Después de varias décadas de investigación y especulaciones, un grupo internacional de científicos, encabezados por Martim Melo del Centro de Biodiversidad del Golfo de Guinea, descubrieron a una nueva especie de autillo, un pequeño búho, en el África central.
En su artículo “Una nueva especie de autillo de la Isla Príncipe y nuevos conocimientos sobre sobre las afinidades sistemáticas dentro de Otus”, publicado por la revista digital ZooKeys, los investigadores comentaron que la primera presencia documentada de este búho fue en 2016, por el fotógrafo Philippe Verbelen.
Se determinó que el búho real de Príncipe es una nueva especie debido a su morfología, color y patrón de plumaje que es totalmente distinto al de otros especímenes de su “familia”.
“Las aves en particular son probablemente el grupo de animales mejor estudiado, lo que hace que el descubrimiento de nuevas especies sea más desafiante”, describieron los investigadores en su artículo que fue publicado en octubre de este año.
Los científicos estiman que hasta la actualidad solo se han descrito el 14 por ciento de las especies que existen, a este factor de la cantidad de estudios que hay sobre las especies, se le suma el peligro latente de la sexta extinción masiva que está liderada por los humanos debido a la urbanización y la destrucción de hábitats.
Lo interesante de esta ave es que lleva varios años existiendo, incluso los investigadores determinaron que es descendiente de la primera especie de autillo que llegó al archipiélago del Golfo de Guinea, por lo que parece extraño que pase demasiado tiempo desapercibida por el mundo científico.
El origen de su nombre
Su nombre científico es Otus bikegila, en honor a un criador de loros de isla Príncipe, Ceciliano do Bom Jesus, quien formó parte del grupo de expedición.
Martim Melo, en su artículo publicado para la revista científica The Conversation, explicó que este hallazgo no hubiera sido posible sin los conocimientos del criador y sus inalcanzables esfuerzos por resolver este misterio.
“El nombre también pretende ser un reconocimiento a los ayudantes de campo locales, en todo el mundo, que a menudo desempeñan un papel importante en el descubrimiento de nuevas especies”, agregó el investigador.
El cantó de este búho es una breve nota “tuu” que se repite a un ritmo muy rápido, incluso los investigadores describen que se llega a parecer en cuanto a cadencia al de los insectos, además de que suele realizarlo en cuanto cae la noche.
Una especie en peligro de extinción
Ante dicho descubrimiento, los investigadores han propuesto a la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza que el búho real de Príncipe entre en “peligro crítico” de extinción, el nivel más alto, debido a la próxima creación de una pequeña presa hidroeléctrica en su hábitat.
Este autillo es considerado una “especie endémica”, es decir que solo habitan en esta isla que forma parte de la República Democrática de Santo Tomé y Príncipe, por lo que la destrucción de este lugar representa un grave peligro para estos animales.
Para la preservación del búho real de Príncipe el investigador aseguró que el seguimiento de la población será clave, no obstante considera que la protección de las especies nocturnas representa una variedad de problemas logísticos y de financiación.
Ante estos problemas, los investigadores realizaron un protocolo de estudio en el que se utilizará inteligencia artificial para recuperar los sonidos que emiten estos búhos y poder cuantificar el número que habitan este lugar.
Martim Melo concluyó su artículo resaltando la importancia de explorar terrenos que próximamente dejarán de existir, debido a que se puede dar el descubrimiento de nuevos animales como el caso de este búho.
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