Claudio ‘Bichi’ Borghi habló claro y directo sobre la selección peruana de Ricardo Gareca. Para el extécnico de la selección de Chile (2011), el ‘Tigre’ eliminó las malas conductas del vestuario nacional. “Siempre fueron de jugar bien, pero desordenador”, lanzó el exjugador y campeón del Mundo con Argentina en 1986. También tocó otros temas como la comparación con Diego Armando Maradona.
“Es una locura lo que está pasando. Esta triple fecha que nunca se jugó, puede tener muchas consecuencias. Una selección tiene que jugar con varios climas diferentes, entonces pasa a ser una situación compleja”, criticó Claudio Borghi en entrevista con la periodista Elo Bengoechea para GOLPERÚ.
“Yo crecí viendo un fútbol peruano maravilloso, de buenos jugadores. Vi a Teófilo Cubillas, entre otros, jugando. Siempre tuve una admiración muy especial hacia Perú por 3 cosas: el fútbol, su buen castellano y el pisco”, señaló el hoy comentarista de fútbol en Chile.
“Lo que ha hecho el flaco Gareca ha sido limpiar el vestuario en cuanto a las malas conductas que tenía el jugador peruano. Siempre fueron de jugar bien, pero desordenado en algunas cosas. Él lo ha logrado y ha hecho cosas buenas: fue al Mundial y ahora lo hizo bien en la Copa América. Siempre hubo respeto”, sostuvo.
COMPARACIÓN CON MARADORA
“El único que no se comparó con él fui yo, sabiendo que era casi imposible hacer lo que hacía Diego. Se dieron un montón de casualidades que la gente imaginó. Éramos del mismo club, conozco a toda su familia. Cuando Diego se va a Boca Juniors, yo empecé a jugar. Entonces la comparación fue automática: se va uno, viene otro. En aquel momento todo eso era un problema. Yo nunca tuve la personalidad de Diego”, contó.
‘MIEDO’ A VOLAR
“No tengo; tengo pánico. Es diferente. Pero mucha está equivocada porque piensa que fue toda mi vida. Mi viejo murió cuando yo tenía 9 años y él 42. Y cuando mi hijo cumplió 9 años y yo 42, al día siguiente viajaba en avión. Entonces sentí que me iba a morir y que iba a dejar a mi pequeño huérfano. Ahí me agarró un ataque de pánico bastante importante: me senté en el avión y dije ‘esto se va a caer’”, reveló.
“Yo necesitaba bajarme. La azafata me preguntó qué me pasaba y le dije que quería irme. Lo hice y no me dejaban salir del aeropuerto porque me veían muy mal. Necesitaba fumar un cigarro como tranquilizante. Del aeropuerto a mi casa lloré como un niño de 5 años. Sentí un pena tremenda”, continuó.
“Después de muchos tratamientos psicológicos, la conclusión de los doctores fue simple: no le tengo miedo, sino a la muerte. Lo que pasa es que en el avión uno pierde el control por completo de lo que está sucediendo. Me aconsejaron 2 cosas que me hicieron bien: el primero fue sentarme lo más adelante posible, y lo segundo tomar 8 whisky para que pase (risas). Tomo una pastilla para que pasen las revoluciones”, cerró.
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