Este 19 de octubre no es un día cualquiera, sobre todo para aquellas guerreras que día a día luchan contra el cáncer de mama. Así es, este mes nos ponemos el lazo rosado para concientizarnos más sobre esta enfermedad que a diario es la causa de miles de muertes en el Perú.
Denisse Dibós sabe lo que significa esta lucha, sabe lo que es sentir miedo y paralizarse, sabe lo que es perder a un familiar a causa de esta enfermedad y sabe qué tan importante es la prevención y el autoanálisis que las mujeres se deben someter para enfrentar al temible “cangrejo”.
En conversación con Infobae Perú, la reconocida actriz nos narra, sobre todo lo que ha tenido que pasar para darse cuenta que el vivir o morir, solo depende de la prevención.
“Cuando me dieron la noticia de que tenía cáncer de mama no podía más con el dolor, me paralicé. Lloré mucho porque mi hija en ese tiempo tenía 7 años y mi temor era no estar para ella”, explicó.
“A pesar que yo siempre me hacía mis chequeos me diagnosticaron cáncer en estadio I. Gracias a Dios recién estaba comenzando y a pesar que me sometí a una operación, actualmente sigo en tratamiento”, agregó.
La artista precisó que es importante que todas las mujeres aprendan a conocer su cuerpo, sin pudor, sin sentir vergüenza, sin intimidarse, por que ese proceso es necesario para sentir cuando algo no es “normal”.
“Cuando en la familia hay alguien con cáncer es mejor tomar todas las precauciones del caso. Para ello, es importante acudir al médico, pero sobre todo y lo que jamás se debe olvidar es la prevención. Muchos decimos que no tenemos dinero, pero para la salud no debe haber pretextos. Existen entidades que ofrecen mamografías, ecografías, análisis de laboratorio gratis. Solo se debe averiguar bien dónde lo realizan e ir inmediatamente, por lo menos una vez al año”, precisó.
“EL CÁNCER ME GOLPEÓ CUANDO SE LLEVÓ A MI HERMANA”
Denisse compartió un momento muy íntimo y doloroso al mismo tiempo, cuando a su hermana le diagnosticaron cáncer de mama, en plena flor de su juventud.
“Mi hermana tenía 38 años cuando le diagnosticaron cáncer de mama, fue muy duro para la familia, ya que yo vengo de una familia muy unida. Somos siete hermanas mujeres y la primera que partió fue mi hermana mayor. Cuando a ella le diagnostican la enfermedad, ella estaba en estadio 4, no había mucho que hacer porque ya había hecho metástasis”, expresó.
Luego de unos años más tarde, su segunda hermana sería diagnosticada con esa misma enfermedad.
“Fue un golpe más duro darnos cuenta que ahora le tocó a otra de mis hermanas. Gracias a Dios, mi hermana estaba en estadio dos cuando fue diagnosticada, se sometió a todos los tratamientos y logró vencer a la enfermedad. Tras largos años de lucha, superó y sobrevivió”, aseguró.
“Pero que te puedo decir de mí, yo la tercera en la familia con cáncer de mama, para mi fue un baldazo de agua fría. Me llené de mucho miedo sobre todo porque mi hija era muy pequeña, me puse en todos los escenarios y decidí luchar. No dejé de que el miedo me paralizara. Asumí que tenía cáncer, luché y lo logré”, añadió.
TENGO MIEDO
La actriz sabe que el miedo es inherente a la persona y que todos lo hemos sentido en diversas etapas de la vida, pero el miedo que te da cuando te dan el diagnóstico de cáncer es incomparable.
“Muchas mujeres no acuden al médico por miedo, miedo a enfrentarse a un diagnostico que no quieren escuchar, a un diagnóstico que se rehúsan a aceptar, pero sobre miedo a que le digan que ya es demasiado tarde. Pero es normal, todos sentimos miedo, yo sé lo que se vive y lo que se siente. Por eso les digo a esas mujeres que es peor, que te digan que tienes cáncer o que te digan que el cáncer ha ganado”, aseveró.
Por eso hasta que Dios me dé vida, no dejaré de aconsejar a las mujeres a que se hagan sus chequeos, que se enfrenten a la enfermedad porque esa enfermedad puede llevarse mucho, pero también dejarte grandes lecciones”, finalizó.
Recordemos que en el Perú, el cáncer de mama es una enfermedad mortal que año tras año cobra más víctimas, pero lo que tenemos que tomar en cuenta es que se puede vencer al cáncer cuando lo detectas a tiempo.
Muchas mujeres se niegan a recibir tratamientos, aunque muchos no lo crean, por temor a la extirpación de un seno, pero como dice aquel refrán: prefiero quedarme sin una mama a que mis hijos se queden sin mamá.
Desde nuestra redacción abrazamos y admiramos a todas las mujeres que luchan día a día contra esta enfermedad, a esas guerreras que no se dejan amilanar ante el temible cangrejo, a esas mujeres que rugen como grandes leonas y sacan pecho por su vida.
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