La primera etapa de las obras de peatonalización del Centro Histórico de Lima, que tiene como objetivo mejorar la calidad del aire por la menor presencia de vehículos e impulsar una mayor actividad turística y comercial, culminará en noviembre del presente año.
En entrevista con la agencia Andina, Luis Martín Bogdanovich, gerente del Programa para la Recuperación del Centro Histórico de Lima (Prolima), precisó que esta primera etapa está conformada por nueve cuadras, de las cuales cuatro ya están concluidas y las otras cinco están en un 70 % de avance.
Las cuadras que serán entregadas en esta primera etapa del Plan Maestro de Recuperación del Centro Histórico de Lima 2019-2029, son la 1 del jr. Amazonas, la 1 del jr. Lampa; las cuadras 1,2,3 y 4 del Conde de Superunda, la 1 del jirón Callao y la 2 del Junín.
“Lo único que está faltando es la piedra chancada que va en los contornos en el jirón Conde de Superunda, desde el jirón Camaná hasta la avenida Tacna”, subrayó.
Explicó que la primera parte del proyecto está dividida en tres etapas, que completan un total de 41 cuadras con una inversión de 50 millones de soles.
El funcionario añadió que inmediatamente después de culminar la primera etapa, empezará la segunda, conformada por aproximadamente 15 cuadras ubicadas dentro de la avenida Abancay, la avenida Tacna y el jirón Huancavelica con el jirón Miró Quesada.
Si bien indicó que estas 41 cuadras estarán listas antes de que termine la gestión municipal actual, Bogdanovich aclaró que todo el plan de peatonalización comprende 178 cuadras del Centro Histórico.
“Las otras cuadras serán tarea de las próximas administraciones municipales. Ya se sabe cuáles calles que se van a peatonalizar, todas están aprobadas por el Ministerio de Cultura y por la Unesco. Tiene que ser un trabajo continuado”, precisó.
EL RETO DE 41 CUADRAS
El arquitecto Bogdanovich Mendoza resaltó que en los últimos 40 años la Municipalidad de Lima peatonalizó 40 cuadras, pero que gracias a la aprobación del Plan Maestro, entre este y el próximo año se culminarán 41 cuadras.
Dijo que la entrega de la primera etapa estaba inicialmente prevista para julio pasado, pero que se registró un retraso por la demora en el aprovisionamiento de piedras para la peatonalización.
“Recordemos que hace 150 años que en Lima no se hace algo así, ya nadie adoquina con piedra. Es toda una tecnología tradicional que se está recuperando. También hay un trabajo artesanal, pero poca gente que se dedica a eso. Entonces, es una labor de aprendizaje y de recuperar cosas que en el futuro van a seguir sirviendo”.
Explicó que estas calles tendrán un uso preferentemente peatonal, pero que algunas vías estarán seleccionadas para que también transiten buses de turismo o taxis, a fin de mantener en la zona la actividad de embarque y desembarque vehicular.
“A la vez que se peatonaliza una calle, se logra recuperar el paisaje urbano histórico, la imagen que tenía antiguamente nuestra ciudad. Al momento de peatonalizar lo estamos haciendo con piedra como la que había antiguamente, hace 120 años. Se están recuperando los tres espacios públicos que están dentro del área de 41 cuadras”, dijo.
ARQUITECTURA ARTESANAL
Señaló que la peatonalización se realiza de manera progresiva y simultánea con la instalación de las luminarias, la restauración de las iglesias y la restauración de las 190 fachadas de inmuebles ornamentales que se van a recuperar en el Centro Histórico de la capital.
“Cuando uno va caminando por las calles del centro se encuentra con postes, tachos de basura, semáforos que terminan siendo obstáculos. Ahora no habrá ese problema. Toda la vía estará en un solo nivel para procurar una transitabilidad universal, sin ningún tipo de obstáculo”, anotó.
Explicó que en esta peatonalización se usarán dos tipos de piedras: adoquín de granito hecho a mano, como antaño, para la calzada, y piedra basalto que, por ser porosa, absorbe la humedad.
“Entonces, por ahí pueden pasar perfectamente sillas de ruedas, personas con discapacidad, además no va a resbalar cuando llueva. Es una propuesta que responde a las necesidades de nuestro tiempo, de accesibilidad, y a la recuperación de una imagen histórica”, manifestó Bogdanovich Mendoza.
RECUPERACIÓN DEL CENTRO HISTÓRICO
El gerente de Prolima destacó que cada elemento está escogido en función a una investigación histórica. Es decir, que no se trata de un tema optativo o de gusto, sino que es una selección muy rigurosa porque cada elemento tiene la finalidad recuperar el valor de la Lima antigua.
En cuanto a iluminación ornamental, en la esquina de Cailloma y Conde de Superunda, ya se puede ver un ejemplar exactamente igual a la primera iluminación pública en el Perú, que fue colocada en Lima por el presidente Ramón Castilla.
Según describe el arquitecto, unos “brazos” como hilo de pescar que salen de la pared y, sobre ellos, va el farol que tienen el escudo del Perú.
“En ese tiempo se hicieron en Europa, está vez también se hizo en una fábrica especializada en iluminación ornamental, la misma que le hace los postes a Versalles. Es realmente algo que se está haciendo con mucho cariño, con el ánimo de que se le dé a Lima lo mejor. La idea es que una ciudad que tiene tanto que decir, nos pueda contar todas estas cosas”, indicó.
Incluso las macetas y plantas responden a las que había antiguamente. Se han colocado olivos en la calle Arzobispo; azaleas, plantas muy bellas con flores, en los jirones Conde de Superunda y Callao; buganvilias, jazmines, madre selva, tres plantas con perfume que le encantaban a Chabuca Granda; así como el jacarandá, que se pondrá en la plazuela de Santo Domingo. Asimismo, se han puesto unos bolardos que son exactamente iguales a los que había en Lima en el siglo XIX.
Por último, Bogdanovich está seguro de que las personas van a valorar el esfuerzo puesto en la peatonalización y cuidarán de la obra: “Quizá al inicio puede haber algún daño, pero luego empezarán a cuidar. Cuando el ciudadano ve algo bonito lo cuida, cuando lo ve descuidado a veces lo maltrata”.
(Con información de Andina)
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