El miedo es la sensación intensa que registran los animales y seres humanos después de percibir un peligro real o imaginario, algunas especies rehuyen de sus depredadores tras registrar este sentimiento.
Hay animales que cuando se ven acechados fingen estar muertos, huyen o en su defecto, al no encontrar algún tipo de salida, deciden atacar desesperadamente para sobrevivir.
Este sentimiento es una de las emociones más primitivas que existe en el mundo, “su función es prepararnos para la supervivencia, para dar una respuesta respuesta rápida y eficaz ante una amenaza”, explicaron académicos de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la gaceta oficial de la institución.
No obstante hay algunas especies que emplean la intimidación para infundir miedo en su oponente o depredador y la mayoría de las ocasiones no se trata de una muestra de poder, sino de una actuación en la que aparentan ser más grandes o peligrosos que el otro.
Lara M. Southerns de la University of Osnabrück, en Alemania, describió en su artículo “Ataques letales de coalición de chimpancés a gorilas en estado salvaje” publicado en la revista Scientific Reports, que la violencia entre especies, sobre todo las interacciones letales, es un fenómeno común en los mamíferos.
Golpes en el pecho
Es común relacionar a los chimpancés con el golpeteo en sus pectorales como una forma de comunicación, sin embargo este comportamiento también tiene otra connotación.
El pararse sobre dos patas, gritar y golpear con los puños su pecho tiene como objetivo demostrar que es más grande y más fuerte que su oponente, también es una forma de contener a los primates que se “están portando mal” o intentan opacar su liderazgo.
“Los chimpancés mostraron comportamientos llamativos antes de cazar como estar atentos a cualquier movimiento, cambiar la dirección de su caminar y vocalizar”, explicó Lara Southerns en su estudio sobre las actitudes violentas que llegan a registrar estos animales.
No obstante, en ese mismo estudio, la especialista de la universidad alemana compartió que este tipo de acciones no siempre son eficaces. Al analizar el conflicto entre dos grupos de chimpancés, se percató que cuando se registran estos comportamientos en lugar de imponerse se podría acelerar el conflicto y culminar con la muerte de algunos de los animales.
El académico de la Universidad de Chicago, Darío Maestripieri, especificó en entrevista para la BBC que la intimidación ayuda a los animales dominantes a someter a sus subordinados, lo que les funciona para tener mejor acceso a los alimentos y con el sexo opuesto.
El pulpo imitador
Esta especie emplea el mimetismo (habilidad de camuflarse o cambiar su apariencia) cuando se encuentra con el pez damisela u otro depredador. El Thaumoctopus mimicus es capaz de tomar la forma de una serpiente marina venenosa, ocultando seis de sus extremidades en la arena submarina.
El biólogo Mark Norman, de la Universidad de Melbourne, comentó en el documental “El Pulpo Mimo” de la cadena de televisión de History Channel que este animal es capaz de tomar la forma de un ser vivo que se mueve para evitar a sus depredadores.
“Cuando ves actuar a un pulpo mimético es difícil interpretar qué está pasando, es como tratar de entender un dibujo en la sala de un psiquiatra” explicó el especialista en biología marina.
Estas transformaciones le ayudan a intimidar a sus depredadores, puesto que normalmente toma la forma de algún animal venenoso; hasta el momento se le han conocido 15 tipos de siluetas totalmente distintas y fue vista por primera vez en la década de los 90 por un pescador en las cosas de Indonesia.
El pulpo imitador es una de las especies que más elabora un plan para intimidar a otros animales, puesto que dependiendo del animal que lo esté cazando va a ser la forma que va tomar.
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