La madrugada del viernes se incinero el cuerpo de Abimael Guzmán Reinoso, quien en vida fundó el grupo terrorista Sendero Luminoso bajo el alias de “camarada Gonzalo”. Se trata del mayor genocida en la historia de Perú y responsable de más de 30,000 muertes entre 1980 y 2000, según cifras del informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.
Según un comunicado del Ministerio del Interior, Abimael Guzmán fue cremado a las 03:20 de la mañana del 24 de setiembre en el Hospital Centro Médico Naval del Callao.
Presentes en la cremación, estuvieron los representantes del Mininter, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y del Ministerio Público. Así como los periodistas Ricardo León (El Comercio), Ángel Páez (La República) y Jimena de la Quintana (CNN).
Sin embargo, el paradero de sus cenizas es una incógnita. Según los presentes, el gobierno impuso una serie de restricciones por motivos de seguridad, por lo que no se pudo grabar ni tomar fotografías de lo que fue catalogado como un momento importante para la historia del Perú.
¿QUÉ SE SABE DEL DESTINO DE SUS CENIZAS?
Abimael Guzmán falleció el sábado 11 de setiembre por complicaciones en su estado de salud en la enfermería de la Base Naval del Callao, donde cumplía cadena perpetua.
Tras su muerte, la incertidumbre sobre qué hacer con los restos del genocida se apoderó de varios organismos estatales.
“Como Gobierno respetamos la ley y la independencia de poderes. No nos corresponde decidir sobre la disposición final del cuerpo del terrorista Abimael Guzmán, pues es competencia del Ministerio Público”, tuiteó la cuenta de la Presidencia.
Hasta que, tras cinco días de su deceso natural, se promulgó la ley N° 31352, la cual establece el destino de los cadáveres de internos que venían cumpliendo condena por terrorismo y traición a la patria, en su condición de líder, cabecilla o integrante de la cúpula de organizaciones terroristas.
Por tal motivo, como dicta dicha ley, sus cenizas han sido esparcidas en un lugar “de naturaleza reservada”.
Así lo corroboró Páez, quien manifestó que “las cenizas fueron entregadas a los ministros del Interior, Juan Carrasco, y al de Justicia, Aníbal Torres”, quienes acordaron en un acta que sería un secreto de Estado la disposición de las cenizas.
“Ni siquiera el presidente Castillo sabe dónde terminaron las cenizas. La ley no nos obliga a decírselo. Es información secreta. Está prohibido divulgarla”, precisó el ministro Carrasco al diario La República.
“Ni siquiera en el acta final sobre la disposición de las cenizas que firmamos con el ministro de Justicia se indica la ubicación, porque está establecido que se trata de información secreta”, agregó.
Según el ministro Torres, así buscan evitar que los senderistas, u otro grupo subversivo, convierta en un lugar de culto y peregrinación dónde terminaron las cenizas de Guzmán Reinoso.
PERÚ CONTRA EL TERRORISMO
Hace unos días, Pedro Castillo, recalcó que Perú está comprometido con la estrategia global de lucha contra el terrorismo, flagelo al cual condenó y rechazó.
“Condenamos y rechazamos el terrorismo en todas sus formas”, manifestó el presidente Castillo durante su participación en la 76 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El presidente recordó que el país “ha sufrido la violencia terrorista y ha sabido imponerse a ella”. “El terrorismo nunca ha sido ni será un medio para la transformación social; la violencia solo genera destrucción, violaciones a los derechos humanos y sus víctimas son los más pobres y los desposeídos”, añadió.
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