Una prisión en el Perú parece ser el destino inevitable del expresidente Alejandro Toledo Manrique, luego de que la justicia de Estados Unidos concluyera que su extradición es procedente, al haber hallado pruebas suficientes que justifican su repatriación solicitada por el gobierno peruano por el caso Odebrecht y luego de más de dos años de proceso.
“El tribunal ha considerado las pruebas sobre la existencia de un acto criminal y las considera suficientes para apoyar las acusaciones de conspiración y lavado de dinero”, escribió en su resolución el magistrado Thomas Hixson, de la Corte del Distrito Norte de California, con sede en San Francisco.
El siguiente paso para que Alejandro Toledo sea enviado al Perú, pasaría por el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, y el Departamento de Estado que tomaría la decisión final sobre cuándo hacer efectiva la extradición del exmandatario peruano. Sin embargo, la defensa de Toledo tiene un último recurso que podría dilatar unos meses más su repatriación: la presentación de un habeas corpus.
EL DESTINO DE TOLEDO
El fiscal coordinador del equipo especial del Caso Lava Jato, Rafael Vela, explicó que, si bien la decisión de la justicia norteamericana no define si Toledo es culpable, sino que determina que existen las condiciones para un juzgamiento en Perú, al exlider de Perú Posible le espera la cárcel ya que pesa sobre él un pedido de prisión preventiva en el país con el que tendrá que cumplir.
“El sistema de justicia norteamericano no determina la culpabilidad o inocencia del señor Toledo. (...). El juez federal lo que ha determinado es que hay suficiente evidencia como para que exista un juzgamiento razonable y garantizado dentro del Perú (...) La culpabilidad o la inocencia se determina en el Perú”, dijo en una entrevista a RPP.
¿CUÁNDO SERÁ TRAÍDO AL PERÚ?
Si la defensa de Toledo no presenta un habeas corpus, muchos especialistas sostienen que el expresidente podría ser extraditado antes de diciembre, sin embargo, el fiscal Rafael Vela es más cauto y no dio un pronóstico.
“Es difícil tener un pronóstico exacto, porque depende de las decisiones que tome la defensa del señor Toledo. Queda la posibilidad de activar una acción de habeas corpus en las cortes locales”, señaló, pero pronosticó que esta acción no tendría éxito.
“Lo que ha decidido el juez federal es la certificación de la causa probable de extradición de forma inapelable. Esa vía (el hábeas corpus) cuestionaría el proceso en Estados Unidos, cosa que es improbable, ya que a Toledo se le han respetado los derechos en Estados Unidos”, explicó.
En cuestión de tiempos, Vela indicó que, antes de hacer efectiva la extradición, generalmente el Departamento de Estado espera una primera decisión desestimatoria que confirme la decisión del juez federal, pero también podría darse el caso contrario y ordenar su repatriación de inmediato.
“Incluso es posible que el propio departamento de Estado, al ya haber certificado la extradición y entender de que (el hábeas corpus) sería una maniobra dilatoria de la defensa, pueda optar por la extradición del señor Toledo de inmediato”, anotó.
Por su parte, Silvana Carrión, procuradora Ad Hoc, del caso Lava Jato, explicó que, luego de agotadas todas las instancias judiciales, el cuadernillo de extradición será trasladado al Departamento de Estado de Estados Unidos, que también hará una evaluación para autorizar la extradición. El Departamento de Estado es quien finalmente realizará los trámites para la entrega a Alejandro Toledo al Perú.
Tomando en cuenta casos similares, Silvana Carrión, sí se animó hacer una estimación de tiempo para la extradición si la defensa de Toledo presenta un habeas corpus.
“Las normas americanas en este proceso no establecen un plazo. Sin embargo, como en otros procesos de similar connotación, lo que suele demorar, con el recurso de habeas corpus y otras acciones e incidencias que se pudieran presentar, este podría tomar alrededor de ocho meses hasta que se agote esta instancia”, dijo en una entrevista en el canal del Estado.
¿TOLEDO A ANCÓN II?
Para el ministro de Justicia, Aníbal Torres, el fallo sobre el caso de la extradición de Alejandro Toledo representa un respaldo a la posición del Estado peruano, para que el referido expresidente sea juzgado en el país.
Aníbal Torres sostuvo el domingo que el expresidente Alberto Fujimori debe purgar condena en un reclusorio del más alto rango, tal como ya lo hace Vladimiro Montesinos, quien fue trasladado de Base Naval del Callao al penal Ancón II. ¿Será ese el destino de Toledo?
Toledo es procesado por la justicia peruana por los presuntos delitos de lavado de activos, colusión y tráfico de influencias por haber recibido, presuntamente, una coima de 35 millones de dólares de la empresa Odebrecht para favorecerla con la licitación de la carretera Interoceánica.
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