El calentamiento global ha provocado que los polos se descongelen de manera acelerada, como resultado de la destrucción de estos espacios, los osos polares, los carnívoros más grandes del mundo, se han visto obligados a emigrar a otros lugares del mundo en búsqueda de un nuevo lugar donde asentarse y alimento.
Los efectos negativos del cambio climático ha generado un alud de problemas en las regiones cercanas a los hábitats de estos mamíferos. En los últimos años en las comunidades del Ártico han crecido los avistamientos de osos polares, e incluso las personas llegan a verse cara a cara con estos animales.
Otro de los ejemplos de esta migración de los osos a zonas que están “dominadas” por los seres humanos es en Novaya Zemlya, un archipiélago ruso en el que han sido vistos decenas de osos polares desde 2019.
Isaac Stanley Becker, reportero de The Washington Post, advirtió que en ese año los osos podrían ser sacrificados de manera selectiva, en caso de que la población aumente en la isla.
Estos mamíferos se alimentan básicamente de carroña y han comenzado a hurgar en la basura de los pobladores de las regiones que “invaden”, no obstante este no es el verdadero problema que hay detrás, los ataques mortales de osos a personas han aumentado.
El monitoreo para la prevención
La organización internacional dedicada a defender y preservar a estos animales salvajes, Polar Bears International (PBI), ha desarrollado una tecnología para implementar en las zonas donde se han dado los avistamientos de estos mamíferos y reducir los riesgos que representa la convivencia entre osos y humanos.
Geoff York, director de la organización, comentó para National Geographic que las comunidades se han enfrentado a un gran desafío en los últimos años puesto que es probable que se encuentren a un oso blanco hurgando en su basura.
El sistema Bear-Dar consiste en una serie de cámaras que monitorean las comunidades, y en cuanto detecta un objeto grande que podría ser del tamaño de un oso manda una alerta a los celulares de las personas para que “sepan que deben de tener mucho cuidado al salir de casa”, explicó el dirigente de PBI.
Las personas pueden ver el video que les envía el software para determinar si se van a encontrar alguno de estos animales fuera de sus casas o simplemente se trató de un camión o un objeto gigante.
La empresa aún sigue trabajando para mejorar el programa, no obstante es una solución temprana ante los efectos de la pandemia de covid, donde la vida silvestre comenzó a tener mayor presencia en las calles ante la ausencia de actividad humana.
Un futuro desalentador
Esta especie de hábitats fríos es la que más corre peligro de extinción de todos los osos que hay a nivel mundial. De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) el 75 por ciento de la población de estos animales se encuentran en una situación delicada para su preservación.
La organización internacional encargada de preservar y estudiar la flora y fauna a nivel mundial estima que hay alrededor de 26.000 ejemplares de osos polares en todo el mundo, sin embargo su futuro es desalentador puesto que el mayor problema al que se enfrentan es al descongelamiento de sus hábitats.
La PBI asegura que además del calentamiento global esta especie tiene que luchar contra “el aumento de las actividades comerciales, las enfermedades y la protección inadecuada de sus territorios”.
Realizar los estudios necesarios sobre esta especie es una de las tareas más difíciles tanto para la comunidad científica como para las organizaciones internacionales, puesto que se requieren de presupuestos extensos para comprar el material necesario que se puede utilizar en zonas congeladas.
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