En el mundo animal existen varias especies que han sorprendido a los científicos por su capacidad de envejecer muy lento o simplemente “por no pasar” por este proceso. La rata topo desnuda, que se caracteriza por ser casi lampiña y con la piel arrugada, ha causado revuelo en los investigadores puesto que podrían ser la clave para el tratamiento del cáncer y el envejecimiento.
Este animal que no alcanza a medir más de 33 centímetros vive en promedio 30 años, a pesar de que puede padecer otras enfermedades —incluso puede morir a consecuencia de estas—, tiene una alta resistencia a los padecimientos crónicos como el desarrollo de tumores o la diabetes.
De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer del Gobierno de Estados Unidos, esta enfermedad es causada por el desarrollo de células dañadas o anormales que en lugar de ser sustituidas por unas nuevas, se multiplica; lo que causa la formación de tumores, los cuales pueden ser malignos o benignos.
Esta enfermedad se ha investigado con el paso del tiempo, lo que ha involucrado el estudio básico de la fauna, a través de modelos experimentales de cáncer, en ellos han participado ratones de laboratorio, moscas de fruta, elefantes, murciélagos, entre otros. Han sido unos cuantos mamíferos los que han mostrado resistencia al proceso de carcinogénesis.
Cómo resisten al cáncer
Las ratas topo desnudas son los roedores más longevos y no muestran el desarrollo de cáncer en su sistema por medio de varios mecanismos como la reparación del ADN, la resistencia celular autónoma y una respuesta inflamatoria atenuada.
Yuki Nakamura, Yoshimi Kawamura, Kaori Oka y Kyoka Miura, investigadores de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Kumamoto, en Japón, describieron los procesos por los que pasa este roedor para no desarrollar la enfermedad.
Los académicos, en su artículo “Resistencia a la carcinogénesis en el roedor más longevo, la rata topo desnudo”, publicado en la revista Cancer Science en septiembre de 2022, explicaron que los roedores muestran una “respuesta inflamatoria y necrótica robusta ante la agresión cancerígena”, lo que representa un mecanismo único de inducción de muerte necrótica, que impide la multiplicación de células “muertas”.
A pesar de que ha quedado demostrado, desde inicios de milenio, que las ratas topo desnudas son resistentes a esta enfermedad, los investigadores señalan que aún quedan muchas incógnitas alrededor de este tema, puesto que aún hay pocos estudios experimentales que puedan ayudar al desarrollo de tratamientos.
Considera que estos experimentos “in vivo” son muy difíciles de realizar, puesto que para estos es esencial “establecer técnicas de ingeniería de desarrollo para facilitar la generación de ratas topo desnudas modificadas genéticamente para que puedan estudiarse”, concluyeron.
Inmunes al dolor
Un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge, encabezado por Ewan St. J. Smith, se ha dedicado a estudiar el sistema nervioso de estos mamíferos de sangre fría y consideran que su complejo sistema de células y moléculas previenen la enfermedad, en lugar de tener un mecanismo exclusivamente resistente al cáncer.
Otra de las características que tiene este roedor es su insensibilidad al dolor. El académico Smith comentó en entrevista para la BBC de Londres que esta capacidad sea probablemente el resultado “de la adaptación evolutiva a su entorno con alto contenido de dióxido de carbono”.
Estos animales son capaces de vivir en ambientes subterráneos extremos, por esta razón el investigador considera que este estilo de vida “clandestino” aumenta sus posibilidades de supervivencia.
Smith indicó que mientras uno de cada dos humanos tiene probabilidades de desarrollar cáncer, al igual que los ratones y ratas, el Heterocephalus glaber casi nunca padece esta enfermedad por lo que es un fenómeno bastante raro.
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