La Escuela para Entrenamiento de Perros Guía para Ciegos ha trabajado en los últimos 34 años para contribuir al bienestar de las personas con visibilidad reducida y de escasos recursos. Esta academia se encarga de enseñar y preparar a los caninos de asistencia que realizan la noble misión de regresar la movilidad e independencia a sus compañeros humanos.
De acuerdo con su página web, esta organización fue la primera en América Latina en enfocarse a las personas con capacidades diferentes por medio de la preparación de varios canes, después de que su fundadora Silvia Lozada Badillo obtuviera, a los 19 años, su primer perro guía de la escuela Leader Dogs for the Blind en Estados Unidos.
Desde el 2015, el instituto ha sufrido problemas económicos que se agravaron por la pandemia de COVID-19, por lo que advirtieron en su página oficial que de no conseguir los recursos necesarios podría cerrar sus instalaciones en Ciudad de México.
La fundación informó en agosto de 2021 a través de su página de Facebook ,que las pocas donaciones que han recibido se han destinado para saldar las deudas que tienen con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) de México y el seguro social, sin embargo aún no es suficiente.
En otra publicación explicaron que el SAT bloqueó los sellos digitales, lo que les impide dar recibos de donativos. Silvia en su video contó que la empresa que realizaba las aportaciones más grandes a la fundación fue vendida y los nuevos dueños decidieron no apadrinar a nuevos caninos.
A raíz de esta situación, la organización ha solicitado el apoyo de las personas a través de donaciones, apadrinando a un futuro perro guía o con la compra de algunos “productos con causa” de diferentes tiendas para mascotas, optometría, consultorios dentales y restaurantes, los cuáles donarán parte de las ganancias a esta causa.
Educar a la sociedad mexicana
La fundadora del instituto canino nació en una comunidad rural del estado de Hidalgo en febrero de 1963 y desde los 3 años, a raíz de una enfermedad viral, adquirió ceguera irreversible por lo que requirió el apoyo y asistencia durante edades tempranas, y a los 13 años comenzó a desplazarse sola usando un bastón blanco.
Silvia se encontró en su adolescencia con los primeros de los tantos obstáculos que sufren las personas con discapacidad visual, muchas secundarias de su localidad la rechazaron, por lo que tenía que viajar una hora para asistir a una escuela que la había admitido.
“Chocaba con obstáculos, me golpeaba la cara con obstáculos aéreos, pero afortunadamente pude terminar la secundaria”, relata la fundadora de la escuela de perros guía sobre las adversidades que se enfrentó en un video publicado en su canal de YouTube.
Tras superar estas adversidades logró entrar a una preparatoria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), instituto en el que posteriormente estudiaría la licenciatura en Derecho y durante esta etapa fue cuando adquirió a su primer perro guía.
Tras acudir a la escuela Leader Dogs for the Blind, en Michigan, Silvia se encuentra con aún más dificultades para entrar al país y a espacios públicos con su canino, por lo que se dio cuenta que se tenían que hacer algunos esfuerzos para educar a la sociedad mexicana, a partir de este momento surge la idea de fundar la primera escuela en su tipo en la región, para dar libertad e independencia a personas con visibilidad limitada.
Los resultados del trabajo
A pesar de los problemas económicos que atraviesan ante la falta de donativos y problemas con el SAT, la organización ha logrado graduar a 135 binomios (”personas ciegas - perros guía”).
La educación de estos caninos tarda de 4 a 6 meses en donde aprenderá a reaccionar a distintos tipos de sonidos, entornos extraños y a obedecer comandos sencillos; estos animales están entrenados incluso para una “desobediencia inteligente”, es decir no siguen las instrucciones de sus dueño que los puedan poner en peligro.
La fundación explicó en su página que personas de diferentes estados de México, así como de América Latina han sido beneficiarios de sus programas. Silvia Lozada realiza también varios talleres de inclusión y capacitaciones para escuelas y empresas, “para que la sociedad en general sepa cómo interactuar con personas con discapacidad visual”.
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