Con casi 25 años de carrera, Magaly Medina confiesa que es una mujer que ha evolucionado mucho, no solo en el ámbito profesional, sino en lo personal y sentimental. Ya no se hace problemas con nada ni se deja ganar por impulsos, los años -según cuenta- le han enseñado a ser más práctica y a no tener temor a mostrarse más humana.
Aclara que si bien es cierto tiene amistades en la farándula, eso no quiere decir que significa dejar de criticarlos, ni cree en la amistad con condicionamientos. Señala que siempre está buscando nuevas ideas para entretener al público y no solo quedarse en las noticias del espectáculo, es por ello, que ya viene preparando una sorpresa para los televidentes.
Respecto a su amistad con Rodrigo González recalcó que si bien es cierto, su cariño persiste, no fue él quien la consoló cuando se separó de su esposo Alfredo Zambrano. Además, no dudó en hacerle una aclaración. Esto y más en la entrevista que Magaly Medina concedió a Infobae.
¿Cuál es la evolución que ha tenido Magaly Medina en todos estos años?
He pasado por muchas etapas, mis amigos de antaño y mucha gente, cuando yo empecé a hacer espectáculo en televisión, siendo redactora de política en la revista Gente, se sintieron muy defraudados por mí. Dijeron que cómo era posible que una periodista culturosa, con sensibilidad en el arte y la literatura se metía en algo tan fangoso como lo es espectáculo. Yo creo que un comunicador no le puede hacer ascos a nada, yo lo escogí, quise ese camino, vi que había un hueco que no se cubría en televisión y lo agarré, lo tomé como he tomado muchas oportunidades en mi vida y no me arrepiento de ellas.
La Magaly de ahora es una persona madura que juró jamás hacer espectáculos, pero sin embargo, me he tenido que comer mis palabras porque el dueño de mi canal me convenció que debía de volver a hacerlo. Finalmente, siempre me ha gustado la adrenalina televisiva y es lo que estoy haciendo, pero ya me lo tomo con más calma porque me siento un poco cansada de lo mismo. Siempre trato de buscar otras cosas como ahora, busco darle al público algo más que las mismas noticias, un escape para que pueda entretenerse.
¿En este proceso te has vuelto más tolerante?
Sí, yo creo que sí. Me he vuelto más tolerante con todo, pero eso es fruto de los años y de la madurez, ya no soy la misma mujer impulsiva de antes, la edad te calma, y sí, estoy más calmada y soy más tolerante. Pero, sabes, también tengo menos paciencia con las cosas y con las personas, cuando uno va creciendo en edad va soportando menos algunas cosas, y como yo siempre he hablado y he dicho lo que no me gusta, pues ahora lo hago el doble (risas). Y lo hago en el momento, ya no doy un tiempo, ya estoy vieja para eso.
Antes decías que no eras amiga de nadie de la farándula, hemos comprobado que ya no es así…
Sí, me he hecho amigas de algunas personas a lo largo de mi carrera, por A o B circunstancias. Es el caso de Pía Copello que me la presentó Rodrigo González, y nuestros esposos se hicieron muy amigos. Así que nos empezamos a frecuentar más. Lo mismo pasó con Jessica Netwon, nuestros esposos son muy amigos y a raíz de ello nos hicimos muy amigas. Empezamos a frecuentarnos en el plano más personal y ya no en el plano de farándula.
Y cuándo tienes que hablar de tus amigos o criticarlos, ¿no es incómodo?
Es un poco de fastidioso porque cuando tienes criticarlos, finalmente, ¿cómo lo haces? Somos humanos, es tu amiga. Entonces, lo que hago para que ya no pasé lo que ha pasado antes con Jessica (Newton), que se incomodó por algo que dije, es llamar y decirle que no puedo mantenerme al margen. Ahora aviso para que estén preparadas para el maltrato (risas) y ya sepan. Es lo único que puedo hacer.
¿Has perdido amistades por eso?
Hay gente a la que yo aprecio, a las que le tengo cariño y han estado en mi casa, bajo el mismo techo en un almuerzo, y de pronto estas personas por A o B circunstancias se han vuelto mediáticas, los he ampayado, y muchas veces me han dicho que no saque el ampay porque los voy a perjudicar, pero qué puedo hacer. Lo máximo que he hecho es decirle que lo voy a sacar para que tome sus previsiones y para que hable con las personas que tiene que hablar. Claro que algunos me han dejado de hablar, pero la amistad no pasa por condicionamiento, lo entiendo así, como con el amor. Porque una cosa es lo personal y lo otro es lo profesional. Yo trabajo con un equipo de gente que se amanece haciendo cosas, que les pido resultados y cuando vienen con un ampay no les puedo decir que lo encajonen porque es mi amigo y me ha pedido que no lo saque. Lo siento, pero mi ética profesional no pasa por ahí, con el dolor de mi corazón lo voy a sacar.
¿Te costó dejar de ser celosa con tu privacidad?
Yo soy una persona que me gusta ir con los tiempos y los tiempos van de la mano con las redes sociales hoy en día. Así que decidí ponerme más a la moda, me involucré más. En las redes, me comencé a dar cuenta que me abría a personas muy diferentes al de la tele, que no sabían mucho quién era yo. Era un público diferente y me gustó eso. Me pareció un mundo fabuloso y no quería mezclar lo que es la TV con lo que uno hace con normalidad en las redes sociales. Me abrí a lo que nunca me quería abrir, yo que era tan celosa con mi privacidad. Ahí decidí abrir las puertas de mi casa y dejé de ser recelosa con mis cosas personales. Empecé a mostrar a mi familia, a mi esposo, a mis perros, a mostrarme quién soy yo. Me pareció otra cosa, esa persona que antes era totalmente reservada, que nadie sabía cómo vivía, que creían que vivía en una cueva llena de miedo, llena de culpas, era una persona común y corriente. Les enseñé que mi vida va más a allá de un set de televisión.
A tal punto de hablar de tu separación…
Y bueno, uno es presa de lo que comparte. Así que cuando me separé pues todos estuvieron pendientes. A la gente le gustamos como pareja, le gusta las historias de amor y a mí también. Todos se apenaron por nuestra separación y cuando les comuniqué que trataríamos de salvar la relación, se alegraron. Incluso me requintan a mí porque creen que yo soy la malosa de la relación, me pide que sea tolerante y yo recibo a bien sus consejos.
¿Te consideras influencer?
Ese es un término que se usa desde hace algunos años, pero creo que desde mucho antes ya existían los influencers, que son una especie de líderes de opinión, y de los que todos están pendientes de lo que haces y dices. Ya lo he hecho antes, pero creo que ahora lo hago de forma más activa. Un influencer en los tiempos actuales es comunicar las cosas que hacen, yo les cuento lo que hago, mi forma de vida sana, me ven como un referente de estética, porque a mis 58 años la gente cree que me veo mejor que una persona de 40, siempre me preguntan qué hago, cómo hago. Trato de decirles lo que me sirve y no me sirve.
Piensan también que yo he tenido 20 operaciones y no es así. Solo me he operado la nariz y las orejas, mi cara no me la he operado ni me la operaré cuando llegue a los 60 o 62 años, trato de mantenerla con cosas no invasivas para por lo menos no entrar a una cirugía mayor en algunos años. Me he cuidado mucho la piel, esas cosas sí me gusta transmitirla. Incluso, me meto a la cocina, creo que si eres un referente de algo, pues que sea para algo positivo.
¿Has pensado en un pronto retiro y en un posible sucesor o sucesora que herede tu estilo?
Todos tienen su etilo, es cierto, el estilo que yo introduje hace casi 25 años ha sido muchas veces copiado, incluso las forma de cómo se leen las notas, eso me parece loquísimo a mi (risas). Muchos reporteros míos fueron captados por otros programas y siguieron insistiendo el mismo estilo. En mi caso, trato de variarlo siempre, pero yo creo que el original es el original. Ojalá que surja alguien con una forma diferente de hacer espectáculo. El espectáculo no va a morir, la farándula no va a morir mientras haya curiosidad de la gente, mientras haya el morbo de saber que hace el otro, que siempre ha existido. Respecto al retiro, por ahora no tengo planeado.
¿Rodrigo González podría ser tu posible sucesor?
No creo que haya un sucesor o se trate de un reinado, mi nombre soy yo, es mi esencia, cada uno crea su propio personaje, En mi caso, cuando una etapa termina, creo que terminará conmigo. Respecto a Rodrigo, pienso que uno le da la oportunidad a las personas, pero lo tomas y lo desarrollas, él ha tomado la oportunidad y la hizo suya, así como me la dieron a mí. A veces en la vida solo necesitas una oportunidad. Él tiene talento, lo viene demostrando desde hace años y se ha ganado un nombre.
¿Qué pasó con el cariño que se tenían?
El cariño siempre está ahí, creo que con los amigos a veces los caminos se van distanciando. Eso no quiere decir que no exista cariño, no lo creo. Públicamente jamás voy a dar opiniones sobre Rodrigo, no me interesa hacerlo, pero el cariño está ahí. Ahora, nosotros hace muchos no nos vemos, no nos frecuentamos. Antes chateábamos sobre noticias del momento, no sobre cosas personales, él hace mucho que no sabe cosas de mi vida, de mi pareja. A Alfredo lo conoce muy poco, entonces no ha vivido esta relación, como si lo han hecho muchos amigos que son muy cercanos a mí, que por ejemplo en la separación han estado conmigo, es la pandilla que me ha apapachado, mis algodones en esta caída. Rodrigo no ha estado ahí, él no ha sido el hombro donde yo he llorado, han sido otros hombros, él ya poco puede conocer de mí. Lo que sí hace es denotar que conoce parte de mi vida, pero él conoce parte de mi vida pasada, antes de casarme. No lo conoce ahora, y para impresionar a su teleaudiencia, dice ‘porque Alfredo tal cosa, Magaly tal cosa’, yo lamento mucho tener que enmendarle la plana, y decirle que no es así, él no es cercano a mi casa desde hace varios años y a mi relación. Hay amigos con los que me encuentro y no me tomo foto para que él no se incomode, porque tiende mucho a incomodarse y ya no quiero hablar más porque le voy a dar para que hable tres programas de ello.
¿Te sientes empoderada en todo sentido?
Las mujeres por más fuertes que nos veamos en nuestra vida pública, tenemos cosas que trabajar, todos tenemos lados más sensibles donde nos tocan y reaccionamos, yo también he tenido lados débiles. Yo le aconsejo mucho a la gente, he llevado terapia muchos años, primero por mi depresión y segundo porque he querido crecer como persona. Cuando me dicen que me estoy equivocando y eso constante, pues busco la forma de mejorar, ahora llevo coaching, me gusta y siento que es la forma de crecer. No creo que el éxito solo se deba dar en el ámbito profesional, sino como persona, me gusta conocerme más y empoderarme más. Siempre me he movido en un mundo de hombres, ganarme un lugar en una carrera donde predominaban los hombres - en ese tiempo - fue difícil, pero no imposible. Ahora tengo más amigos que amigas me gusta debatir con ellos, siento que son menos traicioneros y discuten tus argumentos, las mujeres suelen decir ‘está bien lo que has hecho’, ser conciliadoras, y no va conmigo. Desde chiquita aprendí que ser mujer no me iba a hacer sentir menos.
¿Sientes que existe una falsa sororidad?
Claro, ¿y por qué no voy a decirle a una mujer que está mal y a un hombre, sí? Eso es discriminar. Las mujeres decimos ‘que linda que estás, me encanta como vives la vida’ y por debajo dice que es una tal por cual. La hipocresía entre mujeres siempre ha existido porque no nos atrevemos a decirle lo que reamente pensamos. Claro que hay que aprender a decir las cosas, pero mi caso, en televisión todos somos fieras de un mismo circo, ¿por qué ofenderse? Nos hemos puesto en vitrina para que nuestros actos sean valorados o no valorados. Tenemos que aprender a soportar todo, dicen ‘ay, ¿por qué me criticas si soy mujer? No entiendo yo ese falso discurso, yo no voy y ataco a mi vecina, voy a una persona pública.
¿Estás presta para un encuentro con Gisela Valcárcel?
Creo que ha habido oportunidades, nos han querido juntar por eventos benéficos y ella ha dicho que no es el momento del señor, creo que habría que preguntarle a ella y a su señor cuándo sería su momento (risas). Por otro lado, no creo que ella y yo coincidamos en algún café o para conversar, creo que no tendríamos temas de conversación ni seriamos amigas. Así que si no es para un evento benéfico, no habría otra razón para juntarnos.
Pese a sus diferencias, ¿coincides en que Gisela, al igual que tú, es una de las figuras más fuertes de la TV?
Creo que eso tendría que decirlo el público, creo que somos las dos únicas que quedamos (risas). Creo que no han surgido otras figuras más poderosas, somos las dinosaurias de la televisión (risas).
Haciendo un repaso de tu carrera ¿hay algún mea culpa que quieras hacer?
Ya las hice en su momento determinado. Creo que no es hora de hacer meas culpas, asumo mi pasado tal cual y ahora pienso en mi presente mirando en mi futuro, no vivo en arrepentimientos tardíos por que no lo arreglan en nada.
Estos últimos días has dejado de lado la farándula para tocar un tema más social, la situación en San Juan de Lurigancho…
Yo no soy política, y tampoco me interesa entrar a la política, lo he dejado claro desde hace muchos años. Tampoco aspiro a una curul ni quiero un ministerio, no quiero nada. Yo estoy bien con lo que hago y con lo que soy. Sin embargo, al ver toda esta desgracia que está pasando una población, y sobre todo que no hay respuesta que pueda llevar un poco de calma a estas miles de familias, a mí sí me conmovió muchísimo. Y bueno felizmente, mi esposo y yo somos afortunados, tenemos trabajo y nos va bien en la vida. Así que dijimos vamos a llevarle agua, pero al estar ahí hemos comprobado una realidad que es tremenda, sobre todo porque hay gente que tiene poder y que podría decir que vengan las Fuerzas Armadas, que traigan cisternas. La misma Sedapal podría haber alquilado cisternas.
Otros que ni siquiera tienen baldes, si no te sensibilizas con ellos es que no eres de este mundo (suspira).
Incluso invocaste al presidente Pedro Castillo…
Realmente no tengo pelos en la lengua, y si tengo que pedirle al presidente: ‘presidente para eso lo eligieron los pobres de este país’ para que haga algo por ellos, pues lo voy a hacer. Yo no voté por él pero si más del 50 por ciento, sobre todo los más pobres, votaron por él porque creyeron en el cambio, y ahora ven que el cambio no existe. No hay liderazgo en este tipo de emergencia, no tenemos un líder, es como si no tuviéramos un presidente, y eso es terrible. Y los que más se afectan es la gente necesitada. Que las autoridades no puedan ayudarlos y que tenga que hacerlo la gente de a pie es muy cruel. Es una falta de sensibilidad total.
SEGUIR LEYENDO: