Estar soltero siempre ha sido difícil y nuevos datos muestran lo duro que puede ser para las finanzas de una persona.
Casi el 40% de los estadounidenses de entre 25 y 54 años vivían sin cónyuge o pareja en 2019, según un nuevo análisis de datos del censo realizado por Pew Research Center. Eso es un aumento marcado respecto de 1990, cuando solo el 29% de los estadounidenses no tenía pareja.
Desde entonces, los resultados económicos de las personas solteras han disminuido en comparación con los que tienen pareja.
“Los adultos sin pareja tienen ingresos más bajos, en promedio, que los adultos con pareja y es menos probable que estén empleados o sean económicamente independientes”, encontró el informe. “También tienen un nivel educativo más bajo y es más probable que vivan con sus padres”.
La mediana de ingresos de los hombres solteros en 2019 fue de US$35.600, en comparación con US$57.000 para los hombres en pareja. La brecha para las mujeres fue de US$32.000 frente a US$40.000.
Aproximadamente el 73% de los hombres solteros estaban empleados en 2019, en comparación con el 91% de los hombres en pareja. Ocurre lo contrario con las mujeres: el 77% de las mujeres solteras estaban empleadas en 2019, en comparación con el 74% de las mujeres en pareja. Los resultados económicos de los hombres sin pareja han empeorado desde 1990, mientras que los resultados económicos de las mujeres con pareja han mejorado, según Pew.
El informe también encontró una especie de “bonificación por matrimonio” para las personas que se han casado respecto de las parejas que simplemente cohabitan. Alrededor del 89% de los hombres que viven con una pareja, por ejemplo, están empleados, en comparación con el 92% de los hombres casados.
BRECHA DE GÉNERO
En otro estudio, las mujeres que lograron permanecer en la fuerza laboral durante la recesión producto de la pandemia el año pasado experimentaron una caída de sus ingresos y escasa mejoría en la brecha salarial de género, según datos publicados el martes de la semana pasada por la Oficina del Censo de Estados Unidos.
En 2020, las mujeres que trabajaron a tiempo completo ganaron 83 centavos por cada dólar que se llevaron los hombres, frente a los 82,3 centavos del año anterior. A principios de este año, el Pew Research Center descubrió que la brecha salarial no varió el año pasado al incluir a los trabajadores a tiempo parcial. Las mujeres que no son de raza blancas tienen diferencias salariales aún mayores.
Según el informe de la Oficina del Censo sobre ingresos y pobreza, las mujeres también experimentaron una caída del 1,2% en los ingresos medios en comparación con el año anterior. La variación para los trabajadores varones no fue estadísticamente significativa.
Gran parte de la brecha salarial de género se debe a la escasa representación de las mujeres en los empleos y campos mejor pagados. La ligera reducción de la brecha en 2020 no se debió a que las mujeres ganaran más, sino a que las mujeres que trabajaban en sectores con salarios bajos, como el comercio minorista y la hostelería, perdieron sus empleos de forma desproporcionada, dijo Emily Martin, vicepresidenta del National Women’s Law Center, un grupo de defensa con sede en Washington D.C.
“La brecha salarial parecía estar cerrándose artificialmente”, señaló Martin en un comunicado enviado por correo electrónico. “Pero las brechas salariales por raza y género siguen robando a las mujeres decenas de miles de dólares al año”.
En general, el ingreso familiar promedio de los hogares estadounidenses disminuyó 2,9% el año pasado en comparación con 2019. La tasa oficial de pobreza aumentó 1 punto porcentual.
(Con información de Bloomberg)
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