Todos realizamos un pequeño rito a la hora de acostarnos, para los perros este rito consiste en escarbar el piso, cualquiera sea este, o la alfombra, antes de recostarse.
Los perros son seres rutinarios por excelencia al nivel de tener que repetir esos ritos de una manera compulsiva casi al modo de una cábala supersticiosa.
Hoy en día, muchos perros se acuestan en lechos mullidos, limpios y confortables. Tiempo atrás, debían dormir en cualquier tipo de lugares incómodos al aire libre y acomodaban el suelo como podían para crear huecos más confortables.
Era, un poco más cálido o más fresco, según la estación, dormir en un hueco, que dormir en la superficie, y esa conducta de cavar les permitía acomodar las cuatro patas y la cola.
Una gruesa alfombra, un piso cerámico o una manta a cuadros no necesita este tipo de tratamiento, pero los perros como son criaturas de extrema rutina, tienden a hacer las mismas cosas que siempre han hecho. El confort y el ritual son sólo parte de la historia.
Otra razón por la cual escarban es que los perros son animales territoriales, lo que significa que se apropian y reclaman áreas que consideran suyas. Una forma de marcar ese territorio es arañar el suelo. En la naturaleza silvestre, los perros que pasaban por allí veían los arañazos y sabían que ese lugar estaba ocupado. También olían las marcas que el otro dejaba ya que los perros tienen glándulas odoríferas en sus patas. Escarbar la alfombra, entonces, es una manera de depositar su olor personal en el entorno.
Las perras pueden ser más propensas que los machos a arañar antes de recostarse, especialmente si están preñadas, porque tienen un impulso biológico de preparar un nido seguro y confortable para sus cachorros. Desde el momento de que son cachorros, los perros arañarán y cavarán casi en cualquier lugar, en la alfombra, en el jardín, hasta en los pisos de mosaicos.
No están intentando hacer una cama más confortable en ninguno de estos lugares, sino que disfrutan al arañar. Sienten placer en las patas. En poco tiempo, adquieren el hábito. Es por esto que algunos perros pasan gran parte del tiempo antes de recostarse arañando la alfombra o sus camas.
No es que necesiten que las cosas estén más cómodas de lo que ya están, si no que simplemente disfrutan de la actividad y es relajante para ellos, como un preludio natural antes de dormir.
Los comportamientos innatos, antes resumidos en el instinto, les dicen cómo hacer un cómodo hoyo, respetando y siguiendo cada uno de sus pasos. Algunos perros tienen toda la intención de hacer una cama de verdad, y desmenuzarán almohadones y desgastarán zonas de alfombra para lograr que todo esté exactamente como ellos quieren.
Muchos perros arañarán y rascarán antes de acostarse, pero los Terrier realmente son los campeones del rascado y el cavado de madrigueras. Fueron criados para cavar y llegar a madrigueras para cazar presas pequeñas, y arañarán más que otros perros antes de tranquilizarse y disponerse a dormir.
Para lograr la mayor y mejor satisfacción en el arañado, es muy útil utilizar una cama que tenga el relleno suelto no tan compacto, para permitir la posibilidad de mover el relleno al cavar, asemejándose a lo que harían en la naturaleza. Al buscar el mejor lugar para colocar la cama, respetemos el lugar que haya elegido el perro para dormir y coloquémosla lo más cerca posible de él. Como detalle importante es necesario entender que a los perros les gusta sentirse protegidos mientras duermen, y son más propensos a usar una cama que esté colocada en un rincón.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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