El oso negro que habita en América del Norte ha mostrado en los últimos años una ligera variación en el tono de su pelaje, esto debido a una alteración genética similar a la del albinismo en los humanos de acuerdo con un estudio publicado en la revista Current Biology de la editorial Cell Press.
Emily E. Puckett e Isis S. Davis de la Universidad de Memphis y principales autoras del estudio, explicaron que tras el análisis de 151 osos negros estadounidenses, se percataron que estos mamíferos que habitaban el oeste del país, específicamente en las zonas de Nevada, Arizona e Idaho, tenían una mayor probabilidad a tener el pelaje de color rojizo.
El equipo descubrió que el motivo de estos cambios en el pelo de los mamíferos se da con motivo a una alteración en una proteína relacionada con la tirosina (TYRP1), que afecta principalmente a la unión del zinc y altera la localización de la proteína, por lo que disminuye la producción del pigmento.
“La variación genética en la biosíntesis o transferencia de melanina da lugar a diferencias en el color del cabello, los ojos y la piel y puede ser la base de la selección positiva”, explicaron las investigadoras en su artículo publicado el 16 de diciembre de este año.
El gen que provoca que el color de los osos se convierta en canela surgió hace 9.360 años, Puckett y Davis sugieren que este “morfo” tiene un valor adaptativo que les regular su temperatura interna en los climas más cálidos y secos del suroeste (algo similar a lo que pasa con el color de los ojos de los renos en el polo ártico).
Las investigadoras de la Universidad de Memphis consideraron que estos resultados ilustran cómo la variación de melanina forma parte de una evolución constante que tienen los animales, en este caso, consideraron que se da un paso a la comprensión de los procesos por los que pasan los grandes carnívoros.
Una cuestión de territorio
Puckett y Davis describieron que hay tres posibles respuestas a estas variaciones genéticas entre los osos occidentales y orientales. La primera razón que encuentran es que se dio cuando se dividieron y tomaron mayor distancia entre estos dos grupos.
La segunda opción es que esta variación ya existía dentro del linaje, pero se perdió cuando se los osos se extendieron hacia los campos boscosos del Este de EEUU o por último fue por medio de introgresión de una variante causal entre los Ursus arctos y los Ursus americanus.
Tras el análisis de los resultados, las investigadoras de la Universidad de Memphis indicaron que este cambio de color les proporcionó una ventaja selectiva a los osos del suroeste del país de América del Norte.
Las académicas estadounidenses concluyeron que el oso negro americano es el responsable de la mayoría de las variaciones de color dentro de la especie, y descartan que estas variantes sean perjudiciales en la aptitud de estos mamíferos.
La evolución constante
Las especies registran modificaciones ya sea de manera interna o externas con la finalidad de adaptarse de una mejor manera a sus hábitats, así como los osos hay otros animales que han mostrado algunos cambios.
Alexander Werth y William Shear, investigadores del Hampden-Sydney College destacaron que su estudio “La verdad evolutiva sobre los fósiles vivientes” que las especies muestran cambios continuos.
En el artículo que fue publicado por la revista American Scientist en noviembre de 2014, los científicos estadounidenses explicaron que algunas especies son sustituidas por otras que forman parte de su descendencia y las cuales tienen mayor probabilidad de sobrevivir a un entorno que cambia constantemente. Durante estos procesos los animales deambulan por un ligero hilo que los separa entre la vida y la muerte.
SEGUIR LEYENDO: