Caso Ángeles Negros. En el momento más álgido de la pandemia del coronavirus en Perú, ex funcionarios del Hospital Almenara cobraban por lo bajo hasta 82 mil soles por una cama UCI. Ahora, los involucrados lloran por su inocencia en medio de la audiencia virtual que podría dictar hasta 36 meses de prisión preventiva para ellos.
Los protagonistas de la reciente audiencia son Sebastián Bazalar y Vanessa Muñoz Arróspide, quienes son acusados de tráfico de influencias y tienen comparecencia restringida por sus acciones.
Uno de ellos es el hijo de la exvoleibolista, Ana Cecilia Arostegui. Al finalizar su defensa, él muchacho de 22 años comenzó a derramar lágrimas.
“Yo tengo que velar por mi familia y terminar de estudiar, ¿cómo yo voy a tener yo cargo por tráfico de influencias? Estoy solo metido en mis estudios. Yo le dije a la Fiscalía que estaba en finales y así lo pasé (cuando salió todo el caso). Yo soy un hombre de bien, yo no he tenido nada que ver. Es mi madre, incluso ella lo dijo, ella hizo las transferencias y yo no he tenido nada que ver”, indicó.
“Yo estoy hablando con la verdad y quiero llorar, pero no lo hago por mi madre que está presente. Tengo 22 años, ¿cómo se me va a caer el cabello a mi edad? No puedo pagar un psicólogo porque tengo que pagar todo lo de mi familia y ahora estoy a cargo”, sollozó.
Bazalar es acusado por ser una de las personas que recibió el dinero en su cuenta bancaria, por lo que es investigado por tráfico de influencias.
Por su parte, en otro momento de la diligencia, Vanessa Muñoz Arróspide sostuvo que “no era ninguna criminal y que solo intentó ayudar a dos amigas que necesitaban una cama UCI”.
“Doctora nosotros no somos criminales. No soy una criminal fueron mis amigas. En ese momento querían (cama UCI) para sus familiares (...) Yo pido perdón de manera nacional, por haberme equivocado y por haber ayudado a mis amigas de varios años. Jamás hemos estado metidos en eso”, expresó con el llanto entrecortado.
Como se recuerda, el pasado 22 de julio, nueve personas fueron detenidas luego que un ciudadano denunciara que había realizado un excesivo pago para que uno de sus familiares sea atendido en el Hospital Almenara por presentarse a causa de la COVID-19.
Esta denuncia destapó una red de tráfico de camas UCI, en la que están incluidos la exvoleibolista Ana Cecilia Arostegui, y los exfuncionarios administrativos de nosocomio; Nery Magaly Ochoa y Pedro Pino, quienes ya están cumpliendo prisión preventiva por presunta organización criminal.
Ahora, tras las investigaciones pertinentes, la Fiscalía pide también para Iraida Muñoz, Sebastián Bazalar y Piero Pino Carmona prisión preventiva de 16 a 36 meses. Los últimos mencionados son hijos de Cecilia Arostegui y Pedro Pino, respectivamente, quienes habrían recibido en sus cuentas bancarias los pagos irregulares.
Fuente: Panamericana TV
CULPÓ A SU PADRE
En tanto, Piero Jesús Pino Carmona utilizó el tiempo de su descargo para deslindar totalmente del accionar de su padre, Pedro Cesar Pino Gonzáles, quien, es el líder de la organización delictiva, según el Ministerio Público.
Según explicó el joven, su único error fue confiar en su progenitor ya que depositó dinero que este le dio sin cuestionar su origen o procedencia.
“Soy una persona inocente, no he cometido ningún acto ilícito. Lo que hizo mi papá fue, teniendo mi cuenta, hacer que le transfieran a esa cuenta el dinero que pasó la señora Ana Cecilia. Ya ni sé, son personas a quienes yo ni conozco. Me dio un número de cuenta y me dijo deposita acá. Yo, sin desconfiar en él... no tendría por qué dudar... es mi papá. ¿Cómo voy a pensar que me va perjudicar y truncar la vida de esa forma? Esto es culpa de mi papá”, argumentó.
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