Los gatos son los animales de acompañamiento más independientes que pueden existir, por lo que es común que salgan de sus casas por largos lapsos de tiempo y den vueltas por los lugares aledaños a su hogar. Esta actitud ha generado un debate en los dueños de felinos sobre mantener a estos animales encerrados en el hogar o dejar que caminen libremente por las calles.
Cuando salen a la calle, los felinos hogareños pueden enfrentarse a una serie de amenazas para su salud y el bienestar del ecosistema, además de que se pueden convertir en presas de algún tipo de vida silvestre nativa.
Investigadores de la Universidad de Maryland en su estudio “Superposición espacial y temporal de gatos domésticos y fauna urbana autóctona” publicado en la revista Frontiers in Ecology and Evolution en noviembre de 2022, explicaron cuáles son los peligros y cuidados a los que se enfrentan los felinos cuando salen de su hogar.
Daniel J. Herrera, Michael V. Cove, Guillermo J. McShea y otros académicos analizaron 60 cámaras en la capital estadounidense para entender los patrones de movimiento y los peligros a los que se exponen los felinos.
Los académicos determinaron que los humanos influyen “en gran medida en la distribución espacial de los gatos”, por lo que también determinan, de manera indirecta, la clase de riesgos a los que se ven expuestos estas mascotas.
Reducir los factores de peligro
Cuando un gato sale de su hogar está expuesto a contraer enfermedades de otros mamíferos, en este caso la rabia es la principal amenaza. En las trayectorias trazadas por los investigadores, se descubrió que los felinos tenían un 61 por ciento de probabilidades de encontrarse con algún mapache por lo que aumenta la posibilidad de que contraigan esta enfermedad.
Este problema latente se puede encontrar en otras ciudades, ante la presencia de una gran variedad de mamíferos que viven en las calles.
De acuerdo con Daniel Herrera, uno de los principales autores del artículo científico, “el que nuestros gatos salgan al exterior estamos exponiendo en peligro su salud de forma significativa”, por lo que el veredicto en cuanto a dejar salir o no a estos animales, se decanta por mantenerlo encerrado en casa.
Herrera aunó en la investigación que se cree erróneamente que estos animales están controlando a la población de roedores que provienen del “exterior de su hábitat”, sino que ocurre un fenómeno preocupante como la erradicación de poblaciones autóctonas que son beneficiosas para el ecosistema.
Bajo estos fundamentos también se descartó la idea de que los gatos son un depredador más en el ambiente que realiza un papel fundamental. Generalmente los humanos son los que trasladan a estos animales a los ecosistemas en lugar de que lleguen de una forma “natural”.
Satisfacer su deseo de exploración
Los felinos de compañía son igual de curiosos que los perros, la percepción que tienen del mundo la realizan a través de acciones en los que emplean sus cinco sentidos, por los que es común que estén rascando todo tipo de superficies o marcando su territorio por medio de su olor.
La exploración de su entorno forma parte de su naturaleza y es por esta razón por la que suelen salir de sus hogares. La Fundación Affinity en su artículo “¿El gato necesita tener acceso al exterior”, explicó que esta curiosidad puede ser controlada por medio de un paseo con correa o con la adaptación de un cuarto para estimularlo.
En cuanto al primer punto la organización detalló que se debe de considerar la actitud que muestra el gato durante la salida puesto que en algunos casos puede ser más estresante que placentero.
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