Durante estas fechas navideñas hay un grupo de renos que estará tirando de un pequeño trineo con una gran bolsa de regalos que repartirá Santa Claus en todas las casas del mundo, no obstante esta manada no será la única que hará algo especial durante estas fiestas decembrinas, otros animales de esta especie realizarán un proceso para cambiar el color de sus ojos.
En la zona norte del globo, en el frío del Ártico, los primos de Rodolfo el reno tendrán una hazaña óptica que les permitirá cambiar la estructura de sus ojos para encontrar mejores alimentos y poder percibir a sus depredadores durante la oscuridad que invadirá la región en los próximos meses.
Este cambio de color se lleva a cabo en el Tapetum lucidum, una capa de tejido que se encuentra en la parte posterior del ojo en muchos animales vertebrados, por ejemplo, esta “delgada tela” también la tienen los caballos cetáceos, cocodrilos, murciélagos, perros y gatos.
Este tejido es el que provoca que los ojos de tus mascotas, ya sea canino o felino, brillen durante la oscuridad, generalmente esta propiedad es una característica propia de los animales que necesitan tener una buena visión en la oscuridad.
Robert A. E. Fosbury y Glen Jeffery, de la División de Biociencia de la University College de Londres (UCL), explicaron en su trabajo “Los ojos de los renos se adaptan estacionalmente al crepúsculo ártico azul”, publicado en The Royal Society, que el color de los ojos de los renos cambia de acuerdo a la temporada de verano e invierno.
En entrevista para National Geographic, Glen Jeffery explicó que este “mecanismo biológico es realmente excelente, totalmente único y extraño”, además de que tiene mucho sentido en cuanto a los cambios drásticos que tienen estos animales en sus ojos.
Los cambios por estación
Fosbury explicó que el Tapetum lucidum es un filtro que se arquea y se encuentra justo detrás de la retina, por lo que logra evitar que llegue de manera directa la luz naranja proveniente del cielo, y solo “deja pasar” la azul.
La oftalmóloga veterinaria, Braidee Foote, de la Universidad de Tennessee explicó a la revista que este tejido puede duplicar la luz que llega de los fotorreceptores, lo que permite ver a los animales a ver con cierta claridad, a pesar de que el entorno no esté tan iluminado.
Cuando el verano llega, los ojos de los renos tienen una tonalidad de oro luminoso, mientras que en invierno se vuelven de un azul demasiado profundo.
“Los renos son el único mamífero conocido que adapta estacionalmente sus ojos al color extremadamente azul del crepúsculo prolongado que ocupa gran parte del ciclo invernal en el Ártico”, explicaron Fosbury y Jeffery en su trabajo publicado en junio pasado.
Los investigadores de la universidad inglesa especificaron que hasta el momento no han logrado obtener ojos de renos después del equinoccio de otoño y antes del de primavera, por lo que creen probable que durante estos transición de estaciones también haya cambios en el color de los ojos.
Un resultado de la adaptación
Este proceso de los renos se da por una cuestión de “sintonía” con la frecuencia de la luz, Jeffer explicó en la entrevista para National Geographic, que las fibras de colágeno de los ojos de verano flotaban sueltas, lo que crea un espejo cristalino, mientras que en los ojos de invierno el colágeno estaba más junto.
El neurocientífico explicó que es muy probable que los renos dilatan sus pupilas cuando están en medio de la oscuridad lo que hace que aumente la presión interna en su ojo y por ende en la temporada de invierno el colágeno está más comprimido.
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