El estudio de las hembras en el mundo animal en algunas ocasiones se “pasa por alto” en comparación de los machos, la cantidad de estudios científicos realizados en cuestión de género son desiguales y marcan una tendencia a estudiar estos últimos, por lo que la compresión en temas de reproducción de las especies se ha quedado limitado.
La herpetóloga Megan Folwell de la Universidad de Adelaide publicó este 14 de diciembre su estudio “Primera evidencia de hemiclitores en serpientes” para la revista científica The Royal Society, en el cual describió la forma anatómica que tiene este órgano en nueve especies de estos reptiles.
La académica de la universidad australiana describió que el estudio del hermiclitores (nombre que recibe el clítoris en las serpientes) es demasiado escaso a comparación del hermipene.
“Desafortunadamente, los estudios de los genitales femeninos se han quedado ‘varados’ por un enfoque abrumador en los genitales masculinos, a pesar de que hay evidencia de que el clítoris en particular tiene un papel funcional clave en la reproducción”, explicó la experta en serpientes.
Sumado a la falta de estudio de las hembras, sobre todo en este tipo de reptiles, está la dificultad que tienen los especialistas de encontrar y ver bien los genitales de las serpientes.
Un órgano en forma de corazón
Durante la disección de varias serpientes hembras en museos, Megan Folwell encontró una estructura bifurcada en forma de corazón en la cola de estos animales, tras este descubrimiento la hepatóloga australiana se puso en contacto con Patricia Brennan de Mount Holyoke College en Estados Unidos, especialista sobre la evolución de los genitales en los vertebrados.
Tras este suceso, Brennan y Folwell estudiaron a nueve especies diferentes serpientes que forman parte de las principales ramas de la evolución de estos animales y se dieron cuenta de que todas las hembras tenían este órgano, pero los tamaños y formas variaron entre sí.
“Las disecciones revelaron que los hemiclitores están separados por un tejido conectivo que juntos forman estructuras triangulares, con alguna variación significativa de tamaño entre especies”, explicó la académica australiana en su artículo.
Otras características únicas en este órgano era que carecían de espinas, surco espermático y músculos retractores como en los demás reptiles.
Folwell explicó en entrevista para The New York Times que este descubrimiento da apertura para considerar que el apareamiento de las serpientes se trata de estimulación y seducción, y no simplemente de coerción, “tal vez hay algo que hacen los machos que provoca que las hembras participen más en el acto sexual”.
El estudio de las hembras en el mundo animal
Esta investigación abre las posibilidades de que se amplíe el estudio de la evolución de los genitales de las especies, además aporta conocimiento sobre las variabilidades morfológicas que tiene el clítoris en los reptiles.
Folwell concluyó que se necesita más investigación sobre las características sensoriales que tienen los genitales de las hembras, además de su funcionamiento durante la reproducción.
El hemiclitores comparte sus orígenes con el pene, en cuestiones evolutivas y desarrollo, sin embargo hay características anatómicas muy detalladas que deberían de evitar las confusiones entres los genitales de machos y hembras en futuras investigaciones.
Luke Allen, de la revista científica The Conversation, consideró que este descubrimiento se da hasta apenas debido a que los científicos asumieron que las serpientes hembras no contaban con este órgano y por ende no tenían la capacidad de excitarse, a lo que descubrimiento cambia el pensamiento ante la reproducción de esta especie.
La estimulación del clítoris podría provocar un apareamiento de mayor duración y, por ende, conduciría a un mayor éxito en la fertilización de las hembras.
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