias que genera en la supervivencia de las personas, especialmente en el trabajo, la seguridad financiera, las condiciones de la vivienda, el acceso a los alimentos”.
“Son factores que impactan seriamente en la salud mental de los adultos y sabemos que uno de los principales factores de la protección de la salud mental de los niños, niñas y adolescentes es justamente la salud mental de sus padres, madres o cuidadores”, agregó.
SERVICIOS DE SALUD MENTAL
El director de Salud Mental del Minsa informó que la demanda de servicios de salud mental del Minsa a nivel nacional en septiembre ha sido prácticamente la misma que durante todo el año 2020, sobrepasando los 925,000 casos atendidos, de los cuales 246,242 fueron niñas, niños o adolescentes.
“Resalta en especial la atención por problemas de depresión clínica y trastornos de ansiedad, pero, en tercer lugar, consonantemente con el informe EMI, el síndrome de maltrato”, rectificó Cutupé.
Subrayó que ha aumentado la demanda de servicios de salud mental para niños, niñas y adolescentes de 12 a 17 años: “Antes correspondía al 15 %, pero en el presente año, se ha elevado al 21 %”.
Ante esto, el Minsa implementó la línea 113, opción 5, y líneas regionales para atender la salud mental de la población. Cutipé detalló que, en los momentos más críticos del año pasado, el 113 atendía alrededor de 2,000 llamadas diarias, pero actualmente son solo de 300 a 400 comunicaciones diarias, de todas las edades. Es decir, hay una notable disminución de la demanda a nivel general.
“Creemos que hay una necesidad de reforzar este sistema teniendo una línea dedicada para niños, niñas y adolescentes y que impulsaremos desde el Ministerio de Salud en las próximas semanas o meses”, adelantó.
Cabe resaltar que la cifra de atención en niñas, niños y adolescentes se mantiene mayor que la del primer año de pandemia, pero todavía está en el 50 % de los casos atendidos el año previo a la pandemia, es decir el 2019.
Además, agregó que hay muchos casos de problemas de salud mental que se instalan antes de los 14 años, que son de evolución prolongada y que requieren un apoyo multidisciplinario permanente que se brinda a través de los Centros de Salud Mental Comunitaria (CSMC) y su servicio de niñas, niños y adolescentes.
“Probablemente no están llegando por el impacto del encierro, sigue habiendo mucho temor en los padres para llevarlos a un lugar fuera de casa. Este es un reto para nosotros, para poder impulsar que nuevamente accedan a los servicios de salud mental disponibles a nivel nacional”, aseguró.
PROYECCIÓN HASTA AÑO 2026
El director ejecutivo de Salud Mental señaló que los retos proyectados para el plan 2026 son mantener en funcionamiento y fortalecer el servicio de los 206 CSMC habilitados a la fecha, elevar a 506 centros a nivel nacional, fortalecer con servicios de psicología a los centros de salud del Minsa y capacitar a los profesionales de esta especialidad en temas de salud mental específicos de niñas, niños y adolescentes.
“Actualmente tenemos 1,071 centros de salud con servicios de psicología y queremos llegar a los 4,000 centros de salud con servicio de psicología, como tenemos planificado, llegará progresivamente hasta el 2026″, refirió.
Los CSMC están disponibles en 111 de 196 provincias del Perú, por lo que el Minsa proyecta cerrar esa brecha en los próximos dos años. Además, hay 30 unidades de hospitalización que fueron cerrados o usados para casos covid y ahora en proceso de apertura para la atención de casos específicos.
Sobre los casos de internamientos, señaló que se realizan en casos de personas con pensamientos suicidas persistentes, señaló, también tienen función de hogares protegidos para personas en situación de abandono, con discapacidad psicosocial severa.
“Actualmente tenemos un financiamiento anual de 4 dólares per cápita, pero es insuficiente. Según el informe mundial de salud mental 2020 de la OMS, en las Américas se invierte en servicios de salud mental 7.5 dólares per cápita, es decir que, si nos comparamos, todavía estamos en el 50 %. Tendríamos que duplicar el presupuesto que tenemos para salud mental en los próximos años”, sostuvo.
SEGUIR LEYENDO