No terminan las desgracias para la familia Sánchez y es que luego de que Raúl Sánchez asesinara a su abuela y a la cuidadora de ésta, el joven fue detenido y llevado a las oficinas de la Dirincri en la avenida España, donde no soporto estar cautivo y tomó una radical decisión: acabar con su vida.
Al promediar la 1 de la madrugada, de este viernes 08 de octubre, Raúl Sánchez Córdova (25) se suicidó arrojándose desde el piso numero 8 del mencionado lugar. Recordemos que el hombre se encontraba arrestado desde ayer por matar a cuchillazos a su abuela Yolanda Sánchez (83) y a la cuidadora, Regina Mamani Quispe (68).
De acuerdo al reporte de Exitosa, Raúl Sánchez protagonizó un violento forcejeo con los agentes policiales para luego lanzarse desde una ventana. El joven, que sufría de problemas mentales según la familia, no resistió a la caída y falleció en el acto.
ASESINATO DE YOLANDA Y REGINA
El doble homicidio sucedió el jueves 07 de octubre dentro de una vivienda ubicado en la calle Los Datileros, La Molina.
Regina Mamani, la encargada de cuidar a la anciana, observó a Raúl Sánchez merodeando la casa con un cuchillo en la mano. Tras esta alarma, la mujer muy preocupada, llamó por teléfono a su hija sintiendo que algo malo pudiera suceder, ya que el sujeto había tenido episodios violentos similares días antes.
Por sugerencia de la hija, Regina Mamani y Yolanda Sánchez decidieron esconderse dentro de una habitación para ganar tiempo y llamar a la policía pidiendo socorro por sus vidas. Sin embargo, los efectivos, al llegar al lugar era demasiado tarde, pues Raúl había acabado con la vida de ambas mujeres usando un cuchillo de cocina.
El padre, Dagoberto Sánchez (60), llegó hasta el lugar alertado por la hermana de éste. Al ingresar a la vivienda, encontró a Raúl lleno de sangre. Le preguntó qué había pasado y este le respondió que ellas intentaron matarlo y que solo se defendió.
De inmediato y fuera de sí, el homicida redujo a su padre con una llave e intentó ahorcarlo con sus brazos. Luego de batallar por algunos minutos, el adulto mayor logró zafarse y tranquilizar a su hijo, quien se encontraba fuera de control y lleno de ira.
Dagoberto Sánchez logró salir por un momento del hogar con engaños, ahí llamó a la Policía y luego regresó con su hijo fingiendo complicidad en el crimen. Cuando los efectivos aparecieron, sorprendieron al asesino quemando una prenda manchada de sangre.
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